Este lunes, Tether anunció el lanzamiento de su nuevo producto, WDK Tether, un kit de herramientas de código abierto diseñado para desarrollar monederos de autocustodia que podrán ser usados por humanos, agentes de inteligencia artificial (IA) y «robots».
Según lo informado, el kit permite crear wallets para dispositivos móviles y de escritorio, garantizando las “experiencias más avanzadas en el desarrollo de billeteras”.
El kit de herramientas de Tether tiene el objetivo de adaptarse a un mundo donde tanto humanos como máquinas tendrán la capacidad de «libertad» para controlar sus propias finanzas. En su sitio web, Tether mencionó que esta apuesta futurista viene en un momento donde los agentes de inteligencia artificial y los robots «se están convirtiendo en autónomos» y por esto, “ellos tendrán que gestionar sus propios recursos”.
Tether ve su nuevo producto como “la opción preferida para las entidades digitales de mañana, asegurándose de que puedan custodiar sus propios fondos, transacciones, e incluso reabastecer sus naves espaciales”.
El WDK Tether permite a los desarrolladores crear monederos de autocustodia para bitcoin y tether, con la promesa de mantenerse resistente “incluso en los más apocalípticos escenarios”. Según la compañía, ya sea que se estén creando para los usuarios de hoy o el mundo impulsado por la IA del mañana,” WDK Tether es la base”.
La empresa argumenta que este kit de herramientas no solo está pensado para los usuarios humanos, sino también para entidades digitales. “Un futuro en el que los humanos y las máquinas coexistan no es una fantasía, es nuestra realidad y ambos necesitarán wallets seguras y sin custodia, y WDK Tether está aquí para hacerlo posible”, dice la compañía.
Analistas como Joe Lonsdale han señalado que los robots de IA «podrían ser los próximos grandes compradores de bitcoin» destacando que estos agentes son sistemas perceptivos y automatizados capaces de interpretar y procesar la información que reciben de su entorno, como reportó CriptoNoticias.
El anuncio de Tether refleja una visión del futuro donde la autonomía financiera no es exclusiva de los humanos, sino que se extiende a las entidades digitales. No obstante, no existen pruebas eficientes de que las máquinas alcanzarán autonomía y objetivos independientes, fuera de los diseñados por los humanos. Tampoco existe evidencia de que las máquinas tendrán un nicho ecológico propio, independiente del de los humanos, en el cual necesiten procurarse su propia subsistencia, igual que una especie animal lo haría.