Tras más de tres años de negociaciones, el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el gobierno de El Salvador llegaron a un acuerdo para otorgar al país centroamericano un préstamo por USD 1.400 millones, en el marco del Servicio Ampliado del FMI (SAF).
Según informa el FMI en su sitio oficial, el programa tiene como objetivo fortalecer la sostenibilidad fiscal y externa de El Salvador, «mediante la implementación de un plan de consolidación fiscal ambicioso y favorable al crecimiento». Para ello planean ejecutar acciones que apunten a mejorar la gobernanza, la transparencia y la resiliencia del gobierno de Nayib Bukele, a fin de impulsar el potencial de crecimiento del país.
En su comunicado, el FMI citó algunos de los obstáculos que habían retrasado la firma del acuerdo, entre los cuales destaca la declaración de Bitcoin (BTC) como moneda de curso legal en El Salvador. Sobre este tema, el organismo asegura que ambas partes «están mitigando los riesgos relacionados con Bitcoin».
En consecuencia, el gobierno de Bukele se compromete a hacer que la aceptación de bitcoin por parte del sector privado sea voluntaria y la participación del sector público en actividades relacionadas con la moneda digital serán limitadas.