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Durante el último trimestre de 2025, el mercado de criptomonedas sufrió una aguda liquidación masiva que provocó la actual tendencia bajista. Esto llevó a que los principales tokens sufrieran caídas enormes de sus precios. A pesar de ello, los analistas de VanEck creen que el Bitcoin experimentará una recuperación de enormes dimensiones en 2026.
Según los expertos, el próximo año la comunidad cripto será testigo de un aumento significativo de la demanda por la moneda digital pionera. En ese sentido, el interés por parte de las grandes carteras por el BTC estará acompañado de la creciente demanda de activos de reserva como el oro.
Es importante mencionar que la narrativa del oro digital se mantiene a pesar de que la correlación entre ambos activos fue prácticamente inexistente este año.
De acuerdo con el director de soluciones de activos múltiples de VanEck, David Schassler, la degradación económica es la base de su predicción positiva. El experto considera que estas condiciones permitirán el ascenso del precio del oro hasta los $5.000 por onza. Esto sería motivo para que el BTC siga la misma tendencia del metal dorado ante un aumento de la demanda por activos escasos.
Como es bien sabido, el BTC es el rey de los activos escasos, dado que tiene una escasez matemáticamente comprobada. Esto le permite constituirse como un activo ideal para resguardar riquezas ante un ambiente de corrosión de la economía.
De tal manera, el experto remarca que a pesar del rendimiento inferior al Nasdaq 100 en 2025, el 2026 será el año en el que Bitcoin experimentará una gigantesca recuperación de su precio.
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Las expectativas para el precio de Bitcoin en 2026
Pese a que el 2025 fue un año negativo para las criptomonedas en términos de rendimientos, la tesis de Bitcoin permanece intacta, destaca el analista. «A medida que se profundiza la devaluación, la liquidez regresa y el BTC históricamente responde de manera brusca», explica.
De esta manera, la combinación de varios elementos soportan la visión de Schassler. Estos incluyen la ya mencionada caída del valor del dólar, además de factores como la expansión del sector innovación. Esto último incluye la incorporación de soluciones basadas en la blockchain y las criptomonedas en el sistema financiero tradicional.
Tal escenario permite que las criptomonedas se arraiguen en el mundo financiero, lo que estimula el permanente crecimiento en su adopción. Para 2026, esto podría ser determinante, lo que explica el gran optimismo de VanEck, el cual se refleja en el hecho de que la firma continúa comprando BTC, según el propio Schassler.
El cumplimiento de agendas políticas para el próximo año también se basará en la impresión de dinero de manera inorgánica, argumenta el experto. Esto será determinante para que los grandes capitales aceleren su demanda de activos duros o escasos. Esta realidad ya se expresa en activos como el oro, la plata y el cobre, pero está pendiente en Bitcoin, y el 2026 podría ser el año en que eso se cumpla.