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La propuesta de la administración Trump para establecer una reserva de Bitcoin en Estados Unidos ha generado un debate significativo entre expertos financieros, entusiastas de las criptomonedas y legisladores por igual.
Este movimiento tiene como objetivo legitimar Bitcoin como un activo de reserva respaldado por el estado y marca un cambio dramático en la postura del gobierno de Estados Unidos sobre las criptomonedas. Históricamente considerado con escepticismo, Bitcoin ahora está a punto de ser ampliamente reconocido como oro digital.
Pasando de la especulación a reservas de Bitcoin
Si Estados Unidos integrara completamente Bitcoin, se posicionaría como un líder en tecnología financiera. Ello, mientras contrarresta el auge de las monedas digitales controladas por el estado, como el yuan digital de China. Sin embargo, esta política plantea preguntas críticas: ¿Podría desencadenar una “carrera armamentista cripto” global?. ¿Impulsará la creación en el ecosistema cripto o socavará el ethos descentralizado de Bitcoin?
La propuesta para la reserva, introducida por la senadora estadounidense Cynthia Lummis, sugiere que el Tesoro y la Reserva Federal adquieran 200,000 BTC anualmente durante cinco años, totalizando un millón de BTC, aproximadamente el 5% del suministro global total:
“Un plan de reserva de Bitcoin remodelaría fundamentalmente la narrativa en torno a Bitcoin, elevándolo de un activo especulativo a un instrumento financiero estratégico”, dijo Bill Qian, presidente de Cypher Capital en una entrevista con BeInCrypto.
Este cambio señalaría un reconocimiento del potencial a largo plazo de Bitcoin, lo que llevaría a los inversores institucionales a reevaluar sus posiciones. En dos semanas, las llamadas para el establecimiento de una reserva de Bitcoin en Rusia y la ciudad de Vancouver indicaron que esto podría ser el comienzo de una tendencia global. Para Qian, las implicaciones van más allá de las estrategias de inversión.
Argumenta que los inversores institucionales y las empresas cripto probablemente verán esto como una validación del potencial a largo plazo de Bitcoin. Como resultado, podría provocar una ola de asignación de capital hacia Bitcoin a medida que las instituciones se posicionan para beneficiarse de sus atributos de oro digital. Este movimiento podría influir en el comportamiento corporativo, haciendo de Bitcoin un pago más común para transacciones comerciales.
Bill Hughes, jefe de Asuntos Regulatorios Globales en Consensys, cree que legitimar Bitcoin como un activo de reserva podría tener un efecto dominó en la adopción corporativa:
“Si Bitcoin es lo suficientemente bueno para que el gobierno federal lo mantenga en su balance, es lo suficientemente bueno para cualquier empresa estadounidense. Podríamos comenzar a ver transacciones corporativas que involucren Bitcoin como contraprestación, particularmente para transacciones de grandes sumas de dólares”, dijo Hughes en una entrevista con BeInCrypto.
¿Podría desencadenar una “carrera armamentista” cripto?
Una reserva de Bitcoin en Estados Unidos también podría tener profundas implicaciones geopolíticas, potencialmente desencadenando una carrera global por los recursos cripto. Ji Kim, director legal y de políticas del Crypto Council for Innovation, ve la propuesta como un movimiento estratégico:
“Esta es una clara evidencia del papel cada vez más importante que los activos digitales y Bitcoin en particular jugarán en los mercados. Los activos digitales deben ser considerados una clase de activos estratégicos por nuestro gobierno, al igual que el oro, el petróleo y otros activos físicos lo han sido durante siglos”, dijo Kim en una entrevista con BeInCrypto.
Mientras Estados Unidos explora el establecimiento de una reserva de Bitcoin, las economías emergentes ya están aprovechando las criptomonedas para reducir la dependencia del dólar estadounidense. El Salvador, por ejemplo, ha estado acumulando activamente Bitcoin desde que lo adoptó como moneda de curso legal en 2021.
El reciente aumento en el valor de BTC ha sido celebrado por el presidente salvadoreño Nayib Bukele. Afirmó anteriormente que adoptar Bitcoin podría ahorrar a los salvadoreños hasta 400 millones de dólares anualmente en tarifas de remesas. Mientras algunos temen que tales políticas puedan crear tensiones internacionales, Kim lo ve de manera diferente:
“Esto no debería causar tensiones o conflictos. Con Estados Unidos desempeñando un papel principal en el desarrollo de marcos regulatorios adecuados, el reconocimiento de los activos digitales puede impulsar un mundo más interconectado con mayor agencia y empoderamiento individual”, agregó.
En el ámbito del poder y la influencia, la reserva de Bitcoin de Estados Unidos podría contrarrestar la creciente influencia de China a través de su yuan digital respaldado por el estado. Por ejemplo, el estado acepta pagos en yuanes digitales en liquidaciones en proyectos de la Iniciativa de la Franja y la Ruta de China. Esto resalta la oportunidad de Beijing de desafiar el dominio del dólar estadounidense en el comercio global:
“Estados Unidos debe actuar ahora si espera mantener el liderazgo financiero. Al adoptar Bitcoin, Estados Unidos no solo se protege contra la inflación, sino que también señala su compromiso con la innovación, lo cual es crítico frente a las crecientes ambiciones de moneda digital de China”, dijo Qian.
Sin embargo, otros expertos advierten que una reserva de Bitcoin en Estados Unidos podría no neutralizar completamente la influencia geopolítica del yuan digital. A diferencia de Bitcoin, que permanece descentralizado, el yuan digital ofrece garantías respaldadas por el estado e integración perfecta en las redes domésticas y comerciales de China.
Riesgos y críticas de una reserva de Bitcoin
Incluso con todas sus promesas, el plan de reserva de Bitcoin tiene riesgos. La volatilidad del precio de Bitcoin plantea un desafío potencial, particularmente para la exposición de los contribuyentes. Hughes minimiza esta preocupación, argumentando que la escala actual de Bitcoin limita su impacto en la economía en general:
“El uso de Bitcoin en la economía y su capitalización de mercado en general necesitan aumentar por órdenes de magnitud antes de que pueda impactar notablemente en la economía de Estados Unidos. Incluso un gran compromiso de capital por parte del gobierno de Estados Unidos con la reserva de Bitcoin apenas se notaría”, explicó Qian.
Otra preocupación es si la participación estatal en Bitcoin podría dañar su ethos descentralizado. Hughes descarta esta idea, enfatizando que la propiedad gubernamental no equivale a control:
“El propósito de la red es permitir que cualquiera posea y transaccione con el activo. Eso incluye a entidades e incluso gobiernos. Que el gobierno de Estados Unidos posea BTC solo fomentará una adopción más amplia como reserva de valor”, dijo.
El plan de reserva de Bitcoin podría allanar el camino para una regulación más amigable con las criptomonedas, como señala Hughes: “Estás viendo hablar de una reserva de Bitcoin que tiene lugar en paralelo con promesas de que Estados Unidos ahora está completamente abierto para los negocios en el desarrollo de software de blockchain. Uno no lleva al otro, pero se refuerzan mutuamente”, concluyó.
Avanzando la Infraestructura de minería cripto en EEUU
Además, si naciones como China o Rusia responden acelerando sus iniciativas cripto, podría llevar a una mayor competencia en áreas como la minería e infraestructura digital. Según un informe reciente de JP Morgan, “Bitcoin Mining: An Investor’s Guide to Bitcoin Mining and HPC,” 14 mineros de Bitcoin que cotizan públicamente en Estados Unidos controlan un récord del 29% de la red.
La mayor parte de este crecimiento en hashrate proviene de mineros de Bitcoin con sede en Estados Unidos, especialmente empresas mineras públicas. Estados como Texas han surgido como líderes, aprovechando la abundante energía renovable para impulsar las operaciones mineras. Al momento de escribir, el hashrate de Bitcoin, una medida del poder de cómputo que asegura la red, ronda máximos históricos en 785.3 exa hashes por segundo.
Dicho esto, la investigación argumenta que el aumento en hashrate no se trata solo de avances en la industria minera de Estados Unidos. También está vinculado a una actividad significativa en otras regiones mineras importantes, particularmente Rusia y China. A partir de diciembre, Rusia tuvo que prohibir toda minería cripto en la Ucrania ocupada y Siberia, citando preocupaciones sobre las redes eléctricas locales.
“Las operaciones mineras podrían ver desarrollos acelerados en la integración de energía renovable y eficiencia de hardware para satisfacer la creciente demanda. De manera similar, las soluciones de almacenamiento evolucionarían para abordar el enfoque creciente en la seguridad y custodia para grandes holdings institucionales,” dijo Qian.
La demanda futura de Bitcoin
Hughes, sin embargo, ofrece una visión más moderada. Cree que la respuesta del mercado al aumento de la demanda de Bitcoin, en lugar de la acción del gobierno, impulsaría la invención: “El aumento en hashrate y los avances en eficiencia energética podrían mitigar las preocupaciones sobre la huella ambiental de la minería de Bitcoin, alineándola con los objetivos de políticas públicas más amplias,” dijo.
No obstante, para los entusiastas de las criptomonedas, la propuesta de una reserva de Bitcoin representa una visión. Lo es para que Estados Unidos lidere en finanzas digitales, nutriendo el ecosistema a través de políticas sólidas. Estados Unidos podría catalizar una ola de adopción, remodelando el futuro de las finanzas globales.
La ejecución de la administración Trump y la respuesta internacional determinarán si este plan desencadena una carrera armamentista cripto global o establece un precedente para una integración responsable.