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El negocio de la minería digital de BTC continúa por la senda de la descentralización, la cual inició este año 2021. Lo que comenzó como temores e inseguridades, termina convirtiéndose en una de las mejores cosas que le ha sucedido al negocio.
Cuando China entró en acción y prohibió de un golpe el negocio de la minería en las principales provincias, muchos se alarmaron. Y no era para menos, el país asiático alojaba un 65% del poder de hash global de la criptomoneda más importante en valoración de mercado. Eliminar esa cantidad de poder de hash traería muchas implicaciones que podían catalogarse como negativas y peligrosas.
Sin embargo, la realidad fue otra. Al producirse las desconexiones masivas y caer en picada el hashrate de Bitcoin, esto representó un aliento para los mineros residentes fuera de China. La caída del hash, provocó de manera proporcional la baja de la dificultad. En palabras sencillas, minar era más rentable, por lo que decenas de mineros de todo el mundo comenzaron a hacerlo.
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El proceso de descentralización de la minería digital de BTC
En el instante en que la minería digital se hizo más fácil, los mineros de Bitcoin de todo el mundo aprovecharon la oportunidad de iniciar o potenciar sus granjas. El resultado, es que el hashrate comenzó a recuperarse de manera acelerada. En pocos meses, el poder informático de la red Blockchain de Bitcoin se pone cerca de sus máximos históricos.
Lo importante de este hecho es que, al recuperarse el poder de hash, el negocio no regresa a su cualidad anterior. Por el contrario, se coloca en un nivel superior gracias a la descentralización. Así, el hashrate es el mismo de antes, pero no está concentrado en un solo lugar.
Estados Unidos se convierte ahora en el epicentro de la minería, con un aproximado del 35% del poder de cómputo de la red. Otras regiones de Asia, América Latina e incluso África, comienzan a hacerse más protagonistas. Un negocio más regado por el mundo, significa más fortaleza ante los ataques de piratas contra la red y con la pretensión de gobiernos controladores.
Con la fortaleza que adquiere ahora el negocio de la minería digital, el BTC se hace más relevante para las personas. Los entes centralizados, si pretenden combatirlo, tendrán más desafíos de los muchos que tenían antes de este proceso descentralizador.
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Norteamérica en el tope mundial
Uno de los medidores más importante de la minería de Bitcoin, el Centro de Finanzas Alternativas de la Universidad de Cambridge (CBECI), presenta datos importantes. En los mismos, Norteamérica se presenta como la zona de mayor concentración de poder de cómputo de este negocio.
Contando a Estados Unidos y Canadá, estas dos naciones representan el 44.95% de todo el hashrate global. Otras naciones que comandan el tablero, son Rusia y Kazajistán, las cuales representan la región euroasiática. Entre estos dos países, concentran el 29.33% del hash global.
Debe tenerse en cuenta que estos números podrían variar dado que no se tienen datos sobre la minería digital de BTC en China. Aunque el negocio fue estrictamente prohibido, lo mismo que el comercio de criptomonedas, se cree que miles de máquinas siguen operando de manera clandestina en ese país.
Sea como sea, la minería sigue en proceso de descentralización. No obstante, algunos analistas temen que a mediano plazo se presente una concentración similar en Estados Unidos. Independientemente de la transparencia de ese país comparado con China, la centralización del negocio nunca podría catalogarse como buena.