La nueva regulación MiCA (Mercados en Criptoactivos) de la Unión Europea promete sacudir a fondo el universo cripto. A medida que el marco legislativo entrará en vigor antes de que termine el año, figuras de la industria, como el CEO de Tether, Paolo Ardoino, expresan su preocupación. Según él, los requisitos de reservas bancarias impuestos a los stablecoins podrían amenazar la estabilidad del sector y generar riesgos sistémicos sin precedentes.
Exigencias Bancarias Obligatorias: Una Bomba de Tiempo
La directiva MiCA impone a los emisores de stablecoins mantener al menos el 60 % de sus reservas en bancos europeos. Esta cifra puede parecer razonable en la superficie, pero podría tener repercusiones preocupantes.
De hecho, los bancos están autorizados a prestar hasta el 90 % de sus reservas. Consecuencia: la mayoría de los fondos depositados por los emisores de stablecoins serían de facto redistribuidos en forma de préstamos, lo que haría que estos fondos fueran menos líquidos en caso de necesidad inmediata.
Paolo Ardoino, a la cabeza de Tether, no duda en advertir sobre lo que él llama un «riesgo sistémico». Según él, si un banco en apuros llegara a quebrar, solo unas pocas garantías permitirían recuperar una fracción de los fondos depositados. Esto plantea un verdadero dilema de seguridad para los stablecoins, que se supone deben ser tan fiables como el dólar o el euro.
Este caso no es teórico: en marzo de 2023, el stablecoin USDC perdió su paridad con el dólar debido a fondos bloqueados en la Silicon Valley Bank. Este precedente subraya la vulnerabilidad de los stablecoins ante los riesgos bancarios.
Una Estabilidad de los Stablecoins en Peligro
Además de plantear preguntas sobre la estabilidad bancaria, MiCA también amenaza la estabilidad de los propios stablecoins. De hecho, si los fondos de reserva son en gran parte ilíquidos, los emisores de stablecoins podrían encontrarse incapaces de mantener la paridad con las monedas fiduciarias. Los usuarios perderían entonces la confianza, lo que perjudicaría gravemente al mercado cripto.
Para contrarrestar esta amenaza, algunos emisores están considerando diversificar sus reservas invirtiendo en títulos del estado u obligaciones, para asegurarse liquidez inmediata en caso de fallo bancario. Sin embargo, incluso esta solución no resuelve completamente el problema, ya que sigue siendo vulnerable a los altibajos de los mercados financieros.
Frente a esta presión, muchas empresas podrían simplemente elegir evitar el marco regulatorio europeo.
Los expertos estiman que MiCA podría incitar a ciertos actores del cripto a trasladarse a regiones más flexibles, como el Medio Oriente. Este éxodo debilitaría el ecosistema europeo de blockchain, reduciendo la innovación y limitando las oportunidades para las startups locales.
En conclusión, los requisitos de MiCA, aunque orientados hacia la protección financiera, podrían provocar el efecto contrario para el sector cripto en Europa. Para los stablecoins, el desafío de seguir siendo fieles a su promesa de estabilidad se intensifica, y surge la pregunta: ¿Logrará Europa adaptar su regulación para evitar un éxodo masivo de los actores cripto? Mientras tanto, El efecto Trump impulsa las inversiones cripto.