Las criptomonedas pisan el freno. El bitcoin (BTC) sigue a la baja tras llegar a caer por debajo de los 65.000 dólares este martes, aunque parece haber conseguido estabilizarse ligeramente por encima de los 66.000 dólares. El ethereum (ETH) también ha caído con ganas en la última jornada, llegando a retroceder hasta los 3.205 dólares, aunque en estos momentos supera los 3.300.
Los movimientos en el resto de las 'altcoins' son muy similares. La solana (SOL) destaca al subir un 2,6% en las últimas 24 horas, pero el resto de criptomonedas alternativas se tiñen de rojo: XRP, dogecoin (DOGE) y toncoin (TON) se dejan más de un 2%, mientras que cardano (ADA) pierde casi un 2% y avalanche (AVAX) cede por encima del 1%.
Asimismo, los datos de Coinglass muestran que se han liquidado más de 245 millones de dólares en posiciones largas en las últimas 24 horas, con 60 millones de dólares en posiciones en BTC. "Se cree que instituciones y ballenas han comprado más de 12.000 bitcoins, la mayoría de los cuales estaban en Coinbase y Kraken, y luego los han trasladado a monederos privados. También se cree que los pequeños inversores siguen aprovechando cada subida para tomar beneficios, mientras que los ricos compran cada caída, lo que explica la reciente volatilidad e inestabilidad del precio", explica Rania Gule, analista de mercados de XS.com.
Los analistas señalan que el repunte del bono del Tesoro estadounidense a 10 años hasta el 4,4%, máximo de las últimas dos semanas, así como los recientes máximos históricos del oro han reducido de forma notable el apetito por el riesgo de los inversores. ¿Los motivos? Una inflación bastante pegajosa y unos datos macroeconómicos que muestran que la economía es resiliente, como muestran los datos del PMI manufacturero de EEUU, que fue mejor de lo esperado al registrar su primera expansión desde septiembre de 2022.
Estos factores han empujado a los inversores a creer que la Reserva Federal (Fed) no será tan ambiciosa en su programa de recortes de tipos de interés como se pensaba. En este sentido ha apuntado Loretta Mester, presidenta de la Fed de Cleveland, quien ha reconocido que no espera que haya bajadas en la reunión que el banco central estadounidense celebrará entre el 30 de abril y el 1 de mayo. "El camino real de la política dependerá de cómo evolucione realmente la economía", ha advertido.
Por otro lado, Ángel Luis Quesada, CEO y cofundador de Onyze, señala que el "principal factor" que puede provocar un cambio de tendencia en el precio del bitcoin son los fondos cotizados (ETF, por sus siglas en inglés) al contado de EEUU. "Concretamente, en el momento en el que empiece a bajar el volumen de ingresos diarios que estos reciben", apunta. Y podría estar pasando ya.
De acuerdo con el último informe de CoinShares, los productos de inversión en criptomonedas registraron entradas de algo más de 940 millones de dólares en la última semana tras experimentar flujos de salida de 931 millones en la semana anterior. "Aunque esta recuperación es alentadora, la actividad de los ETF se está ralentizando, con un volumen de operaciones diario de 5.400 millones de dólares, un 36% menos que el máximo alcanzado hace tres semanas, aunque sigue estando muy por encima de la media de 347 millones de dólares de 2023, lo que implica que la expectación inicial del mercado se está enfriando", afirman estos analistas.
Por otro lado, el optimismo en torno al cuarto 'halving' parece estar disipándose. El proceso, que reduce a la mitad las recompensas de la red bitcoin, ha coincidido históricamente con ciclos alcistas para la criptomoneda reina, aunque en esta ocasión los expertos creen que puede estar bastante descontado.
"Es posible que esta reducción a la mitad en la emisión de nuevos bitcoins suponga un menor impacto sobre el mercado que en anteriores ocasiones, pero lo que es seguro es que su efecto no pasará desapercibido para los inversores. Por otro lado, y a algo más de medio plazo, también prevemos que puede haber una corrección en los próximos meses, como suele haber en todos los mercados cuando los inversores dan paso a liquidar sus beneficios obtenidos; reduciendo así los niveles de demanda e incrementando el volumen de oferta de estos activos en el mercado", sentencia Quesada.