Rolf Versluis es fundador y CEO de una empresa tecnológica llamada Horizen y dueño de una megagranja de minería de Bitcoin. Estas instalaciones, que cuentan con una potencia de 2,1 MW, tienen sus equipos apagados tras una decisión de su propietario, quien se explica basándose en ciclos del mercado de la minería.
En la opinión de Versluis, comprar nuevos equipos mineros no es rentable a menos que bitcoin (BTC) duplique su precio y la tasa de hash o hashrate se mantenga igual.
Mediante una publicación en su cuenta de Twitter, Versluis explicó que «el mejor momento para ganar dinero en la minería de Bitcoin es cuando el precio (de la criptomoneda) está aumentando más rápido de lo que se pueden poner en funcionamiento las máquinas mineras».
Esta brecha de capacidad, dice, suele durar de 6 a 12 meses, y es entonces cuando se obtienen mayores ganancias. Pero para aprovechar esta oportunidad, es necesario tener mineros en funcionamiento, «lo que requiere al menos un año para poner en línea una instalación minera».
Por las condiciones actuales y las previsiones que hace a mediano plazo, con el próximo halving de Bitcoin a menos de un año, el minero decidió apagar sus equipos. Se basa en una filosofía cíclica de minería que ha desarrollado desde que comenzó con un solo Antminer S-7 en 2016.
Si bitcoin se mantiene alrededor de los USD 30.000, la mitad de más abajo de las instalaciones mineras desde el punto de vista de las ganancias se quedará sin reservas después de minar con pérdidas durante 6-12 meses.
—Rolf Versluis, minero de Bitcoin.
Los cálculos que hace Versluis
En el pasado, este minero compró mineros usados, como el Antminer S9 y L3+, a precios bajos, «entre USD 50 y USD 100 cada uno». De este modo, pudo «generar ganancias considerables», gracias a los aumentos de precios de bitcoin y Litecoin (LTC). Sin embargo, en 2022, la rentabilidad de esas máquinas finalmente se volvió negativa.
Para mediados de 2023, la megagranja que administra Versluis tiene un rendimiento de USD 7 diarios, con un coste de USD 5 en electricidad. Es decir, gana USD 2 por día, USD 36.000 al mes de ganancias netas.
En tal contexto, relata el empresario, enfrenta un dilema. Para la próxima etapa de aumento de precios, necesitaría invertir en nuevos mineros Antminer S19, lo que le costaría alrededor de USD 600.000. Con las condiciones actuales del precio de BTC y hashrate, el tiempo de recuperación de esa inversión sería de unos 17 meses (bitcoin cotiza cerca de los USD 29.100 al cierre de esta nota, según el índice de precios de CriptoNoticias).
En las condiciones actuales del precio de BTC y hashrate, es un reembolso de 17 meses. Pero la recompensa en bloque se reduce a la mitad en 8 meses. En igualdad de condiciones, después de la reducción a la mitad, eso es una pérdida de USD 2 por minero por día. Así es, gaste USD 600.000 ahora y el próximo año perdería USD 36.000 por mes, a menos que bitcoin duplique su precio.
—Rolf Versluis, minero de Bitcoin.
Por lo mencionado, si el hashrate sigue aumentando (cosa que pasará, según su pronóstico), el precio de bitcoin tendría que aumentar significativamente para mantener una ganancia de USD 2 por día por minero, concluye el empresario.
Los posibles escenarios en la minería de Bitcoin a futuro
Ante esta incertidumbre, Rolf Versluis considera otras opciones. Si el precio de bitcoin baja, esperará 12 meses para comprar mineros usados a precios más bajos (menos de USD 200 por unidad) y ponerlos a funcionar con ganancias antes del halving. Así, conseguiría recuperar la inversión en 6 meses, afirma.
Por otro lado, si el valor de mercado de la criptomoneda sube significativamente, el empresario escucharía ofertas para vender su instalación minera a un buen precio. La apreciación del criptoactivo podría aumentar el interés, especula.
Si el hashrate se duplica en los próximos tres años, para mantener los mismos USD 2 por día, bitcoin necesita cuadruplicar su precio. Si va a cuadriplicar su precio, ¡es mejor que gaste USD 600.000 en bitcoin ahora mismo!
—Rolf Versluis, minero de Bitcoin.
Por eso, finaliza su explicación Versluis, no tiene prisa en decidir el futuro de sus instalaciones. En cambio, dejarán que el precio de bitcoin y el hashrate de la red definan el camino a seguir.