El periodo de Joe Biden se caracterizó por grandes redadas regulatorias a las criptomonedas en manos de las autoridades estadounidenses.
La SEC encabezó varias de dichas afrentas y lanzó una serie de medidas autoritarias contra un sin fin de proyectos criptográficos. La administración Biden, sin duda, fue completamente escéptica a los criptoactivos y los consideró abiertamente un riesgo para los consumidores y el sistema financiero.
Hoy, a pocos meses de celebrarse las elecciones presidenciales, el candidato republicano, Donald Trump, encabeza las encuestas y es el favorito a ocupar la casa Blanca en el próximo periodo. Además, se ha posicionado como un político pro-criptomonedas, así que es de nuestro interés analizar todo lo que podría acarrear para este sector su eventual triunfo.
Empecemos diciendo que, aunque hoy Donald Trump se posiciona exitosamente como un candidato pro-criptomonedas, esto no fue así siempre, pues en su anterior administración, al igual que Biden, se mostró escéptico a ellas.
I am not a fan of Bitcoin and other Cryptocurrencies, which are not money, and whose value is highly volatile and based on thin air. Unregulated Crypto Assets can facilitate unlawful behavior, including drug trade and other illegal activity….
— Donald J. Trump (@realDonaldTrump) July 12, 2019
«No soy fanático de Bitcoin y otras Criptomonedas, que no son dinero y cuyo valor es altamente volátil y se basa en el aire. Los criptoactivos no regulados pueden facilitar comportamientos ilegales, incluido el tráfico de drogas y otras actividades ilegales». Así se refirió en el 2019 a través de la red social Twitter.
Sin duda en aquel periodo vivíamos un contexto muy diferente, tanto para la economía, la política y el sector criptográfico.
Apoyos y elementos claves que posicionan a Trump como candidato pro-criptomonedas
No se trata solo del discurso de Trump, existen varios elementos claves que hicieron que el republicano diera un giro hacia el sector criptográfico y en este segmento analizaremos dichos elementos.
El principal motivante es, quizás, el crecimiento de los lobbies en este sector: un fenómeno que empezó a evidenciarse desde la caída de FTX, cuando se supo que Sam Altman hacía generosas y grandes donaciones a políticos y partidos estadounidenses.
Posterior a ello, las presiones de las redadas de las autoridades regulatorias y las disputas judiciales fueron acrecentando esta práctica en el sector.
Así, las próximas elecciones presidenciales acentuaron mucho más esta actividad. Una prueba de ello es que, recientemente, un comité de acción política que se dedica a lanzar publicidad en contra de senadores anti-criptomonedas y denominada «Fairshake», informó el recaudo de unos 169 millones de dólares.
Con este apoyo al sector, Donald Trump también se alinea a importantes funcionarios republicanos que en el Capitolio han abogado por las criptomonedas y presionan para que se implemente regulaciones favorables.
Cabe destacar que desde que terminó su periodo como presidente, Trump ha invertido en criptomonedas y ha lanzado sus propios NFT. También ha aceptado donaciones en criptomonedas para su compaña política.
Finalmente, la narrativa pro-criptográfica le ha sido útil para diferenciarse de Joe Biden y respecto a ello ha dicho: «Si te gustan las criptomonedas en cualquier forma… será mejor que votes por Trump». Además, ha recalcado contundemente que no impulsará de ninguna forma una CBDC estadounidense.
¿Qué sucederá si gana la presidencia? ¿Cuáles serás los beneficios y desventajas?
Cabe destacar que para que surja un escenario político realmente favorable para las criptomonedas hace falta mucho más que el triunfo de Trump, aunque este sería un paso fundamental.
También es necesario que, en las próximas elecciones para el congreso y la cámara, ganen la mayoría legisladores republicanos y pro-criptomonedas (si de lo que hablamos es de seguir la línea propuesta por Trump).
De esta manera se podría impulsar una regulación que sea favorable para el sector y que detenga la severidad de las instituciones regulatorias.
Una vez que aclaramos lo anterior, ya podemos empezar a nombrar algunos efectos positivos para el sector por un posible triunfo de Trump y de candidatos pro-criptomonedas al Senado y a la Cámara. Además, suponiendo que el político mantendrá su postura a favor después de un eventual triunfo.
Los beneficios para el sector criptográfico
El principal beneficio que se espera es una regulación favorable. Es poco probable ver a Donald Trump apoyar abiertamente al sector, pero una regulación flexible sería de gran beneficio para BTC y demás criptoactivos.
Sobre todo, veremos grandes beneficios si Trump mantiene sus promesas, y además consigue que las autoridades regulatorias como la SEC suavicen su postura agresiva hacia este sector.
Una predicción bastante audaz acá es la renuncia de Gary Gensler actual presidente de la SEC. Esto abriría la oportunidad para que Trump elija un funcionario menos renuente a las criptos.
De esta forma, el triunfo de Trump podría marcar el inicio de una regulación mucho más amigable. Pero cabe destacar nuevamente que es necesario la victoria también en el Senado y en la Cámara de Representantes.
Lo que dicen las predicciones es que los republicanos nuevamente tendrán el control del Senado, pero no se tiene ninguna certeza sobre la Cámara de Representantes.
Los efectos negativos
Para equilibrar la información de este artículo vale mencionar algunos de los efectos negativos que podría tener este giro inesperado para el sector.
En primer lugar, el triunfo de los lobbies criptográficos, que hoy contraatacan a las políticas para frenar la industria, podría tener efectos negativos a largo plazo.
Es decir, se trata del triunfo de grandes poderes económicos que se están formando alrededor de este sector. No necesariamente dichos poderes serán en beneficio de los pequeños consumidores.
Tampoco es beneficioso que las criptomonedas adquieran un tinte partidista, puesto que en el futuro un regreso de los demócratas al poder podría derivar en un incremento de las medidas regulatorias. Por ello, para el sector lo que sería más beneficioso es el apoyo de ambos frentes.
Por lo cual, la regulación de las criptomonedas no debería derivar en cuestiones partidistas e ideológicas, pues de esta manera ganaría una gran cantidad de adversarios. Recordemos que Estados Unidos es un país donde predomina dos grandes frentes políticos y el triunfo de Trump no necesariamente significará el derrocamiento del otro frente. Por ello lo ideal es el apoyo de políticos en ambos partidos.