En el centro de un caso que mezcla criptomonedas, engaños financieros y secuestros, el Juzgado de Alicante investiga una red de estafas encabezada por una pareja de origen ruso. Ambos son identificados como P. S. y A. B.
Ambos pasaron de ser víctimas de un secuestro en 2022, a estar bajo sospecha por apropiarse de millones de euros de compatriotas y ciudadanos españoles, quienes confiaron en ellos para gestionar sus inversiones en activos digitales. Según fuentes policiales, enfrentan acusaciones de estafa continuada, apropiación indebida y blanqueo de capitales.
Nueva estafa con criptomonedas en España: el entramado ruso que conmociona Alicante
El caso comenzó con un asalto en 2022, presuntamente organizado por Carlos Garrido, una de las víctimas que habría perdido 2 millones de euros en manos de la pareja. En un intento desesperado por recuperar su dinero, Garrido, junto a un grupo de cómplices, secuestró a P. S. y A. B. con el fin de obtener las claves digitales necesarias para transferir los fondos.
La investigación revela que muchas de las víctimas fueron estafadas bajo el pretexto de ayudarles a sacar su dinero de Rusia tras las sanciones económicas derivadas de la invasión a Ucrania. En uno de los casos, una mujer transfirió 100.000 euros a través de una aplicación de criptomonedas. En ello, atraída por la promesa de un 8% de rentabilidad mensual.
Aunque inicialmente recuperó 35.000 euros, los estafadores desaparecieron cuando intentó retirar la totalidad de sus fondos. Historias similares se repiten con pérdidas que oscilan entre 7.000 y 350.000 euros. Todas afectando a al menos 30 personas, muchas de las cuales no denunciaron por manejar dinero negro.
Posible relación con otras estafas de criptomonedas en Alicante
La investigación de este caso coincide con otra operación que la Guardia Civil denominó ‘Blokil’. Esta pesquisa descubrió un entramado de ciberestafas que alcanzó los 1,3 millones de euros y que tres mujeres ucranianas lideraban. Las autoridades detuvieron a una de ellas en Orihuela, mientras continúan las órdenes internacionales para localizar a las otras dos.
Estas operaciones fraudulentas prometían altas rentabilidades en criptomonedas y otros productos financieros, utilizando empresas ficticias para desviar los fondos hacia cuentas en países del Este.
En España, los delitos relacionados con estafas financieras han crecido de forma alarmante en los últimos años. La operación ‘Blokil’ destapó víctimas en Madrid, Valencia, Guipúzcoa, Tenerife, Mallorca y Córdoba, todas engañadas con un esquema similar.
Por su parte, el caso de la pareja rusa pone de manifiesto cómo el auge de las criptomonedas se ha convertido en una herramienta para fraudes. Además, evidencia la vulnerabilidad de quienes, ante promesas de ganancias rápidas, caen en engaños. Mismos que pese a tener una narrativa antigua, aún logran impactar a los sectores menos informados de la sociedad.