Las criptomonedas meme (o memecoins) están nuevamente de moda. El viejo dogecoin (DOGE) y su hermano menor shiba inu (SHIB) ya parece ser cosa del pasado. Ahora, la rana PEPE y el perro vikingo FLOKI están en el centro de la atención.
Si te suena tentador el hecho de poder convertirte en una de las personas que multiplican por 100, 1.000 o 1.000.000 su capital «invirtiendo» en estas monedas, ¡detente! Tómate unos minutos para leer estas líneas y luego sí, haz lo que quieras con tu dinero.
Ante todo, debes saber que detrás de estos coloridos memes aparentemente inofensivos, hay una industria multimillonaria. En esta cadena de actores, el inversionista minorista (o sea, tú) es el eslabón más débil. En líneas generales, solo 3 tipos de personas se benefician con estas shitcoins, como se verá a continuación.
1) Desarrolladores de memecoins
El primer grupo de personas que se benefician de las memecoins son sus desarrolladores. Es cierto que DOGE se creó como una broma hace 10 años para burlarse de las altcoins sin fundamento. Pero no estamos en 2013. Actualmente, lograr crear una memecoin que se valorice en el casino mercado de las criptomonedas es un tremendo negocio.
Los propios desarrolladores pueden comprar estos tokens en sus etapas iniciales, logrando así que su precio comience a incrementarse, al tiempo que ellos los obtienen a precios ínfimos. De hecho, tal como reportó CriptoNoticias días atrás, esto parece ser lo que ocurrió con el famoso token PEPE.
Esto, por sí mismo, no tiene nada de malo. El problema es que luego, cuando el activo se revaloriza, son los desarrolladores (y su círculo cercano) quienes quedan con la posesión de la mayor cantidad de tokens. Pueden venderlos para obtener ganancia y, si lo hacen en forma masiva, tirarán el precio hacia abajo. Las víctimas de este pump & dump son los inversionistas minoristas que no cuentan con las herramientas necesarias para anticipar este movimiento de mercado y retirar su capital a tiempo.
2) Dueños de exchanges
¿Por qué piensas que un exchange lista una criptomoneda? ¿Para favorecer a la «comunidad»? ¡Claro que no! Los exchanges no son entidades filantrópicas que luchan por la «descentralización», «adopción masiva» y demás cripto-clichés. Son negocios y su principal (o quizás único) objetivo, es obtener ganancias.
Los exchanges obtienen ganancias por medio de las comisiones de trading. Cuando una persona le compra una memecoin (o cualquier criptoactivo) a otra persona, el exchange toma una pequeña comisión. La suma de esas pequeñas comisiones da, a lo largo del tiempo, ganancias astronómicas.
También pueden obtener ganancias al cobrarle cierta suma de dinero al equipo desarrollador de un token o criptomoneda, para listarla en su plataforma. Es un acuerdo ganar-ganar (claro, para exchanges y desarrolladores, aunque no necesariamente para inversionistas minoristas).
3) Influencers «cripto»
El tercer y último grupo de personas que se beneficia con las memecoins son sus divulgadores. En el mundillo de las criptomonedas hay quienes encontraron forma de capitalizar sus habilidades sociales o comunicativas convirtiéndose en agentes de opinión (también conocidos como influencers).
Los influencers pueden aportar conocimiento e información a sus seguidores. Pero, no hay que ser ingenuos. Su motivación es comercial, reciben patrocinios por brindar determinadas opiniones, o por hablar bien (o mal) de algún producto o empresa. A menudo, sus palabras están influenciadas por sus intereses y distan de ser objetivas.
También, debe considerarse —particularmente en el caso de youtubers— que las ganancias de los influencers dependen del número de visualizaciones de sus mensajes. Entonces, es más probable que digan lo que su audiencia quiera escuchar (por ejemplo, que pueden hacerse millonarios comprando PEPE) y no lo que necesitan escuchar (que hay más probabilidades de que pierdan su dinero).
La trampa de las memecoins
¿Eres desarrollador de memecoins, te llamas Changpeng Zhao o eres un «criptoinfluencer» con 1 millón de seguidores en YouTube? Si la respuesta es «no», debo decirte una verdad que puede ser dolorosa: lo más probable es que no ganes (y sí pierdas) dinero apostando en memecoins.
Sí, puedes tener suerte y multiplicar tu inversión inicial por mil. También puedes comprar un billete de lotería y ganar el premio mayor. Sin embargo, no me imagino a nadie aconsejando que se tome los juegos de azar como una inversión seria.
No te dejes llevar por la codicia, las luces brillantes y las promesas de riqueza instantánea. Recuerda: el objetivo de la inversión es acumular riqueza a largo plazo, no enriquecerte de la noche a la mañana. Y eso requiere paciencia, estrategia y, por encima de todo, educación. No te conviertas en la próxima víctima de un pump & dump. No caigas en la trampa de las memecoins.
Así que la próxima vez que alguien te insinúe que debes invertir en la memecoin de moda, emula el ejemplo de Lionel Messi y dile: “¡Andá pa’ allá, bobo!”.
Descargo de responsabilidad: Los puntos de vista y opiniones expresadas en este artículo pertenecen a su autor y no necesariamente reflejan aquellas de CriptoNoticias.