Las memecoins son uno de los fenómenos más curiosos y atractivos del 2024 en el mercado de las criptomonedas. Originalmente, surgieron como algo entretenido y volátil, pero con el tiempo crecieron su participación entre toda clase de inversores. Sobretodo entre los traders minoristas, quienes, según Bybit ya están lejos de ser «dinero tonto«.
Según un reporte del exchange de criptomonedas, los minoristas se siente “cómodos” comprando y manteniendo las memecoins de menor capitalización a largo plazo. Por su parte, los inversores institucionales operan tanto en los activos digitales más estables y los tokens más especulativos, dependiendo de las condiciones del mercado.
“Esto se debe, muy probablemente, a los recursos sofisticados y la formación de los que disponen los inversores institucionales, lo que les permite aprovechar los rápidos movimientos del mercado y las estrategias avanzadas de gestión de riesgos”, apuntó el informe.
Memecoins e inversores institucionales
Las preferencias inversoras en estos actores, por el momento, se mantienen con las criptomonedas más tradicionales, como DOGE, PEPE y SHIB. Esto habla de una cierta inmadurez de las competidoras que aparecieron posteriormente, como BOME y SLERF.
“¿Por qué las instituciones están ignorando las nuevas criptomonedas de pequeña capitalización? ¿Es debido a un mayor énfasis en la gestión de riesgos y el crecimiento a largo plazo sobre los rendimientos inmediatos? ¿O simplemente no hay suficiente liquidez en nuevas memecoins como BONK y otras?”, se pregunta el reporte.
El rol de los inversores institucionales en estas altcoins tiene un interés especial. El informe de Bybit, titulado “Más Allá del Hype: Las Realidades de las Inversiones Institucionales en Memecoins”, señala que este grupo tiene una inclinación mayor en estos activos digitales “quizás debido a su mayor liquidez y relativa estabilidad”.
La participación alcanza a un tipo de inversión con cierto grado de sofisticación, como los contratos perpetuos. Estos productos son derivados similares a los contratos de futuros, con la diferencia de que no tienen fecha de vencimiento ni de liquidación. Cabe recordar que en los futuros una de las partes se compromete a vender y entregar un activo en una fecha determinada, por un precio convenido, y la otra se compromete a recibirlo y pagar el precio.
En este segmento, según el análisis de ByBit con fecha de 1 de mayo, las instituciones exhibieron una mayor toma de riesgos en los contratos perpetuos que los minoristas. Las memecoins representan menor proporción en el volumen total de estas operaciones, pero estos activos alcanzaron el 15% del total, casi tres veces más que los minoristas.
Las instituciones negociaron USD 186,6 mil millones en contratos perpetuos de memecoins en el primer trimestre de 2024. Mientras mantenían un enfoque cauteloso en las tenencias al contado, la táctica en este tipo de inversiones demuestra un compromiso sofisticado con el volátil mercado de memecoins.
El comportamiento de las principales memecoins
Como es previsible, el liderazgo de Bitcoin (BTC)y Ether (ETH) se mantuvo durante la mayor parte del período de alza de precios de las criptomonedas. Pero cuando estalló el furor de las memecoins, los traders institucionales se abalanzaron a las altcoins.
El 28 de abril, negociaron USD 4,2 mil millones en memecoins, casi el doble de sus operaciones en ETH, aunque todavía por debajo de sus operaciones en BTC, que fueron USD 8,7 mil millones.
En el período entre febrero y abril, las tenencias minoristas de memecoins aumentaron drásticamente un 478%, y luego redujeron sus tenencias de USD 567 millones a 371 millones. Disminuyó su participación, junto a la de los inversores institucionales. Este dato defiende el caso de que el inversor minorista está mejor preparado y es más sensible a las dinámicas del mercado.
La tradicional DOGE es la que disfruta de la mayor participación en las tenencias de memecoins. A tono con la inversión sofisticada, los operadores inversores institucionales tenían al 1 de mayo una cuota mayor (36,17%) que el público minorista (24,58%) en este activo digital.
Le siguen en orden de importancia las dos de las criptomonedas basadas en Ethereum, PEPE y SHIB. Los minoristas sostienen el 20,95% y el 14,61% de las tenencias, respectivamente, mientras que en las instituciones esos guarismos alcanzan el 22,23% y el 10,39%.
Las memecoins son criptoactivos volátiles
La mayoría de este tipo de activos digitales bajaron de sus picos máximos tras la “memeseason”. En marzo, la “bull flag” que impulsó el precio del bitcoin (BTC) hasta los 70.000 dólares por unidad, arrastró a DOGE, que llegó hasta USD 0,22. SHIB, por su lado, subió hasta USD 0,000003592 y PEPE, en tanto, alcanzó USD 0.0000167 en mayo.
Estas altcoins luego emprendieron un descenso en sus valores. DOGE bajó a una media de USD 0,16; SHIB osciló en el último mes en los USD 0,0000025, y PEPE flota en torno a los USD 0.000015.
El volumen de los activos de perros y gatos del sector minorista vio picos similares ese día. Se intercambiaron USD 1,2 mil millones, aproximadamente el 15% de su total para ese día y, al igual que las instituciones, el doble que en ETH.
Sin embargo, más importante fue lo que ocurrió entre febrero y marzo de 2024. Los inversores institucionales vieron sus tenencias de memecoins al contado crecer de 62,5 millones a 204,8 millones. Esto representa un incremento del 226%, una subida destacada para este mercado en particular.
Lejos de ser un “dinero tonto”, la evolución es taxativa sobre el comportamiento de los traders institucionales. Al 1 de enero, la “foto” de la participación de las memecoins era del 1,61%. En abril, subió a 4,71% y en mayo se redujo al 2,54%, logrando estabilizarse en un nuevo umbral.
BONK crece junto a Solana
Detrás del liderazgo de las tres criptomonedas, BONK fue la más favorecida de las nuevas memecoins. Su desempeño está en sintonía con la evolución del ecosistema de Solana, que se destacó en su crecimiento, con un volumen de comercio acumulado de 3892% en lo que va del año.
El analisis de ByBit señala que los minoristas asignaron USD 136 millones a BONK como su cuarta tenencia más grande durante el período, mientras que las instituciones asignaron $74.5 millones.
En general, los inversores minoristas tuvieron una estrategia más agresiva que los traders institucionales, asignando, en promedio, el 4% de sus tenencias a memecoins, mientras que las instituciones tuvieron el 2,5%. Como se apuntó anteriormente, la tendencia es apuntar a las criptomonedas ya consagradas, como DOGE y SHIB.
En cualquier caso, las cifras muestran que tanto los inversores institucionales, como el segmento minorista, “están felices” de apostar a estos tokens entretenidos y volátiles cuando el contexto acompaña, concluyó Bybit.