Las criptomonedas tratan de aguantar el tipo en un momento complicado en el mercado. El bitcoin (BTC) repunta con moderación y trata de alcanzar los 111.000 dólares, mientras que el ethereum (ETH) continúa cayendo y en estos momentos pone en peligro los 4.300 dólares.
Signo mixto en el resto de 'altcoins'. XRP sube alrededor de un 1%, mientras que solana (SOL) registra alzas del 2% en las últimas 24 horas. Dogecoin (DOGE) y cardano (ADA) cotizan con repuntes algo más moderados. Llaman la atención las subidas de alrededor del 4% en bitcoin cash (BCH) y avalanche (AVAX). En el lado de las caídas, ninguno de los grandes tokens cotiza con descensos notables.
Estos movimientos se producen en un momento de elevada incertidumbre en las bolsas mundiales debido al repunte de las rentabilidades de los bonos. El principal motivo de preocupación es fácil de ver: los inversores están inquietos por el tamaño de la deuda en numerosos países, desde Japón a Estados Unidos, pasando por Reino Unido o Francia.
En Estados Unidos, el principal foco de preocupación tiene que ver con los aranceles del presidente Donald Trump. A finales de la pasada semana, un tribunal de apelaciones dictaminó que la mayoría de las tarifas impuestas son ilegales.
En concreto, por 7 votos a favor y 4 en contra, el Tribunal de Apelaciones del Circuito Federal de EEUU rechazó el argumento de Trump de que los aranceles estaban permitidos en virtud de una ley de poderes económicos de emergencia, afirmando que son "inválidos por ser contrarios a la ley". "El poder central del Congreso para imponer impuestos como los aranceles está conferido exclusivamente a la rama legislativa por la Constitución", señaló el tribunal.
Si finalmente Trump se ve obligados a retirar los aranceles, esto aumenta la posibilidad de que el Gobierno tenga que devolver el dinero ya recaudado por dichos aranceles, ejerciendo más presión sobre una situación fiscal estadounidense ya tensa. Trump no ha tardado en responder a la sentencia y ha asegurado que solicitará al Tribunal Supremo una respuesta urgente con la intención de que revoque el fallo, una petición que presentará, como muy tarde, este miércoles.
Este repunte de las rentabilidades podría restarle atractivo a los activos de riesgo, lo cual sería especialmente peligroso en un mes tradicionalmente malo para el bitcoin. El token más grande por capitalización de mercado ha caído en nueve de los últimos 14 meses de septiembre, con una pérdida promedio mensual de alrededor del 12%.
Este año, esos vientos en contra se reflejan en los flujos de los fondos cotizados (ETF, por sus siglas en inglés). Tras una acumulación constante durante gran parte de agosto, los ETFs de BTC al contado en EEUU registraron salidas netas de 440 millones la semana pasada. Por el contrario, los ETFs de ETH captaron entradas superiores a 1.000 millones, sugiriendo que el capital podría estar rotando en lugar de crecer en general.
Los análisis técnicos tampoco generan mucha confianza. Alex Kuptsikevich, analista jefe de mercado en FxPro, señaló que el gráfico de capitalización de mercado "continúa registrando una serie de mínimos más bajos, señalando una tendencia a la baja".
Por otro lado, el mercado sigue pendiente de los datos macroeconómicos, especialmente del informe de empleo de EEUU, que se conocerá este viernes. Su lectura será clave para determinar la senda de la Reserva Federal (Fed). Salvo un dato catastrófico, todo apunta a que la Fed bajará los tipos en septiembre.
"Las últimas advertencias de la Fed sobre el riesgo de estanflación representan un cambio de paradigma para los mercados globales. Para el bitcoin, es un arma de doble filo. Por un lado, suprime el apetito por el riesgo a corto plazo. Por otro lado, la limitada capacidad de la Fed para recortar los tipos de interés agresivamente elimina los factores de liquidez que históricamente impulsaron las principales subidas del bitcoin", señala Rania Gule, analista sénior de mercados de XS.
En el plano empresarial, la bolsa de criptomonedas Gemini ha anunciado este martes que busca una valoración de hasta 2.220 millones de dólares en su oferta pública de venta (OPV) en Estados Unidos. Paralelamente, Strategy ha anunciado un aumento del dividendo para tratar de atraer a inversores tradicionales que no estén tan interesados en la exposición a las criptomonedas y empujar el precio de las acciones hacia los 100 dólares.
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