Imagina una bola de cristal que, días antes de las elecciones presidenciales de Estados Unidos en 2024, con bitcoin (BTC) cotizando a 69.000 dólares, te revela un futuro inesperado: Donald Trump, defensor de bitcoin y las criptomonedas, gana la presidencia, el Senado se alinea con su visión y 54 congresistas “anticripto” pierden sus escaños.
Lo que parecía una predicción audaz se ha convertido en realidad en solo unas pocas semanas desde que Trump asumió el cargo en enero de 2025.
Ahora, Pantera Capital, una firma de inversiones con trayectoria en el sector, asegura que el mercado aún no refleja el impacto total de estos cambios.
Un giro político que sacude el tablero
Desde su llegada a la Casa Blanca, Trump ha impulsado una agenda ambiciosa para los activos digitales. Entre sus primeras medidas, está la formalización de una Reserva Estratégica de bitcoin y otras criptomonedas.
Esta iniciativa incluye la creación de un tesoro nacional dividido en dos: uno exclusivo para bitcoin y otro para criptomonedas decomisados. La orden establece que los bitcoin incautados por agencias federales, en lugar de ser liquidados como ocurría antes, se almacenarán indefinidamente.
Trump apuesta por una visión de largo plazo, donde bitcoin, con su límite de 21 millones de monedas, se convierte en un pilar estratégico para la economía estadounidense.
A esto se suma un cambio radical en la postura regulatoria. En las últimas semanas, la Comisión de Bolsa y Valores de Estados Unidos (SEC) ha desestimado casos clave contra actores de la industria.
El 21 de febrero, el personal de la SEC acordó retirar la demanda contra Coinbase, acusada de operar como plataforma de valores no registrada, decisión que aguarda la aprobación de los comisionados. Tres días después, el 24 de febrero, la investigación sobre la división de criptomonedas de Robinhood concluyó sin medidas coercitivas. Estos movimientos marcan un antes y un después en la relación entre el gobierno y el sector de los activos digitales.
La Casa Blanca abre sus puertas a bitcoin
Otro hito llegó el pasado 7 de marzo con la primera cumbre de criptomonedas en la Casa Blanca. El evento reunió a líderes de la industria —fundadores, CEO e inversionistas— junto a miembros del Grupo de Trabajo del Presidente sobre Activos Digitales.
«Todo esto ocurrió en apenas diez semanas desde que Trump asumió el gobierno», señala Cosmo Jiang, gestor de portafolio de Pantera Capital.
Para Jiang, estos avances representan una señal clara, el mercado de bitcoin está a punto de reaccionar. «Me parece que los mercados aún no han incorporado en sus precios los avances más positivos», afirma el empresario.
Jiang compara el crecimiento actual con la tendencia histórica: «La tasa de crecimiento anual compuesta de doce años del Fondo Pantera Bitcoin es del 83%. Habría subido casi lo mismo de forma natural. Si viera estos eventos en una bola de cristal antes de las elecciones, diría que bitcoin subiría mucho más que el 24% que hemos visto hasta ahora».
Proyecciones que desafían los límites
El optimismo no se limita a Pantera. Analistas del sector proyectan un 2025 prometedor para bitcoin. Como lo ha reportado CriptoNoticias, Iván Paz Chain estima que el precio podría alcanzar los 140.000 dólares, mientras que Bernstein apunta a 200.000 dólares. Michael Saylor, presidente de Strategy, eleva la apuesta a 180.000 dólares antes de una eventual corrección. Aunque las cifras varían, hay consenso en que el ciclo alcista está lejos de agotarse.
¿Qué impulsa estas expectativas? Bitcoin combina características únicas: su escasez, con un tope de 21 millones de unidades, lo posiciona como una reserva de valor sólida. Además, su resistencia a la censura y su naturaleza confiscable lo hacen atractivo en tiempos de inestabilidad, cuando algunos gobiernos han recurrido a los fondos de los ciudadanos para cubrir déficits.
Por si fuera poco, ofrece discreción, no es anónimo por defecto, pero permite privacidad a quienes toman medidas para proteger sus transacciones.
Mientras el gobierno de Trump redefine el panorama de bitcoin y las criptomonedas, el mercado observa con cautela. Los eventos recientes —desde la creación de reservas estratégicas hasta el giro de la SEC— sugieren que Bitcoin podría estar en la antesala de un nuevo capítulo.