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La industria de las criptomonedas se ha caracterizado, históricamente, por tendencias que cobran notoriedad y se masifican durante algunos meses. Luego de eso, generalmente, estos nichos de mercados continúan su existencia, pero alejados del furor del que gozaron.
Así ha pasado, por ejemplo, con las ofertas iniciales de moneda (ICO), las finanzas descentralizadas (DeFi), los tokens no fungibles (NFT), los juegos play-to-earn, los metaversos, los fan-tokens, etcétera.
Algo en común de los ejemplos mencionados es que, quienes supieron posicionarse estratégicamente al inicio (o incluso antes) de que comenzara la tendencia, lograron obtener ganancias económicas más grandes que quienes se «subieron a la ola» cuando ya llevaba algunas semanas o meses de existencia.
Actualmente una nueva tendencia parece estar desarrollándose, todavía de un modo silencioso y oculto para el público masivo: la tokenización de activos «del mundo real» (o real worlds assets, RWA, en inglés). Este concepto refiere al proceso de convertir derechos sobre un activo tangible o intangible en un token digital en una red de criptomonedas. Acciones de empresas, bonos e incluso bienes raíces son tokenizables.
La ventaja que presentan los activos tokenizados es que son más fáciles de comprar y vender a diferencia de la forma tradicional. Por ejemplo, para la compra de un bono del Tesoro se requiere de una cuenta en un bróker, presentar identificación, ser mayor de edad, tener determinada nacionalidad, entre otros requisitos. Mientras que para comprar un bono tokenizado solo se requiere una wallet y criptomonedas para realizar la transacción.
También, este tipo de activos añade programabilidad. Una acción tokenizada puede usarse, por ejemplo, como garantía para un préstamo en un protocolo DeFi. Y esto no es «futurología». Ya existen plataformas, como MakerDAO (organización emisora de la stablecoin DAI) que aceptan bienes raíces tokenizadas como garantía para los préstamos que otorgan.
Otro ejemplo: en la red XDC hay una compañía emitiendo bonos del Tesoro estadounidense tokenizados.
Y Latinoamérica no se queda atrás. El empresario argentino Mariano Di Pietrantonio, uno de los cofundadores de Num Finance, en entrevista con este portal informativo dijo, con relación a la tokenización de los money markets de Brasil y México: «Queremos empezar a traer transparencia a productos que son muy conocidos».
A finales del mes pasado, CriptoNoticias reportó un estudio del Boston Consulting Group en el que se calculaba que el sector de los activos del mundo real podría alcanzar los USD 16.000 millones de dólares para 2030. Esto es una muestra del enorme poder económico que podría tener esta industria de cara al futuro.
Ahora, Coinbase, Circle y Aave formaron una «Coalición de Activos Tokenizados». Estas tres gigantescas empresas trabajarán en conjunto para lanzar nuevos productos financieros.
¿Cómo subirse a esta incipiente ola?
La narrativa de la tokenización de activos del mundo real está creciendo. Por ahora, participar de la inversión directa no es algo sencillo ya que las empresas tokenizadoras recién están dando sus primeros pasos. Pero sí existen dos formas indirectas de posicionarse estratégicamente para aprovechar la tendencia que, aparentemente, cobrará fuerza en próximos meses.
Adquirir criptomonedas nativas de redes
Una de estas acciones puede ser adquirir los tokens nativos de las redes en las que se expanden los protocolos especializados en tokenización de RWA. El motivo de esto es que, en las redes de criptomonedas, se requiere pagar comisiones a quienes validan las transacciones (pueden ser mineros o nodos validadores), y estas comisiones se pagan con determinada moneda digital. Por ejemplo, en el caso de la red Ethereum, las comisiones se pagan con ether (ETH).
Ocurre entonces que, cuando una narrativa se pone de moda, suelen subir los precios de las criptomonedas nativas de las redes en las que esta narrativa se desarrolla. Así pasó en 2020-2021 con las finanzas descentralizadas, los juegos play-to-earn y los tokens no fungibles que congestionaron la red Ethereum al tiempo que hicieron disparar el precio de ETH.
¿Y cuáles serán las redes en las que se desarrollará la industria de la tokenización de activos del mundo real? Responder esta pregunta es clave para poder tomar acción.
Sin duda, Ethereum será una de estas redes. Protocolos como MakerDAO o Aave ya tienen desarrollos allí, relacionados con el nicho de mercado al que aquí nos referimos. Quizás, posicionarse en ETH sea la inversión más segura, teniendo en cuenta que Ethereum es la red con mayor trayectoria y su criptomoneda es la segunda con mayor capitalización de mercado después de bitcoin (BTC).
ETH puede adquirirse en exchanges como Binance, OKX, Coinbase y Bitget, entre otros.
Para inversionistas con mayor grado de tolerancia al riesgo (lo que puede verse recompensado con mayores ganancias o «castigado» con mayores pérdidas) hay otras redes que podrían ser el hábitat de varios protocolos de tokenización.
La ya mencionada XDC es una de ellas. Su sitio web oficial la describe como «un protocolo blockchain de código abierto y de nivel empresarial».
Se añade allí que es una red compatible con los contratos inteligentes de Ethereum. Eso es importante porque significa que los desarrollos ya existentes pueden migrar fácilmente a XDC. Y, por último, se indica que «es especialmente adecuada para revolucionar, descentralizar y licuar la industria de financiación del comercio mediante la tokenización de activos e instrumentos financieros del mundo real».
La criptomoneda nativa se llama igual que la red: XDC. Entre los exchanges en los que puede adquirirse XDC están Huobi, Kucoin y Bitfinex.
Stellar es otra de las redes de criptomonedas que quieren liderar la industria de la tokenización de activos del mundo real. Dice el sitio web de Stellar: «Con Stellar, puede crear, emitir y gestionar fácilmente representaciones digitales de activos fiduciarios y del mundo real. ‘Tokenice’ el valor de CBDC, monedas estables, valores y más, y aproveche las funciones personalizables integradas y las herramientas de cumplimiento de Stellar para ayudar a cumplir con los estándares y casos de uso de su organización».
Ya hay RWA tokenizados en Stellar. La empresa de inversiones Franklin Templeton (la misma que hoy, 12 de septiembre presentó una solicitud de ETF de bitcoin ante la SEC) ha tokenizado acciones de empresas estadounidenses en esta red. De acuerdo con información brindada por la misma compañía, estos activos superan los USD 270 millones.
La criptomoneda nativa de la red, XLM, se encuentra en los más populares exchanges de criptomonedas como Binance, Coinbase, OKX, KuCoin y Kraken.
No hay que olvidarse de Ripple. Esta empresa, emisora de la criptomoneda XRP pretende ser un puente entre el sistema bancario tradicional y el ecosistema de las redes que emplean blockchains. Tal como reportó CriptoNoticias en julio, Ripple quiere enfocarse en el desarrollo de CBDC (monedas digitales de banco central). Esto es, ni más ni menos, que la tokenización del dinero fíat emitido por los Estados. También hay planes de tokenizar bonos y acciones en la red de Ripple.
Vale aclarar que la plataforma de Ripple para CBDC y otros activos tokenizados no necesita, al menos actualmente, del uso de la criptomoneda XRP. Es decir, si se masificara, esto no significaría que los usuarios deberían comprar XRP para pagar comisiones. De todos modos, el precio de esa moneda digital podría verse beneficiado como efecto colateral de una adopción masiva.
La criptomoneda XRP está en los exchanges más utilizados, entre elllos, Binance, Coinbase, OKX, KuCoin y Kraken.
Adquirir tokens de plataformas de tokenización
En el ámbito de las finanzas descentralizadas, muchas plataformas emiten sus propios tokens. Lo hacen, en general, para financiarse (por ejemplo, mediante una ICO) y les dan a estos activos la utilidad de poder ser empleados en la gobernanza del proyecto. Esto significa que sus poseedores adquieren el poder de realizar propuestas de mejora y la posibilidad de votar a favor o en contra de las propuestas realizadas.
Este tipo de tokens suele funcionar como una acción de la empresa. Es decir, cuando a la plataforma le va bien, su precio sube y viceversa. Teniendo esto en cuenta, puede ser una buena estrategia posicionarse en activos de empresas vinculadas con la tokenización. Podría pensarse en los ya mencionados Aave (token homónimo) y MakerDAO (token MKR).
Posiblemente, en los próximos meses surjan nuevas plataformas relacionadas con la tokenización de activos del mundo real y estas lancen nuevos tokens. Aquí será fundamental que cada inversionista realice una investigación minuciosa para evitar caer en estafas como esquemas piramidales, rugpulls, pumps and dumps, etcétera.
También, los exchanges descentralizados podrían jugar un papel importante. Si plataformas como Uniswap (token UNI), 1inch (token homónimo), SushiSwap (token SUSHI) o PancakeSwap (token CAKE) incorporaran la posibilidad de intercambiar o farmear activos del mundo real tokenizados, probablemente el precio de sus tokens de gobernanza se incrementaría.
Todos los tokens de plataformas descentralizadas aquí mencionados pueden adquirirse en exchanges descentralizados como Uniswap, 1inch, PancakeSwap, SushiSwap, etcétera. También pueden comerciarse en los principales exchanges centralizados, entre ellos Binance, Coinbase, Bitget, OKX, Kraken, etcétera.
Momento de observar y adaptarse
La tokenización de activos del mundo real nos sitúa en el umbral de lo que puede ser una revolución financiera que promete transformar la forma en que interactuamos con los activos tangibles e intangibles.
Ya sea que lo logre o no, es probable que la tendencia probablemente se instale durante algunos meses en el próximo ciclo alcista (que debiera ocurrir, si la historia se repite, en 2024 y 2025).
Para los inversionistas este es un momento para ser observadores agudos, para aprender y adaptarse, porque las reglas del juego están evolucionando rápidamente.
Aclaración: el presente texto no debe ser tomado como una recomendación de inversión. Cada persona deberá realizar su propia investigación antes de participar en el comercio de activos digitales.