El tercer trimestre de 2024 fue un verdadero torbellino para el mercado cripto. Si bien algunos activos brillaron, otros luchan por seguir el ritmo. El Bitcoin, indestructible, ha reforzado su dominio, alcanzando niveles que no había visto en dos años. Por el contrario, las finanzas descentralizadas (DeFi) parecen entrar en una fase crítica, luchando por recuperar su dinamismo pasado. Pero, ¿qué se esconde realmente detrás de estos movimientos opuestos? Sumergámonos juntos en el análisis de este agitado T3.
Bitcoin: un dominio incontestable
El Bitcoin (BTC), a menudo descrito como el oro digital, una vez más confirmó su estatus como el rey de las criptos.
En el T3, su dominación alcanzó el 56,8 %, una cifra impresionante que no se había observado desde abril de 2021.
Este resurgimiento del Bitcoin, a pesar de un mercado global relativamente estable (-0,13 % en capitalización bursátil), marca un regreso masivo de interés por este activo. ¿Por qué esta tendencia? Varios factores explican este aumento en potencia.
Primero, la solidez de bitcoin en tiempos de incertidumbre. Mientras los mercados mundiales se tambalean frente a políticas monetarias impredecibles, el Bitcoin ofrece una alternativa segura para muchos inversionistas.
Su estatus de reserva de valor, ya bien establecido, se ha reforzado aún más en los últimos meses, y los volúmenes de transacciones en alza (+12,6 % en T3) confirman esta dinámica.
Luego, el aumento en la popularidad de las stablecoins, con una capitalización alcanzando un máximo histórico de 160 mil millones de dólares, ha indirectamente favorecido al Bitcoin.
Las stablecoins, aunque estables por definición, no permiten las mismas ganancias especulativas que el Bitcoin. Este último sigue siendo, por tanto, el destino preferido para los inversionistas que buscan una exposición más agresiva al mercado cripto.
Finalmente, el impacto de las regulaciones en varios países ha jugado a favor del bitcoin. Mientras que otros sectores, como la DeFi, son a menudo el objetivo de nuevas leyes restrictivas, el Bitcoin, como pionero del mercado, mantiene una posición privilegiada en las carteras institucionales.
Este marco regulatorio relativamente favorable le ha permitido mantener su posición de liderazgo, a pesar de la diversificación del mercado.
DeFi: el gigante en declive
Mientras el Bitcoin brilla, la DeFi atraviesa un período oscuro. Con una disminución del 21,4 % del valor total bloqueado (TVL) desde su pico anual, el sector de las finanzas descentralizadas parece tener problemas.
📈 Market Overview:
— CoinMarketCap (@CoinMarketCap) October 3, 2024
• Global crypto market cap: $2.24T (-0.13% in Q3)
• 24hr trade volume: $89bn (+12.6% in Q3)
• BTC dominance: 56.8% (highest since April 2021)
• Stablecoin market cap: $160B ATH (2.5x April 2021 levels)
Bull Market Progress: 40.66% (100 days ahead of… pic.twitter.com/tT0EO727Hn
Esta caída no es trivial y plantea varias preguntas: ¿la DeFi está viviendo un invierno prolongado o es simplemente una pausa antes de un nuevo impulso?
El sector de los préstamos, durante mucho tiempo el pilar de la DeFi, también ha mostrado signos de debilidad, registrando una disminución del 9 % en el T3. Incluso Lido, líder en el campo del staking, ha visto disminuir su participación de mercado del 31,9 % al 28,4 %.
Esta contracción se explica en parte por el aumento de nuevos sectores más especulativos, como la inteligencia artificial (IA) y los tokens memes, que han atraído capitales que antes se destinaban a la DeFi.
Por otra parte, la DeFi sufre de su falta de claridad regulatoria. A diferencia del Bitcoin o incluso de las stablecoins, a menudo mejor vistas por los reguladores, la DeFi es percibida como un sector de riesgo. Esta incertidumbre jurídica enfría a los inversores institucionales, frenando así la adopción masiva que algunos esperaban.
Sin embargo, no todo es sombrío para la DeFi. Algunos proyectos innovadores continúan atrayendo la atención, y las iniciativas en el campo del cross-chain y la interoperabilidad podrían dar un nuevo impulso al ecosistema. Además, con sectores como los NFTs y el GameFi que muestran señales de recuperación, es posible que la DeFi recupere vigor, pero en una forma renovada. Mientras tanto, las ballenas anticipan un rebote masivo con la adquisición de 50,000 BTC.