Por decimocuarto mes consecutivo, la capitalización de mercado total de las stablecoins sigue reduciéndose, situándose en unos modestos 130.000 millones de dólares en mayo, un punto sorprendentemente bajo que no se veía desde septiembre de 2021. Pero, a medida que sus cifras disminuyen, el mercado de criptomonedas se enfrenta a un posible viento en contra.
Gigantes financieros como JPMorgan y Goldman Sachs han expresado su preocupación por la posibilidad de que una recuperación sostenida de los precios de las criptodivisas no se materialice hasta que el mercado de stablecoins se estabilice. Esta contracción se considera una especie de “endurecimiento cuantitativo” para el mercado de criptomonedas, lo que indica una disminución de la liquidez y el apalancamiento.
Un signo preocupante que acompaña a esta disminución constante es el desplome del volumen de operaciones con stablecoins, que ha caído un 40,6% este mes, alcanzando los 460.000 millones de dólares, el más bajo desde diciembre de 2022.
Esta caída se produce mientras importantes criptoactivos lidian con una actividad de rango limitado y no logran romper los niveles críticos de soporte y resistencia.
En medio de la caída generalizada, la stablecoin trueUSD (TUSD) ha surgido como un faro inesperado, registrando un aumento en el volumen de operaciones a USD 29 mil millones.
Superando a competidores como USD coin (USDC) y Binance USD (BUSD), TUSD se ha convertido por primera vez en la segunda stablecoin más negociada en las bolsas centralizadas. Este resurgimiento puede atribuirse a Binance, el exchange dominante en el mundo, que promueve activamente el uso de TUSD mediante la exención de las comisiones de negociación.
La dinámica entre las dos principales monedas estables, Tether (USDT) y USDC, sustenta las complejidades del panorama de las criptomonedas en general.
A pesar de las preocupaciones que rodean a los volúmenes de negociación, USDT, el actor principal en el reino stablecoin, ha aumentado constantemente su capitalización de mercado.
A 25 de mayo, la capitalización de mercado de Tether se situaba en la notable cifra de 83.000 millones de dólares, cerca de su máximo histórico. Esta cifra supone un aumento considerable desde los 65.000 millones de dólares que alcanzó en septiembre de 2021.
Sin embargo, este crecimiento plantea algunas incertidumbres, dado el estancamiento del volumen de operaciones, una observación inquietante ya que la función principal de las stablecoins es transaccional.
Por otro lado, USDC, la stablecoin ideada por Circle y Coinbase, ha experimentado un viaje más turbulento.
En abril de 2022, USDC alcanzó una capitalización bursátil máxima de 55.000 millones de dólares. Pero desde entonces, ha experimentado un descenso considerable, valorándose actualmente en 24.000 millones de dólares en mayo de 2023.
Esta reducción, que supone una caída de más del 50% en un año, se ha producido en medio del colapso multimillonario del ecosistema Terra.
Un factor plausible que ha contribuido a la caída de USDC podría ser el escrutinio regulatorio amplificado al que se ha enfrentado Circle en el último año.
El compromiso de Circle de convertirse en un banco nacional de divisas digitales con reservas completas ha intensificado la supervisión reguladora. Este hecho puede haber impulsado a algunos usuarios a gravitar hacia monedas menos costosas.
La contracción del universo de las stablecoins sugiere que la recuperación de las criptomonedas podría ser menos sostenible de lo que sugieren los optimistas.
A pesar de las impresionantes ganancias de principios de año, Bitcoin y Ethereum han experimentado un descenso significativo desde sus máximos, afectados por el aumento del escrutinio normativo y la incertidumbre del mercado. Estas fluctuaciones de precios ejemplifican la interdependencia inherente entre las criptomonedas y las stablecoins.
Además, mientras EE.UU. navega por un impasse en el techo de la deuda, las reservas de las principales stablecoins, que consisten principalmente en valores del Tesoro, podrían enfrentarse a importantes desafíos para mantener sus paridades en un escenario adverso de impago técnico estadounidense.
Como resultado, dado su papel fundamental en la facilitación del comercio y las finanzas descentralizadas (DeFi), cualquier problema al que se enfrenten las stablecoins podría repercutir en todo el ecosistema criptográfico.