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Bitcoin: ¿Por qué los hodlers a largo plazo tienen el poder?

source-logo  es.cointelegraph.com 23 Octubre 2023 10:56, UTC

¿Qué es lo que compras cuando inviertes en Bitcoin? ¿Un trozo de metal? ¿Un papel? ¿Un certificado? No, nada de eso. Lo que, en realidad, compras es el poder de mover unos códigos, gracias a una clave privada, de una dirección a otra en una base de datos pública y descentralizada. Y si conservas esos códigos por mucho tiempo, tienes el honor de ser llamado un “holder a largo plazo”.

Pero, ¿cómo sabes cuánto valen tus códigos? ¿Los pesas? ¿Los mides? ¿Los cuentas? Tampoco. Lo que haces es mirar el precio de Bitcoin en dólares en este momento en los principales exchanges y luego multiplicar por la cantidad de códigos que tienes. Por ejemplo, si tienes 3 bitcoins y el precio actual es de 30,000 dólares, tu patrimonio sería de 90,000 dólares. ¡Nada mal!

Pero, ¿quién dicta ese precio? ¿El gobierno? ¿El banco central? ¿El creador de Bitcoin? No, ninguno de ellos. El precio lo dicta la oferta y la demanda de cada día. Eso quiere decir que el valor de tus códigos depende de lo que la gente esté dispuesta a pagar por ellos en cada momento. Y eso puede cambiar mucho de un día para otro, o incluso de un minuto para otro.

Entonces, ¿qué pasa si un día decides vender tus códigos y nadie quiere darte ni un centavo por ellos? Pues que te quedas con unos códigos muy bonitos, pero muy inútiles. Eso significa que las ganancias o pérdidas que ves en tu pantalla son solo potenciales, no reales. Hasta que no vendas tus códigos, no sabrás cuánto has ganado o perdido realmente.

¿Qué significa ser un hodler de Bitcoin? ¿Es una forma de vida, una filosofía o una estrategia de inversión? Pues según los datos de Glassnode, una empresa de análisis de datos de criptomonedas, cada vez hay más personas que se consideran hodlers, es decir, que mantienen sus bitcoins a largo plazo sin venderlos.

Según Glassnode, más del 76% de la oferta disponible de BTC está guardada en almacenamiento a largo plazo. Esto quiere decir que los hodlers controlan más del mercado que nunca en la historia de Bitcoin. Y eso tiene unas implicaciones muy interesantes para el precio y la escasez de la criptomoneda.

Charles Edwards, fundador de Capriole Investments, un fondo de inversión cuantitativo de Bitcoin y activos digitales, explicó en un tuit el 18 de octubre que este récord supera al que se estableció en 2015. Y añadió: “Menos oferta líquida significa que las mismas personas están pujando por menos monedas. Tú has las cuentas”.

Edwards se refiere a la ley de la oferta y la demanda, que dice que cuando hay menos oferta de un bien y la demanda se mantiene o aumenta, el precio sube. Y eso es lo que podría pasar con Bitcoin si los hodlers siguen acumulando y no venden sus monedas.

Además, Edwards señaló que la demanda de Bitcoin ha aumentado bastante desde 2015, lo que debería poner aún más presión al alza sobre el precio para este ciclo. Y recordó que nunca hemos tenido la oferta de Bitcoin tan restringida antes de un halving.

El halving es el evento que ocurre cada cuatro años aproximadamente y que reduce a la mitad la recompensa por bloque que reciben los mineros por validar transacciones en la red de Bitcoin. Esto hace que haya menos bitcoins nuevos en circulación y aumenta su escasez.

Ahora bien, si eres de los que compraron criptomonedas hace años, cuando nadie sabía lo que eran, probablemente estés muy contento ahora. Aunque el precio haya bajado mucho últimamente, todavía tienes unas ganancias no realizadas enormes. Solo tienes que vender una pequeña fracción de tu cartera para sentirte muy satisfecho con tu inversión. Te sientas frente a tu computadora, ves tus códigos y su precio en dólares y te sientes rico. Te ríes de los que te decían que estabas loco por meter tu dinero en algo tan volátil e incierto.

Pero si eres un inversor más reciente, la historia es diferente. Los que compraron en el último boom alcista, cuando todo el mundo hablaba de las criptomonedas y parecía que solo podían subir, lo más probable es que estés en rojo. Y cuando estás en rojo, es más difícil tener la voluntad de esperar a que el mercado se recupere. La tentación de vender, asumir las pérdidas y simplemente usar ese dinero en otras inversiones más estables o predecibles es muy alta. Debido a esta realidad, los holders a largo plazo y los traders a corto plazo divergen en su compromiso con las criptomonedas.

Los primeros confían en el potencial a largo plazo de esta tecnología y no se dejan llevar por las fluctuaciones del mercado. Los segundos buscan aprovechar las oportunidades de ganar dinero rápido y se arriesgan a perderlo todo si no aciertan el momento adecuado para entrar y salir.

Ahora bien, Bitcoin es un activo digital que se creó en 2009 por un misterioso personaje llamado Satoshi Nakamoto. Su principal característica es que tiene un límite de 21 millones de unidades, lo que significa que no se pueden crear más bitcoins. Esto hace que sea una moneda escasa.

Pero también tiene sus inconvenientes. Al ser una moneda limitada, muchos de sus poseedores prefieren guardarla y no gastarla, esperando que su precio suba cada vez más. Esto beneficia a los que compraron bitcoins cuando eran baratos, hace años, y ahora son millonarios. Pero también perjudica a los que llegaron tarde o no tienen suficientes bitcoins. Ellos se quedan con las ganas.

Además, al haber pocos bitcoins en circulación, el mercado está dominado por unos pocos individuos o grupos que tienen mucho poder sobre el precio. Ellos pueden manipular el mercado a su antojo, haciendo subir o bajar el precio según les convenga. Esto crea mucha volatilidad e incertidumbre para los demás usuarios.

Debemos tener en cuenta que cuando solo una minoría está satisfecha y la mayoría está descontenta, se puede generar mucho resentimiento. Así, los que pierden pueden optar por dejar de favorecer a los que ganan y simplemente buscar otras opciones. El precio, en consecuencia, puede bajar… Los que mantienen a largo plazo pueden quedarse con las manos vacías. Esperaron y esperaron mucho tiempo y tuvieron ganancias impresionantes que no concretaron. Pero al final, sin compradores, el código no tiene mucho valor.

Aclaración: La información y/u opiniones emitidas en este artículo no representan necesariamente los puntos de vista o la línea editorial de Cointelegraph. La información aquí expuesta no debe ser tomada como consejo financiero o recomendación de inversión. Toda inversión y movimiento comercial implican riesgos y es responsabilidad de cada persona hacer su debida investigación antes de tomar una decisión de inversión.

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