- Charles Edwards advierte que Bitcoin podría enfrentarse a una fuerte presión de precio si se retrasan las actualizaciones.
- Los bancos ya están avanzando hacia el cifrado post-cuántico, aumentando la exposición relativa de Bitcoin.
- Los líderes de criptomonedas siguen divididos en cuanto a urgencia, estrategias de mitigación y plazos.
La computación cuántica ha estado durante mucho tiempo en los márgenes de las discusiones sobre riesgos cripto, a menudo descartada como un desafío lejano o hipotético. Ese encuadre está siendo cuestionado ahora.
Nuevas advertencias dentro del ecosistema Bitcoin sugieren que la tecnología podría convertirse en una amenaza práctica antes de lo esperado, con implicaciones no solo para la seguridad de la red, sino también para la confianza del mercado.
A medida que los plazos se estrechan y las opiniones divergen, el debate se está desplazando de la teoría abstracta a una preparación concreta, lo que plantea dudas sobre si los actuales fundamentos criptográficos de Bitcoin están preparados para lo que viene después.
Las líneas temporales de amenaza cuántica se estrechan
La preocupación central en torno a la computación cuántica radica en su potencial capacidad para romper sistemas criptográficos ampliamente utilizados.
Para Bitcoin, esto podría significar exponer claves privadas vinculadas a direcciones públicas, permitiendo a los atacantes acceder a fondos o comprometer datos sensibles.
Hasta hace poco, la mayoría de las discusiones situaban este riesgo décadas en el futuro.
Esa suposición fue cuestionada esta semana por Charles Edwards, fundador del fondo cuantitativo de Bitcoin y activos digitales Capriole.
En una publicación de X el miércoles, Edwards sugirió que el riesgo cuántico podría volverse crítico para 2028.
Argumentó que si Bitcoin no se vuelve resistente a la cuantidad dentro de esa ventana, las consecuencias podrían ser graves tanto para la seguridad como para la estabilidad de precios.
Sus comentarios apuntaban a un plazo más limitado de lo que muchos en la industria habían supuesto.
Riesgo de precio vinculado a la inacción
Edwards vinculó el desafío técnico directamente al comportamiento del mercado.
Advirtió que no implementar una solución para 2028 podría hacer que Bitcoin se negocie muy por debajo de los 50.000 dólares y siga bajo presión hasta que se resuelva el problema.
En su opinión, la falta de urgencia proviene de la complacencia, y probablemente solo se tome medidas significativas después de que una fuerte recesión del mercado imponga el problema.
También ha indicado que cualquier parche cuántico efectivo tendría que implementarse para 2026 para evitar desestabilizar la red.
Sugirió que los retrasos posteriores a ese punto podrían desencadenar un mercado bajista prolongado y profundo impulsado por la erosión de la confianza en lugar de un único choque externo.
Por qué Bitcoin podría estar expuesto
Los escépticos de la amenaza cuántica argumentan que la tecnología sigue siendo demasiado inmadura para suponer un riesgo a corto plazo.
Señalan que los bancos, gobiernos y grandes instituciones serían los primeros en ser el objetivo, dando a Bitcoin tiempo suficiente para adaptarse.
Edwards disputa esta opinión. Ha argumentado repetidamente que Bitcoin podría ser un objetivo temprano precisamente por su diseño.
Muchos bancos e instituciones ya están migrando hacia estándares de cifrado post-cuántico, mientras que Bitcoin sigue basándose en supuestos criptográficos existentes.
Además, las transacciones fraudulentas en las finanzas tradicionales pueden ser a menudo revertidas o bloqueadas, mientras que las transacciones con Bitcoin son irreversibles una vez confirmadas, aumentando el impacto potencial de cualquier brecha.
Una respuesta cripto dividida
Las opiniones en todo el ecosistema cripto siguen muy divididas sobre la seriedad con la que Bitcoin debe tratar la amenaza cuántica.
Algunos participantes argumentan que ya existen medidas provisionales para reducir la exposición en los próximos años, ganando tiempo para diseñar e implementar mejoras más completas a nivel de protocolo.
Otros descartan el problema como exagerado, sosteniendo que la computación cuántica sigue siendo demasiado poco desarrollada para suponer un riesgo significativo para la criptografía de Bitcoin.
Desde esta perspectiva, la preocupación aumentada se considera prematura y potencialmente impulsada por narrativas más amplias que por realidades técnicas inmediatas.
Estas posiciones contrastantes subrayan una tensión no resuelta dentro de la comunidad Bitcoin.
A medida que avanzan las capacidades cuánticas, la discusión está cambiando de si la amenaza es real a la rapidez con la que Bitcoin debe adaptarse para proteger su seguridad a largo plazo.