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Las principales empresas tecnológicas de China han detenido sus proyectos de emisión de stablecoins en Hong Kong tras una advertencia formal del gobierno central.
De acuerdo con informes de Financial Times y Reuters, autoridades del Peoples Bank of China (PBoC) y de la Cyberspace Administration of China (CAC) solicitaron a compañías como Ant Group y JD.com que suspendieran sus desarrollos relacionados con monedas estables, alegando preocupaciones sobre la estabilidad financiera y el control de capitales.
Esta decisión representa un golpe significativo a los esfuerzos de Hong Kong por consolidarse como un hub de innovación cripto regulada.
Chinese tech giants pause stablecoin plans after Beijing steps in https://t.co/aDJ4OSbFJo
— FT China (@ftchina) October 19, 2025
Regulación y control: el freno de Pekín al avance de las stablecoins
Durante 2025, varias firmas chinas habían comenzado a explorar el lanzamiento de stablecoins respaldadas por el yuan y otros activos financieros, aprovechando el marco legal impulsado por la Hong Kong Monetary Authority (HKMA). Este esquema buscaba atraer inversión institucional y servir como canal seguro para la tokenización de activos reales (RWA).
Sin embargo, Pekín intervino directamente, advirtiendo que cualquier intento de emisión privada de moneda digital -aún fuera del territorio continental- podría socavar el control monetario del Estado.
Según fuentes citadas por Reuters, el PBoC habría pedido a las empresas una revisión de los proyectos y una pausa indefinida en cualquier iniciativa de stablecoins o tokens vinculados a monedas fiduciarias.
El mensaje fue claro: las compañías privadas no deben crear instrumentos financieros que funcionen como sustitutos del dinero oficial. La posición del gobierno chino refleja un patrón constante: promover la innovación tecnológica dentro de un marco de control centralizado.
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Impacto sobre el ecosistema cripto regional y global
El congelamiento de estos proyectos altera el panorama de innovación digital en Asia. Hong Kong, que había emergido como un laboratorio regulatorio con aspiraciones de liderar el sector de activos digitales en la región, podría perder tracción ante jurisdicciones más flexibles como las de Singapur o Dubái.
Además, las empresas que habían invertido en desarrollo tecnológico y pruebas de infraestructura ahora enfrentan incertidumbre sobre la continuidad de sus iniciativas.
En el plano internacional, la decisión envía una señal de advertencia al mercado: China no está dispuesta a permitir que actores privados controlen mecanismos de emisión monetaria, ni siquiera si operan bajo marcos legales extranjeros.
Este enfoque refuerza la posición del yuan digital (e-CNY) como el único activo digital respaldado por el Estado y limita la posibilidad de que stablecoins privadas puedan integrarse en los flujos financieros internacionales controlados desde Pekín.
Un equilibrio complejo entre innovación y soberanía financiera
La medida de Pekín subraya la tensión entre innovación tecnológica y soberanía económica. Si bien el desarrollo de stablecoins podría ampliar la competitividad del yuan en los mercados globales, el gobierno chino prioriza la estabilidad y el control sobre la apertura.
El resultado es un equilibrio delicado: permitir la exploración de nuevas tecnologías bajo supervisión estricta, sin ceder terreno a iniciativas que puedan debilitar el poder del banco central.
En última instancia, esta decisión consolida la estrategia dual de China: impulsar el liderazgo tecnológico global en inteligencia artificial, blockchain y finanzas digitales, pero sin comprometer su dominio sobre la política monetaria.
Mientras tanto, Hong Kong deberá replantear su posición como puente entre el mundo de las criptomonedas y el sistema financiero tradicional, en un contexto donde la línea entre innovación y control es cada vez más delgada.