En el ecosistema crypto, algunos casos regresan como bumeranes. El caso de Do Kwon, fundador de Terraform Labs, es uno de esos asuntos que dejan una marca duradera. A medida que se acerca su comparecencia, los fiscales estadounidenses piden una pena severa: doce años de prisión. Una solicitud que, más allá del símbolo, recuerda la onda expansiva provocada por el colapso del ecosistema Terra.
- Los fiscales estadounidenses piden doce años de prisión para Do Kwon tras el colapso de Terra.
- Consideran que sus acciones desencadenaron una crisis mayor en el ecosistema crypto.
- Kwon enfrenta riesgos judiciales tanto en Estados Unidos como en Corea del Sur.
Una recomendación de pena que impacta fuerte para Terraform
Los fiscales estadounidenses no han escatimado. En un expediente remitido al tribunal federal de Nueva York, piden doce años de prisión y la confiscación de las ganancias consideradas criminales. A sus ojos, los daños causados por Do Kwon superan a los provocados por figuras tristemente célebres como Sam Bankman-Fried, Alex Mashinsky o Karl Sebastian Greenwood, aunque él reconoce los hechos y solicita una reducción de pena. Una comparación pesada, casi provocadora, que ilustra la magnitud del fiasco.
Esta severidad no surge de la nada. Desde su reconocimiento de culpabilidad en dos cargos, fraude electrónico y conspiración, el marco judicial se ha estrechado. Los fiscales subrayan que el colapso de Terra en 2022 desencadenó una reacción en cadena. Una auténtica ola que ayudó a instaurar el famoso “Crypto Winter”, un período gélido para todo el sector.
Esta dinámica, aún palpable hoy en día, ha dejado una cicatriz profunda. El argumento de la acusación se basa justamente en esta idea: Kwon no solo engañó a inversores, también debilitó todo un mercado crypto ya sacudido por una sucesión de escándalos.
Un recorrido judicial ya complejo y lejos de terminar
Esta dinámica, aún palpable hoy en día, ha dejado una cicatriz profunda. El argumento de la acusación se basa justamente en esta idea: Kwon no solo engañó a inversores, sino que también debilitó todo un mercado crypto y Terraform ya sacudido por una sucesión de escándalos.
Porque hay otra amenaza en el aire: la justicia surcoreana. Los fiscales de su país reclamarían, por su parte, una pena que podría llegar hasta los cuarenta años. Una perspectiva que su equipo jurídico esgrime ante el juez estadounidense para obtener una sanción más moderada.
En claro: sea cual sea el resultado en Estados Unidos, Kwon probablemente no recuperará la libertad pronto. Aunque cada parte propone su propia recomendación, el árbitro final sigue siendo el juez. Y el abanico de posibilidades sigue siendo amplio: de algunos años a varias décadas.