A horas del Black Friday, la pregunta se repite en miles de grupos, chats y canales cripto: ¿Bitcoin a $90.000 es un precio de Black Friday? La respuesta parece sencilla, pero no lo es. Para entenderlo, hay que poner los números sobre la mesa y mirar el panorama completo.
Hace una semana BTC tocó un mínimo de $80.000. En los últimos 30 días cae 21%. Y en lo que va del año retrocede 3,4%. ¿Es esto un precio caro? Difícil afirmarlo. ¿Es una ganga? Tampoco se puede decir a la ligera.
Bitcoin hoy vale $90.21, con un market cap de $1,8 billones y un volumen diario superior a $66.000 millones. Una corrección profunda, sí, pero dentro de un ecosistema que sigue moviéndose como si nada se hubiera roto. Eso es lo primero que hay que entender.
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Las correcciones fuertes no son una excepción: son la regla del ciclo alcista
Bitcoin no es un activo tradicional. Lo que para una acción sería un derrumbe, para Bitcoin es un respiro. Las caídas del 20% al 30% dentro de un ciclo alcista son parte del manual histórico: 2018, 2020, 2022… en todos esos años, BTC retrocedió con violencia antes de continuar su tendencia principal.
El término «precio Black Friday» no se refiere únicamente a «barato», sino más bien a «rebajado en relación con su valor potencial futuro».
Este matiz es fundamental. Bitcoin no descendió debido a una pérdida de fundamentos, falta de adopción o un cambio en su narrativa. Su caída se debió a la toma de ganancias, ajustes macroeconómicos y a un mercado que, incluso en sus máximos históricos, continúa buscando nuevos mínimos, como si fuera un ritual necesario.
Lo importante no es el precio actual, sino lo que ese precio representa
Hoy no se discute si BTC vale $80.000, $90.000 o $100.000. Lo que se discute es si los fundamentos están intactos. Y la respuesta, al menos hoy, es sí.
- La emisión limitada sigue siendo la misma.
- La adopción institucional crece, no retrocede.
- La infraestructura global del ecosistema es más sólida que nunca.
- El contexto macro, aunque volátil, favorece a los activos escasos cuando baja el ruido.
Mientras estos pilares no cambien, el precio solo cuenta una parte de la historia.
Además, el factor psicológico pesa. Bitcoin sube despacio y baja rápido. Es parte de su naturaleza. Y esa violencia genera una ilusión: la sensación de colapso cuando, en realidad, estamos ante una corrección que entra en los parámetros típicos del activo.
¿Estamos realmente ante un precio de Black Friday para BTC?
La respuesta más honesta es la siguiente: sí, pero solo para quien entiende por qué Bitcoin corrige y por qué históricamente vuelve a recuperarse.
No es un descuento con etiquetas amarillas. Es un descuento silencioso, de esos que el mercado solo ofrece cuando muchos tienen miedo y pocos están dispuestos a mirar con perspectiva.
Si el retroceso del 21% termina siendo el último gran ajuste antes de la próxima etapa del ciclo, entonces el tiempo colocará la etiqueta correcta sobre el gráfico. Y será recién entonces cuando muchos digan lo que siempre llega tarde en este mercado: «estaba en precio de Black Friday y no lo vi».
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