La deuda pública de Estados Unidos, que ya ha superado los 35 billones de dólares, representa una amenaza para la estabilidad de los mercados financieros debido a su rápido crecimiento. En este contexto, bitcoin (BTC) ha surgido como un actor cada vez más relevante en las finanzas tradicionales, especialmente tras el compromiso del recién electo presidente Donald Trump de establecer una reserva estratégica de la moneda digital más fuerte del mercado.
La propuesta de incluir a bitcoin como parte del tesoro de Estados Unidos desató una especie de fiebre por seguir el modelo que ya implementa El Salvador de la mano de Nayib Bukele. Así que los estados de Pensilvania, Florida, Texas y otros anunciaron legislaciones para tener una reserva de la moneda digital. Y lo mismo está sucediendo en países como Rusia, Japón y Brasil.
Conforme a ello, la pregunta que queda en el aire es: ¿realmente una reserva estratégica de bitcoin para Estados Unidos beneficiaría económicamente al país? La respuesta puede necesitar mucho tiempo para conocerla. Esto debido a que se trata de un proceso complejo que requiere considerar una amplia gama de factores, muchos de los cuales son inciertos y están sujetos a cambios, como la aprobación de las leyes o factores macroeconómicos. Por lo tanto, es probable que tome varios años antes de que se pueda tener una visión clara y completa de los impactos de esta medida.
Sin embargo, Matthew Sigel, director de investigación de activos digitales de VanEck, tiene una idea de cómo una reserva de bitcoin podría impactar en la creciente deuda nacional estadounidense. Así que, según los cálculos del analista, será en 2025 cuando el Tesoro de los Estados Unidos comenzará la compra de 1 millón de bitcoins en un período de cinco años a un precio promedio de 250.000 dólares por cada moneda.
Esto está en línea con la propuesta que la senadora Cynthia Lummis presentó en noviembre pasado cuando planteó que Estados Unidos venda parte de sus reservas de oro para financiar la compra de 1 millón de bitcoin, lo que representa aproximadamente el 5% de la oferta total de BTC en circulación.
En todo caso, en el escenario hipotético de Sigel, la deuda de Estados Unidos crecería a un ritmo anual del 5%. Quiere decir con ello que la cifra llegaría a un total aproximado de 120 billones para 2049.
Al mismo tiempo, Sigel calcula que, en lo sucesivo, el crecimiento anual de bitcoin será del 25%, una cifra mucho más modesta con respecto al rendimiento de 146% que la moneda digital experimentó en los últimos 12 meses. Así que con una reserva con 1 millón de BTC, el valor de este tesoro alcanzaría los 50 billones de dólares para 2049, lo que representaría más del 44,4% de la deuda nacional proyectada.
Bajo este argumento, Sigel arroja su perspectiva de cómo es que bitcoin puede servir como un contrapeso efectivo al creciente déficit fiscal de Estados Unidos, fortaleciendo la seguridad económica del país.
Un tesoro en bitcoin, ¿a quién beneficia realmente?
¿Quién realmente se beneficia con una reserva de bitcoin para Estados Unidos? Esa es la pregunta que se hace el economista venezolano Daniel Arraez, quien ha seguido la evolución de bitcoin desde sus primeros días en 2012. A él le preocupa la ambigüedad regulatoria con que el gobierno estadounidense ha tratado a la moneda digital, definiéndola de manera conveniente como dinero en algunas ocasiones, pero también como mercancía o valor en otras, según la agencia gubernamental de turno.
Arraez recuerda el exitoso experimento de El Salvador, que adoptó a bitcoin como moneda de curso legal, logrando atraer capital extranjero y posicionarse como un caso de estudio para la región. Sin embargo, subraya una diferencia crucial, como es el hecho de que el país centroamericano no emite la moneda de reserva mundial, como sí lo hace Estados Unidos.
En ese sentido, para Arraez, la intención detrás de una reserva de bitcoin de Estados Unidos podría ser estratégica, apuntando a retirar una parte significativa de BTC del mercado, con el objetivo de fortalecer o recuperar la hegemonía global del dólar.
«Para ellos [ Estados Unidos], es una situación ganar-ganar. Ya sea por la apreciación de bitcoin o por la salida de circulación de este en los mercados globales, cualquier resultado es de provecho para ellos a nivel macroeconómico. A nivel individual, el carácter de escasez de bitcoin se va a sentir mucho más, y lo que estamos viendo hoy sobre el rally de bitcoin es un abreboca de la acción de precio que podemos esperar de llegar a consolidarse esta reserva en Estados Unidos».
Daniel Arráez, bitcoiner y economista venezolano.
Esta dualidad, según el bitcoiner venezolano, representa una ventaja macroeconómica para el país, aunque a nivel individual, podría intensificar la escasez de bitcoin, presionando aún más su precio, como se ha empezado a observar recientemente.
Arraez también advierte sobre lo prematuro que puede resultar hacer cualquier pronóstico definitivo acerca de los beneficios o pérdidas derivados de esta reserva de bitcoin sin conocer a fondo las políticas y mecanismos que la acompañarán. «Es muy temprano para aventurarse en pronósticos sin más detalles sobre cómo funcionará esta reserva y qué otras medidas se implementarán», concluye.
Por ello, el economista invita a una reflexión más profunda sobre la política de criptomonedas que podría implementar Estados Unidos, sugiriendo que, más allá de la euforia inicial, es crucial examinar quiénes son los verdaderos beneficiarios de tales decisiones a largo plazo.
La adopción de una reserva estratégica de bitcoin por parte de Estados Unidos podría ser vista como un reconocimiento de la creciente importancia de la moneda digital en el panorama financiero global, pero también podría desencadenar una nueva era de políticas monetarias donde la descentralización y la innovación tecnológica jueguen un papel más crucial. Mientras tanto, la comunidad que gira en torno a bitcoin se mantiene atenta a cómo se desarrollan estas políticas, ya que las decisiones tomadas tienen el poder de moldear el futuro económico de Estados Unidos y del mundo en las próximas décadas.