La inversión institucional en XRP vuelve a ser tema central tras nuevas proyecciones que sugieren un posible shock de demanda en el activo. Según el analista Robert Doyle, los escenarios de entrada masiva muestran cifras que incluso inversionistas experimentados consideran sorprendentes, especialmente si los ETF continúan absorbiendo liquidez al ritmo actual.
El análisis indica que la combinación de regulaciones inminentes, flujos crecientes y nueva demanda institucional podría intensificar el impacto sobre la oferta circulante. Para entender por qué estas cifras están generando tanta atención, revisemos los datos y el contexto del mercado.
¿Qué implica la inversión institucional en XRP y por qué podría alterar la oferta disponible?
La inversión institucional en XRP se refiere al ingreso de capital a gran escala mediante vehículos regulados como ETF y fondos especializados. Este tipo de demanda es significativa porque puede absorber grandes volúmenes del activo en plazos muy cortos, limitando la oferta disponible para el mercado minorista.
Doyle explica que los cálculos recientes basados en estimaciones de Chad Steingraber muestran un posible flujo inicial de hasta 57 millones de XRP en un solo día por parte de 21Shares XRP ETF, equivalente a 125 millones de dólares al precio de referencia de 2.20 dólares. Al mantener ese ritmo, el fondo podría adquirir hasta 7,000 millones de XRP al año.
Franklin Templeton podría comenzar con entradas diarias equivalentes a 91 millones de XRP y acumular 5,600 millones anuales, mientras que WisdomTree rondaría los 4,000 millones.
Estos números ilustran el peso que los ETF pueden ejercer en un mercado donde la liquidez efectiva se estima entre 30,000 y 35,000 millones de XRP según proyecciones recientes compartidas durante las últimas 24 horas.
El análisis destaca que, sumados, los 7 ETF más grandes podrían adquirir 22,000 millones de XRP en un año y hasta 40,000 millones si doce fondos operaran al mismo ritmo.
Doyle afirma que este volumen supera la cantidad disponible para negociación activa, lo que implicaría una presión de compra capaz de eliminar ofertas en rangos de 2 a 3 dólares y empujar el precio mucho más arriba.
“Estas cifras son una auténtica locura, pero demuestran la magnitud de lo que podría suceder si las instituciones realmente se involucran con XRP”, resaltó el analista.
El papel del contexto regulatorio y los flujos recientes hacia productos de XRP
La entrada institucional no ocurre en el vacío. Doyle señala que el reciente lanzamiento del ETF de Canary Capital captó 128 millones de dólares en cuatro días, lo que contribuyó a un total de 276 millones en flujos combinados hacia productos vinculados a XRP este mes.
Este ingreso se produjo mientras inversores retiraban cientos de millones de ETF de Bitcoin, generando una rotación hacia ETH, XRP y Solana.
En el frente regulatorio, el rol de figuras como Brian Armstrong en el Congreso y el avance de proyectos legislativos que podrían aprobarse antes de diciembre de 2025 sugieren que un marco más estable está en camino. Según Doyle, la claridad legal atraería más capital institucional y facilitaría la expansión de fondos basados en XRP.
El analista también menciona que modelos de activos tokenizados, como la reciente emisión de un bono municipal respaldada por Bitcoin en New Hampshire, podrían replicarse fácilmente con XRP, abriendo nuevas vías de uso institucional.
Para Doyle, este conjunto de señales apunta a un mercado preparado para un cambio estructural si los ETF mantienen su ritmo de acumulación.
En resumen
El escenario planteado por Doyle muestra que la inversión institucional en XRP tiene el potencial de redefinir la relación entre oferta y demanda del activo. La posible absorción de gran parte del float líquido implicaría una presión al alza difícil de ignorar para cualquier participante del ecosistema.
Aunque los cálculos representan escenarios teóricos, sirven para ilustrar cómo el aumento del interés institucional podría desencadenar un nuevo capítulo para XRP. Los inversionistas deberán observar con atención los flujos hacia los ETF y la evolución del entorno regulatorio durante los próximos meses.