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Shiba Inu (SHIB) ha encendido de nuevo las expectativas de los inversores tras un repunte explosivo en su tasa de quema diaria, aunque los indicadores en su red y en los flujos hacia exchanges muestran que la presión bajista aún no ha terminado.
Millones de SHIB en llamas
La segunda memecoin más grande por capitalización de mercado ha retrocedido un 3% en la última semana y cotiza en torno a $0,00001223 (según datos de CoinGecko).
Sin embargo, las cifras muestran que la tasa de quema se disparó más de un 200.000% en las últimas 24 horas, con unos 4,5 millones de SHIB enviados a una dirección nula. Aunque el valor en dólares de este lote destruido es insignificante, los esfuerzos constantes de quema reducen la oferta y podrían impactar positivamente en la valoración del token, siempre que la demanda se mantenga.
Desde que se introdujo el programa, el equipo y la comunidad han quemado aproximadamente 410,7 billones de tokens, dejando 584,6 billones aún en circulación.
Algunos analistas en X mantienen proyecciones alcistas pese al desempeño negativo reciente. Mark.eth es un ejemplo, afirmando que Shiba Inu puede «hacerte rico» como ninguna otra moneda.
Otros indicadores apuntan a que la corrección podría intensificarse. Las transacciones diarias procesadas en Shibarium, la layer-2 de Shiba Inu, reflejan una menor actividad de los usuarios en el ecosistema, cayendo así a mínimos mensuales.
Además, el netflow de SHIB en los exchanges ha sido mayormente positivo en la última semana. Esto implica que los inversores están trasladando sus tokens desde la autocustodia hacia plataformas centralizadas, lo que aumenta la presión de venta inmediata.
Bajo interés, ¿señal alcista?
Al analizar el rendimiento de SHIB y proyectar su precio futuro, resulta útil observar el interés general en el activo. Según Google Trends, las búsquedas relacionadas con la memecoin en los últimos meses están muy por debajo del récord de finales de 2021 y del pico local de marzo del año pasado.
Aunque esto pueda parecer un elemento bajista más, un interés minorista elevado suele llegar tarde en el ciclo alcista, cuando el precio ya ha subido de forma considerable.