Esta semana, el precio de bitcoin (BTC) ha sido una montaña rusa que ha mantenido a traders, hodlers y observadores con los ojos bien abiertos.
Bitcoin comenzó rondando los 84.000 dólares, coqueteó con la posibilidad de alcanzar los 90.000 y, de repente, se desplomó hasta acercarse a los 80.000 tras los últimos anuncios arancelarios de Donald Trump.
¿Qué está pasando? Desglosemos cinco claves fundamentales para entender este vaivén.
1) Donald Trump intensifica la guerra de aranceles
El gran protagonista de esta semana ha sido el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, quien, fiel al estilo proteccionista de su movimiento «MAGA – Make America Great Again«, anunció una nueva ronda de aranceles «recíprocos» que han sacudido los mercados globales.
Tal como CriptoNoticias lo reportó, el 2 de abril, desde el Jardín de las Rosas de la Casa Blanca, Trump detalló su plan que incluye aranceles a decenas de países entre los que se incluye toda Latinoamérica, la Unión Europea, Canadá y China.
Su argumento es simple: equilibrar la balanza comercial de Estados Unidos frente a lo que él considera prácticas desleales de otros países que venían perdurando por décadas.
Estos anuncios no son un hecho aislado. Desde febrero, Trump ya había firmado órdenes para imponer aranceles a Canadá, México y China, lo que generó una primera ola de volatilidad.
Ahora, con esta escalada, los mercados han reaccionado con nerviosismo pues se están rompiendo «reglas de juego» que —sin importar si eran justas o injustas— habían perdurado por varias décadas.
El temor a una guerra comercial global se instaló. Para bitcoin, este contexto macroeconómico es fundamental, porque aunque no está directamente vinculado al comercio internacional, sí siente el impacto de la incertidumbre que estas medidas desatan.
2) Los activos «de riesgo» se ven perjudicados
Cuando Trump aprieta el botón de los aranceles, los inversionistas tienden a correr hacia refugios seguros: el dólar, el oro o los bonos del Tesoro.
Esto deja a los llamados «activos de riesgo» —acciones, bitcoin, criptomonedas, mercados emergentes— en una posición vulnerable. Esta semana no fue la excepción. Tras el anuncio del 2 de abril, las acciones estadounidenses tuvieron caídas.
Incluso el oro, que había tocado récords la semana anterior, cayó levemente por la fortaleza del dólar, tal como se ve en la imagen a continuación.
El razonamiento es este: los aranceles encarecen los bienes importados, lo que puede disparar la inflación en Estados Unidos y, a su vez, forzar a la Reserva Federal a reconsiderar su política de recortes tasas de interés.
Si las tasas suben (o permanecen altas por varios meses), los activos «de riesgo» se vuelven menos atractivos, porque los inversionistas prefieren la seguridad de los rendimientos garantizados.
Bitcoin, que había estado flotando cerca de los 84.000 dólares a principios de semana, no pudo escapar de esta dinámica y comenzó a tambalearse cuando los mercados tradicionales mostraron signos de debilidad.
3) Bitcoin es considerado, en general, como un activo de riesgo (aunque realmente no lo sea)
Aquí entra un debate interesante. Bitcoin suele ser etiquetado como un activo de riesgo por su alta volatilidad, su corta edad y su correlación histórica con mercados como el Nasdaq o el S&P 500.
Esta semana, cuando los aranceles de Trump golpearon las bolsas, bitcoin cayó de su pico de 87.000 dólares el martes a un mínimo cercano a los 80.000 dólares el jueves. Las criptomonedas tuvieron, en general, caídas mucho mayores a las de bitcoin.
Pero, ¿es esto justo? Hay quienes argumentan que bitcoin no debería encajar en esa categoría. A diferencia de las acciones, no depende de flujos de caja corporativos ni de políticas comerciales directas. Su oferta está limitada por diseño —con el halving de abril de 2024 reduciendo aún más la emisión— y su narrativa como «oro digital» lo posiciona como un potencial refugio frente a la inflación o la devaluación del dólar.
Sin embargo, en la práctica, los inversionistas institucionales, que ahora dominan gran parte del mercado, lo tratan como un activo especulativo. Hasta que esa percepción cambie, bitcoin seguirá bailando al ritmo de los mercados de riesgo, como vimos esta semana.
4) Todavía se esperan repercusiones internacionales ¿Cómo irán respondiendo otros países?
Los aranceles de Trump no son un juego unilateral; el mundo está mirando y preparando respuestas. CriptoNoticias reportó esta mañana que China ya está «contraatacando» con un incremento en sus aranceles a importaciones estadounidenses.
Estas reacciones tendrán consecuencias. Si la guerra comercial se intensifica, la inflación global podría dispararse, afectando el poder adquisitivo y empujando a los bancos centrales a ajustar sus políticas.
Para bitcoin, esto es una moneda de doble cara: por un lado, la incertidumbre podría hundir aún más los activos de riesgo; por otro, una depreciación del dólar o una crisis económica podrían reforzar su atractivo como reserva de valor.
Esta semana, el desplome a 80.000 dólares reflejó el primer escenario, pero el segundo aún está en el horizonte, dependiendo de cómo jueguen sus cartas los líderes mundiales en los próximos días.
5) Bitcoin está resistiendo bastante bien
A pesar del susto, bitcoin ha mostrado una resiliencia notable. No se hundió por debajo de soportes clave como 80.000 dólares. Comparado con caídas pasadas esta corrección ha sido moderada, al menos por ahora.
Hay razones para el optimismo. Primero, las políticas pro-criptomonedas de Trump, como la reserva estratégica de bitcoin, siguen en el radar.
Segundo, las condiciones macroeconómicas, como la reducción de tasas de la Fed prometidas para lo que resta del año continúan siendo vientos de cola.
Tercero, la capitalización creciente de las stablecoins ofrece estabilidad al ecosistema criptomonedas.
A todo esto debe sumársele la oferta monetaria a nivel mundial que sigue rompiendo máximos históricos, tal como se ha reportado en este portal informativo (y no es casualidad que el precio de bitcoin vaya correlacionado con esta oferta, como se ve en la imagen a continuación).
Si los aranceles no escalan más allá de lo anunciado y los mercados se ajustan, bitcoin podría retomar su camino hacia los 90.000 dólares, para luego ir por más. El repunte, entonces, podría estar a la vuelta de la esquina.