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Bloomberg — FTX Group ha hecho público un esbozo del plan de pagos a los acreedores en el marco de su quiebra, que prevé una liquidación en efectivo de las reclamaciones de los clientes y el fin de su token digital FTT.
El plan - que FTX espera modificar en función de la opinión de las partes interesadas - propone calcular las reclamaciones de los clientes en dólares estadounidenses en el momento de la quiebra y pagarlas mediante la venta de activos vinculados a diversas partes de la empresa, según muestran los documentos judiciales. Según los documentos, FTX no ha descartado la posibilidad de volver a poner en marcha una bolsa offshore.
Los pagos a los acreedores se guiarán por tres fondos de recuperación. Incluyen activos vinculados a clientes de FTX. com, activos vinculados a clientes de FTX US y activos no claramente vinculados a las bolsas, según los documentos judiciales. Casi todas las clases de acreedores propuestas se consideran en situación de impago, lo que significa que la empresa espera que no se recuperen.
El plan no contempla la recuperación de los tokens FTT debido a sus “características similares a las acciones”, según escriben los asesores de FTX en los documentos. En las reorganizaciones por quiebra en EE.UU., casi siempre se elimina el capital social.
Plan en “fase inicial
FTX subraya que el plan está aún en su fase inicial y está sujeto a cambios. El borrador prevé permitir que siete clases de acreedores voten sobre el plan, incluidos los clientes de FTX .com, los clientes de FTX US y los titulares de tokens no fungibles.
“Nos complace cumplir hoy nuestro compromiso de presentar el plan en esta fase relativamente temprana”, declaró en un comunicado el director de reestructuración de FTX, John J. Ray III. La empresa pretende colaborar con los acreedores en los próximos meses y presentar un plan modificado en el cuarto trimestre de este año, añadió.
Según la demanda, el borrador “proporciona una estructura inicial para un acuerdo global y un compromiso de buena fe de un conjunto de reclamaciones excepcionalmente grande y complicado”.
Entre las cuestiones pendientes se encuentran las estimaciones de las recuperaciones de los acreedores, la prioridad que se asignará a los créditos deficitarios de la bolsa y la decisión y el modo en que se venderá o reorganizará la bolsa FTX, indicaba la demanda.
Caída caótica
El imperio FTX de Sam Bankman-Fried se derrumbó el pasado noviembre, avivando la agitación en el sector de las criptomonedas e incitando a las autoridades estadounidenses y de otros países a reforzar la supervisión reguladora de los activos digitales.
El colapso de FTX incluyó una caída de su moneda nativa, FTT. El token, que llegó a valer más de US$80, ha subido alrededor de un 10% en las últimas 24 horas, hasta US$1,50, según datos de CoinGecko.
La nueva dirección de la empresa declaró en un informe de junio que la bolsa FTX debía a sus clientes unos US$8.700 millones cuando se declaró en quiebra. Según el informe, más de US$6.400 millones se debían a la apropiación indebida de moneda fiduciaria y stablecoins.
En aquel momento, el equipo directivo afirmó que había realizado “progresos sustanciales” en el aseguramiento de activos y que hasta la fecha había recuperado unos US$7.000 millones en activos líquidos.
Bankman-Fried ha rechazado una serie de cargos y será juzgado en octubre.