Ondo Finance anunció la transferencia de 95 millones de dólares al fondo tokenizado recientemente lanzado por BlackRock, BUIDL. Este es el primer caso de un protocolo de criptomonedas que utiliza un fondo tokenizado para sus ofertas.
La iniciativa tiene como objetivo facilitar acuerdos instantáneos para el token Ondo respaldado por el Tesoro de EE. UU., OUSG, mejorando su atractivo y utilidad dentro del mercado cripto.
Ondo Finance aprovecha el fondo de BlackRock para impulsar la velocidad del token T-Bill
Nathan Allman, director ejecutivo de Ondo Finance, dijo que el cambio a BUIDL de BlackRock acelerará significativamente el proceso de suscripción y cambio de OUSG. Por lo tanto, pasará de la fecha de negociación tradicional más dos días de liquidación a transacciones instantáneas.
Este desarrollo surge como respuesta a las preocupaciones de los inversores sobre los largos tiempos de reembolso previamente asociados con OUSG. Esto estaba en desacuerdo con la naturaleza operativa 24 horas al día, 7 días a la semana del criptomercado.
La transición ha estado en marcha y Ondo ya ha transferido 15 millones de dólares de activos de respaldo de OUSG a BUIDL.
Además, se espera que pronto se transfieran 80 millones de dólares. Los datos de Blockchain corroboran este movimiento, con una importante acuñación de 79,3 millones de dólares en tokens BUIDL.
“Estamos entusiasmados de ver a BlackRock adoptar la tokenización de valores con el lanzamiento de BUIDL, especialmente su amplia cooperación con los participantes del ecosistema. Esto no solo valida aún más nuestro concepto original de un fondo del Tesoro estadounidense tokenizado, sino que también refuerza nuestra tesis de que la tokenización de valores tradicionales en blockchains públicas representa el siguiente gran paso en la evolución de los mercados financieros”, dijo el equipo de Ondo Finance.
El fondo BUIDL de BlackRock está representado por el token basado en Ethereum y respaldado por letras del Tesoro de EE. UU. y acuerdos de recompra.
Está diseñado para clientes institucionales incluidos en la whitelist, que exige una inversión mínima de 5 millones de dólares.
Aunque esto restringe la participación directa de los inversores más pequeños, permite a plataformas como Ondo Finance aprovechar el fondo para sus ofertas minoristas, cerrando la brecha entre las finanzas tradicionales y el mercado de criptomonedas.