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La computación cuántica representa una fuerza revolucionaria que tiene el potencial de cambiar varias industrias, incluido el mercado de las criptomonedas.
Este potencial transformador plantea Bitcoin, la criptomoneda líder con una capitalización de mercado de 1.23 billones de dólares, en un momento crítico.
La dependencia de Bitcoin de un protocolo de consenso conocido como Prueba de Trabajo (POW) y Criptografía de Curva Elíptica (ECC) para el cifrado lo hace vulnerable a los avances en la computación cuántica.
El mecanismo POW, que es fundamental para la funcionalidad de Bitcoin, se basa en que los mineros resuelvan complejos acertijos matemáticos para confirmar las transacciones y mantener la seguridad de la red. Sin embargo, las rápidas capacidades informáticas de los ordenadores cuánticos suponen una amenaza importante para este sistema.
Los algoritmos cuánticos, como el de Grover, tienen la capacidad teórica de resolver estos acertijos de manera mucho más eficiente que las computadoras clásicas. Por lo tanto, las computadoras cuánticas podrían potencialmente concentrar el poder minero, socavando la naturaleza descentralizada de Bitcoin.
Dan A. Bard de la Universidad de Kent cree, que en la trayectoria actual de desarrollo de la computación cuántica, a una sola computadora cuántica le llevaría unos 27 años abrumar al resto de la red y así tomar el control.
Además, el cifrado ECC de Bitcoin, que es fundamental para proteger las direcciones de billetera, está en riesgo. Las computadoras cuánticas podrían usar algoritmos como el algoritmo de Shor para comprometer ECC, arriesgando comprometer la seguridad de las transacciones de Bitcoin.
Esta vulnerabilidad es particularmente importante para direcciones antiguas, incluidas aquellas asociadas con el creador de Bitcoin, Satoshi Nakamoto.
Los expertos de Acheron Trading afirmar, que una vez que se revela la clave pública, el algoritmo de Shor optimizado para ECDSA podría potencialmente encontrar la clave pública en tiempo polinómico, a diferencia del tiempo superpolinomial que normalmente tomaría.
Sin embargo, a pesar de estas amenazas inminentes, el peligro inmediato sigue siendo teórico. Las capacidades actuales de la computación cuántica, ejemplo para lo cual la mayor demanda de Grover usando seis qubits es insuficiente para interrumpir la minería de Bitcoin o descifrar efectivamente el cifrado ECC. Sin embargo, la perspectiva de una ventaja cuántica, en la que los ordenadores cuánticos superen a los clásicos en tareas específicas, sigue en el horizonte.
A pesar de las discusiones en la comunidad Bitcoin sobre mecanismos de consenso alternativos como la Prueba de Participación (POS), la resistencia a tales cambios continúa. El criptógrafo Adam Buck sostiene que las criptomonedas PoS carecen de características clave de Bitcoin, incluida la inmutabilidad, la descentralización y los costos de producción verificables.
- Adam Back (@adam3us) 2 de abril de 2023
La resistencia al cambio resalta la necesidad de medidas proactivas para fortalecer la red contra posibles amenazas cuánticas. Esto implica lograr un delicado equilibrio entre defender los principios fundacionales de Bitcoin y adoptar avances como la computación cuántica.
La aplicación de métodos de cifrado avanzados y la investigación de algoritmos resistentes a los cuánticos son pasos clave para fortalecer la resiliencia de Bitcoin. Pasar a la criptografía cuántica segura no solo reducirá las amenazas inmediatas, sino que también protegerá la red de futuros avances en la computación cuántica.