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Bitcoin se mantiene cerca de los USD 112.000, atrapado en un rango de consolidación entre USD 104.000 y USD 116.000. La pregunta central para inversores institucionales y tesorerías corporativas es si este comportamiento representa una pausa saludable o el inicio de una fase de mayor contracción.
Los datos on-chain y off-chain ofrecen señales mixtas: por un lado, los inversores aprovecharon la caída reciente para acumular; por otro, los flujos institucionales vía ETFs se han enfriado.
Acumulación en el gap: soporte entre USD 108k y USD 116k
El indicador UTXO Realized Price Distribution (URPD) muestra que los compradores llenaron de forma constante el «air gap» dejado tras el máximo histórico de agosto. En la práctica, esto significa que los inversores con capital fresco aprovecharon el retroceso para posicionarse en el rango clave de USD 108.000–116.000.
Este patrón refleja una conducta constructiva de largo plazo: un claro «buy the dip» institucional. Sin embargo, no elimina el riesgo de que la consolidación se extienda o que se produzcan nuevas presiones a la baja.
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De la euforia a la fatiga
El mercado dejó atrás la fase eufórica que duró casi cuatro meses, cuando la mayoría de los inversores estaban en ganancias y el capital fluía sin freno.
La corrección de agosto rompió ese equilibrio y llevó a Bitcoin de nuevo al rango de USD 104.000 a USD 114.000, una zona que en ciclos anteriores funcionó como corredor de consolidación después de alcanzar máximos históricos.
Hoy, el escenario está marcado por dos puntos críticos:
- Debilidad: si el precio cae por debajo de USD 104.000, se repetirían fases de agotamiento vistas en otros ciclos.
- Fortaleza: si recupera y sostiene los USD 114.000–USD 116.000, se confirmaría que la demanda retoma el control y abre espacio para una nueva tendencia alcista.
La presión sobre los holders de corto plazo
La caída hasta los USD 108.000 golpeó con fuerza a los compradores de corto plazo: la proporción de ellos en ganancias se desplomó del 90% al 42%, un nivel que refleja fuerte estrés en el mercado. Tras el rebote a USD 112.000, ese indicador mejoró hasta el 60%, lo que devuelve cierta estabilidad, pero todavía sin convicción.
El punto de validación es claro: solo si el precio recupera y se sostiene sobre los USD 114.000–USD 116.000, más del 75% de los compradores recientes volverían a estar en ganancias, lo que reactivaría la confianza y abriría la puerta a un nuevo impulso alcista.
Señales off-chain: futuros y ETFs en pausa
El mercado de futuros refleja un funding neutral, con USD 366.000 por hora, lejos de los excesos de más de USD 1 millón vistos en marzo y diciembre de 2024. Una caída por debajo de los USD 300.000 confirmaría un debilitamiento en la demanda especulativa.
En paralelo, los flujos de ETFs spot se han desacelerado:
- En Bitcoin, de más de 3.000 BTC diarios en abril a apenas 540 BTC en promedio.
- En Ethereum, el enfriamiento es aún más claro: de 56k–85k ETH diarios en julio a menos de 17k ETH en la última semana.
La diferencia estructural es clave: mientras que en Bitcoin los ETFs reflejaron sobre todo demanda direccional spot, en Ethereum una parte importante fue arbitrada con estrategias cash-and-carry.
Lo que importa para la mesa
- Escenario alcista: recuperar y sostener los USD 114k–USD 116k → restaura la rentabilidad de los STH y reabre la puerta a un nuevo impulso.
- Escenario bajista: perder los USD 104k → activaría una fase de agotamiento post-ATH, con riesgos de retroceso hacia USD 93k–95k.
- Lectura ejecutiva: los próximos movimientos dependerán más de la solidez del capital institucional (ETFs y futuros) que de la actividad minorista.