La caída del mercado de valores en Estados Unidos, provocada por la política arancelaria del presidente Donald Trump, golpeó con fuerza a los principales índices bursátiles. La mayoría de los mercados sufrieron las consecuencias, incluyendo el de las criptomonedas.
Pero mientras Nasdaq y S&P 500 sufrieron fuertes caídas, bitcoin se ha mantenido en un precio más o menos estable. Esto, a pesar de que se desplomó brevemente tras el anuncio de Trump, para luego recuperar su impulso.
De esta forma lo muestran los datos:
- Nasdaq cayó casi 5,5%, registrando una de sus peores pérdidas diarias desde el año 2000; el S&P 500 retrocedió cerca de 5%. Los cálculos apuntan así que las bolsas tuvieron pérdidas por el orden de los de 3,5 billones de dólares.
- Bitcoin, por su parte, cerró la jornada con una suba de 0,7% y avanzó el viernes hasta recuperar el nivel de los USD 84.000.

En ese sentido, el analista Caleb Franzen destacó la fortaleza de bitcoin frente al S&P 500 y subrayó su capacidad para mantenerse sobre la media móvil de 200 días, en un contexto de alta aversión al riesgo.
Tal hecho ocurre en un escenario donde la correlación entre BTC y los activos tradicionales tiende a ser elevada a largo plazo. Tal como ha informado CriptoNoticias, es un hecho notorio desde los tiempos de la pandemia de Covid en 2020.
Esto ha llevado a los expertos a debatir sobre el rol de la moneda digital en las carteras de inversión, pues mientras algunos sostienen que la creación de Satoshi Nakamoto es un activo de riesgo, otros recalcan su potencial como refugio de valor.
Este último discurso se sostiene desde su creación, tomando en cuenta que la moneda digital fue ideada para ser independiente del sistema financiero tradicional. Usualmente, cuando otros activos se hunden, bitcoin ofrece refugio contra la tormenta.
Las cosas comenzaron a cambiar un poco en los últimos años, a medida que la creación de Satoshi Nakamoto ha ido ganando el interés de inversionistas tradicionales, grandes empresarios y políticos. Bitcoin se inserta en la dinámica financiera global.
«Ha cotizado más como otro activo de riesgo durante los últimos años y la correlación con las acciones sigue siendo alta a pesar de la desviación de estos últimos dos días», observa el equipo de Bloomberg.
De hecho, antes de 2020, la correlación de bitcoin con las acciones tradicionales se mantenía por debajo del 20% o incluso en valores negativos, lo que implicaba un desacoplamiento casi total entre esas dos categorías de productos financieros.
El crecimiento de la correlación tiene que ver con el hecho de que bitcoin se ha hecho cada vez más sensible a las decisiones de la Reserva Federal estadounidense (Fed), a las variables macroeconómicas y a la dinámica geopolítica mundial.
Sin embargo, cuando se compara el retorno del precio de bitcoin con el de las acciones, este último suele ser considerablemente menor en comparación a la moneda digital. Un hecho que ha sido resaltado por analistas como los investigadores de River.
Es con base en esta capacidad de apreciación a largo plazo que bitcoin también se compara con el oro. De ahí que lo califiquen como «oro digital».
En todo caso, el debate sigue abierto. Usuarios de redes sociales hacen sus propios análisis y evalúan este doble rol de bitcoin. Los próximos movimientos del precio siguen siendo un tanto inciertos en el escenario previsto con la guerra de aranceles lanzada por Trump.
Aunque, a diferencia de que sucede con las acciones de las empresas, el hecho de que BTC y las demás criptomonedas no estén sujetas directamente al cobro de aranceles es un buen indicador.