Las finanzas descentralizadas, también conocidas como DeFi (por sus siglas en inglés), son un sector emergente en el mundo de las criptomonedas que busca construir un sistema financiero abierto y accesible para todos, sin la necesidad de intermediarios.
Los protocolos DeFi son un conjunto de aplicaciones y contratos inteligentes que operan en una red blockchain, como Ethereum, y que permiten a los usuarios realizar diversas operaciones financieras sin la necesidad de intermediarios tradicionales como bancos y corredores de bolsa. Algunos de los principales protocolos DeFi son:
- Uniswap: Un protocolo de intercambio descentralizado (DEX) que permite a los usuarios intercambiar tokens sin la necesidad de un intermediario centralizado.
- Aave: Un protocolo de préstamos y créditos que permite a los usuarios prestar y pedir prestado criptomonedas de manera descentralizada.
- MakerDAO: Un protocolo que permite a los usuarios crear y utilizar monedas estables respaldadas por criptomonedas.
- Compound: Un protocolo de préstamos y créditos que utiliza algoritmos para fijar las tasas de interés y permitir a los usuarios prestar y pedir prestado criptomonedas.
- Curve: Un protocolo de intercambio descentralizado diseñado específicamente para el intercambio de monedas estables.
- DYdX: es un exchange descentralizado (DEX) construido en la blockchain de Ethereum. Se enfoca en proporcionar un lugar seguro y rápido para que los traders operen en el mercado de criptomonedas. Su token, DYDX, sirve principalmente para la gobernanza del proyecto, pero también puede ser utilizado en la plataforma para obtener descuentos en las comisiones de trading
Estos son solo algunos de los protocolos DeFi más populares y utilizados en la actualidad, pero el sector DeFi está en constante evolución y es probable que surjan nuevos protocolos y aplicaciones en el futuro cercano.
- 5 puntos que demuestran la superioridad de las DeFi sobre el sistema financiero
Invertir en protocolos DeFi
Invertir en protocolos DeFi es una forma cada vez más popular de participar en el creciente mercado de las finanzas descentralizadas. A continuación, se describen los pasos básicos para invertir en protocolos DeFi:
- Obtener criptomonedas: Para invertir en protocolos DeFi, primero necesitas comprar criptomonedas como Bitcoin (BTC), Ethereum (ETH), o alguna otra moneda compatible. Puedes adquirir estas criptomonedas en una casa de cambio de criptomonedas o a través de un broker.
- Elegir un protocolo DeFi: Una vez que tienes tus criptomonedas, debes investigar y elegir un protocolo DeFi en el que quieras invertir. Hay muchos protocolos DeFi diferentes disponibles en el mercado, por lo que es importante investigar antes de tomar una decisión.
- Configurar una billetera DeFi: La mayoría de los protocolos DeFi requieren que conectes una billetera DeFi para hacer transacciones. Puedes usar una billetera que sea compatible con el protocolo en el que quieras invertir o una billetera que sea compatible con múltiples protocolos.
- Realizar la inversión: Una vez que has elegido el protocolo DeFi y configurado tu billetera, puedes invertir tus criptomonedas en el protocolo. Las instrucciones para hacer esto dependerán del protocolo específico en el que estés invirtiendo.
- Monitorear tus inversiones: Como con cualquier inversión, es fundamental monitorear tus inversiones en protocolos DeFi para asegurarte de que estén generando el retorno esperado y para estar al tanto de cualquier riesgo potencial.
La forma más común de adquirir tokens DeFi es a través de intercambios descentralizados (DEX) como Uniswap, SushiSwap o PancakeSwap. Estos DEX permiten a los usuarios comprar y vender tokens DeFi directamente desde sus billeteras conectadas a la red Ethereum o Binance Smart Chain.
Es importante recordar que la inversión en tokens DeFi conlleva riesgos y es importante realizar una investigación adecuada y evaluar cuidadosamente los riesgos antes de tomar una decisión de inversión. También se recomienda mantener los tokens en una billetera segura y mantener las claves privadas fuera de línea para garantizar la seguridad de los activos invertidos.