criptonoticias.com
El 2024 comenzó con saldo positivo para las criptomonedas del ecosistema Cosmos. Varias criptomonedas de las blockchains que componen este ecosistema se posicionan entre las más apreciadas en la primera semana de enero.
El principal impulsor del mercado alcista que se vive por estos días es bitcoin (BTC). La potencial aprobación del primer ETF (fondo cotizado en bolsa) de Bitcoin en Estados Unidos impulsa su precio y acarrea, como suele pasar, a las criptomonedas alternativas o altcoins. No obstante, algunas criptomonedas tienen novedades técnicas propias que también elevan su valor.
El caso más destacado es el de Akash Network (AKT), criptomoneda que tuvo un crecimiento del 27% en una semana y del 7% en las últimas 24 horas. Akash Network es un proyecto que ofrece servicio de recursos computacionales desde la nube. Un reporte de Bussines Inside asegura que este sector crecerá hasta los USD 25.300 millones para 2030, informó el equipo detrás del proyecto a través de su cuenta en la red social X.
Además, Akash Network tuvo desarrollos importantes en 2023, entre los que destaca la integración de soporte para tarjetas gráficas Nvidia y AMD para minar la criptomoneda. El 2 de enero de 2024, la red tuvo su primera actualización, que aumenta la tasa de aceptación del fondo comunitario para financiar iniciativas para mejorar la red.
OSMO e INJ, también en verde
Otras criptomonedas de Cosmos que vienen en crecimiento son Osmosis (OSMO) e Injective (INJ). La primera de ellas, OSMO, se apreció un 12% en la última semana, mientras que su crecimiento diario fue del 1,3% al momento de redactarse este artículo. Lo verdaderamente llamativo es que hace tres meses cotizaba aproximadamente a USD 0,25, muy por debajo de los USD 1,78 al cierre de esta nota.
Las novedades en torno a este proyecto tienen que ver con la actualización de su protocolo de staking, actualmente en su versión 1. La próxima iteración, la versión 2, promete ser multicadena, según anunció el equipo desarrollador de Osmosis.
Un crecimiento similar es el que muestra INJ, que desde octubre a la fecha pasó de los USD 9 a los USD 42 de cotización en el mercado. La criptomoneda subió un 10% en siete días, mientras que su precio en las últimas 24 horas tuvo una variación positiva del 1,4%.
Desdel punto de vista técnico, la red se acerca a una actualización que introduce mejoras significativas. Entre muchas, destacan el Módulo de Activos del Mundo Real (RWA), que permite la creación y gestión de activos con permisos y funciones personalizables.
Además, la actualización de Injective facilita las interacciones entre cadenas a través de IBC Hooks y Packet Forward Middleware, y reduce los parámetros de inflación en la cadena de Injective, lo que mejorará la naturaleza deflacionaria del token INJ con el tiempo. Todo ello se complementa con una nueva funcionalidad de quema de tokens emitidos en la red y nuevas API para facilitar la escalabilidad e integración en aplicaciones y protocolos.
¿Qué es Cosmos?
El ecosistema de criptomonedas Cosmos está compuesto por muchas redes interoperables cuyo objetivo es superar las limitaciones a causa de la fragmentación en el mundo de las criptomonedas. Es decir, en lugar de tener múltiples redes que operan de manera aislada, Cosmos propone que varias blockchains independientes pueden interoperar entre sí.
La arquitectura de Cosmos se basa en un hub central, conocido como «Hub de Cosmos» o «Zona de Hub», que facilita la comunicación y la transferencia de activos entre las diferentes blockchains conectadas a él. La criptomoneda nativa es Cosmos (ATOM), que no ha tenido un movimiento alcista como sí lo hicieron AKT, OSMO e INJ.
El diseño del ecosistema Cosmos les permite a las blockchains que lo integran compartir información y transacciones de manera eficiente, creando un entorno más colaborativo y escalable. La seguridad de cada red depende de sus propios mecanismos de consenso, mientras que el Hub de Cosmos actúa como una capa de coordinación.
Un ejemplo práctico de la utilidad de Cosmos podría ser la transferencia de activos entre dos redes especializadas en diferentes funciones, como una centrada en contratos inteligentes y otra en transacciones rápidas y eficientes. Esto podría mejorar la eficiencia y la versatilidad en el uso de criptomonedas para diversas aplicaciones en el contexto latinoamericano.