Binance, Coinbase y la Comisión de Bolsa y Valores (SEC) de los Estados Unidos se enfrentan en una batalla legal, desde junio del año pasado, cuando la agencia reguladora demandó a dos de los actores con peso importante en la industria de las criptomonedas.
En ambos casos la agencia acusa las empresas de criptomonedas de comercializar títulos valor (securities) no registrados y hacerlo sin autorización. Una acusación que las dos plataformas rechazan y que mantiene al ecosistema en vilo desde hace varios meses, viendo cómo la regulación en Estados Unidos se debate a través de una serie de demandas.
El proceso legal retomó su actividad este 2024. Y en el transcurso de las dos últimas semanas, tanto el equipo legal del organismo supervisor como los abogados de los exchanges se enfrentan a las preguntas de dos juezas distintas del tribunal federal.
En una curiosa sincronía, las dos juezas se han dedicado a interrogar tanto a los abogados de la SEC como a los representantes legales de los exchanges en torno al tema principal de la demanda: la clasificación o no de los criptoactivos involucrados en la demanda como contratos de inversión.
Se refieren en particular a tokens como SOL, ADA, MATIC, FIL, SAND, AXS, CHZ, FLOW, ICP, NEAR, VGX, DASH y NEXO.
Mientras Amy Berman Jackson se ocupa de Binance, Katherine Polk Failla atiende a Coinbase. Las audiencias avanzan en medio de las solicitudes de las empresas demandadas.
Coinbase y Binance tratan de convencer al tribunal para que desestime las acusaciones de la SEC de que están infringiendo las leyes de valores. Las dos empresas cuestionan el uso de la prueba de Howey para clasificar a los criptoactivos en cuestión.
También invocan la «doctrina de las preguntas principales» (major questions doctrine). El principio legal se basa en un fallo de la Corte Suprema que dice que las agencias federales no pueden regular sin una autorización específica del Congreso.
Sea cual sea la decisión de las juezas, el ecosistema estadounidense se halla ante un evento crucial, que definirá el futuro de la industria. Esto, considerando que las implicaciones de los fallos servirán como una guía para aclarar la jurisdicción y el alcance regulatorio de la SEC.
Unos resultados que serán determinantes
Binance, Coinbase y la Comisión de Bolsa y Valores (SEC) de los Estados Unidos se enfrentan en una batalla legal, desde junio del año pasado, cuando la agencia reguladora demandó a dos de los actores con peso importante en la industria de las criptomonedas.
En esta batalla, no hay un claro ganador hasta ahora. En última instancia, el futuro de las criptomonedas depende de cómo se desarrolle esta batalla legal y de cómo empresas como Binance y Coinbase logren adaptarse para seguier operando en el mercado.
En todo caso, los resultados de los juicios llevan a dos posibles opciones: o los tribunales desestiman los casos dando la razón a los exchanges sobre la clasificación de los criptoactivos; o establecen que las criptomonedas son títulos valor.
Lo anterior daría a la SEC la potestad, o no, de seguir regulando el ecosistema con la línea de acción que ha seguido hasta ahora. De ahí que una gran parte de la industria dependa de cómo se desarrollen estas demandas.
Si las juezas acuerdan que la lista de criptomonedas de la demanda son valores, la SEC adquiere libertad para decidir que otros más también lo son. De esta forma, se impondrán nuevos requisitos de registro e informes a los emisores y a las plataformas comerciales.
Las empresas tendrían que ajustarse a la legislación y los procedimientos de registro correspondientes a los títulos valor tradicionales. Lo que supondría una enorme barrera para las plataformas que utilizan los activos que califiquen como tales. Así lo ha señalado Federica Pantana, abogada en Derecho Corporativo de Davidoff Hutcher & Citron:
Si la SEC gana reforzará su búsqueda de más plataformas que serían sancionadas por operar como bolsas no autorizadas que negocian con valores no registrados. Tal hecho aumentará las pérdidas legales de la agencia en este frente y fortalecerá aún más la opinión de la industria de que el regulador se está extralimitando.
De esta forma, se teme que un resultado a favor de la agencia tenga un efecto amedrentador sobre muchos proyectos, provocando incertidumbre entre los desarrolladores y empresarios a la hora de implementar productos nuevos.
Otra preocupación tiene que ver con el impacto potencial sobre la liquidez y la actividad comercial vinculada a las criptomonedas calificadas como valores, pues su clasificación limitaría su acceso al mercado o podría traducirse en un impacto negativo en los precios.
La industria tendrá su jurisprudencia
Por otro lado, si el tribunal encuentra consenso en torno a los exchanges, al decir que la SEC se ha extralimitadon en sus funciones o que el Congreso debería crear leyes específicas, dará luz verde a que gran parte de la industria siga operando más o menos como hasta ahora.
Y aunque aún quedaría pendiente el proceso de que el Estado defina cómo y cuándo va a regular a un ecosistema que cada vez se hace más complejo, la industria quedará marcada por una nueva jurisprudencia.
Es así como los dictámenes de los presentes juicios se sumarán a una serie de fallos relacionados con el mismo tema, creando precedentes jurídicos que influirán en las decisiones futuras relacionadas con las criptomonedas.
En ese sentido, uno de esos principales precedentes ya existente es el caso de la SEC contra Ripple. La empresa se enfrenta a un largo proceso contra el organismo supervisor desde diciembre de 2020, cuando también fue acusada a de comercializar títulos valor no registrados, a través de sus ventas del token nativo XRP.
El año pasado, un fallo de la jueza Analisa Torres le dio una victoria parcial a Ripple cuando determinó que ciertas ventas de XRP no entraban en la categoría de oferta de valores. La decisión ha servido de guía en la actual defensa de Coinbase y Binance. También es soporte para los argumentos de Kraken, otro exchange igualmente demandado por la SEC.
Y aunque la jurisprudencia también incluye casos que favorecen los argumentos de la SEC, todo indica que las juezas que atienden los casos de Coinbase y Binance tienen cuestionamientos sobre el problema regulatorio desatado en Estados Unidos.
¿Por qué estamos haciendo esto moneda por moneda? Caso por caso, juez por juez… Todo depende de los caprichos de los distritos individuales, en lugar de emitir un reglamento que les diga esta es la regulación.
Jueza Amy Berman Jackson.
Aún hay que esperar para saber si las magistradas darán la razón a los exchanges o la SEC; o si invocarán o no la «doctrina de las preguntas principales». Pero ambas parecen concordar en la necesidad de establecer normas que definan de una vez el panorama. Y a eso apuntan las dos demandas.