La tecnología de escaneo de iris de Worldcoin genera controversia en el mundo ante la sospecha de violación de datos personales. En Chile, el desembarco de la empresa no fue la excepción. De hecho, la compañía hizo un mea culpa por la polvareda y decidió solicitar el documento de identidad para registrarse a la plataforma.
“Hicimos cambios en base a las críticas y controversias que se generaron”, admitió Astrid Vasconcellos, directora de comunicaciones y marketing para Latinoamérica de Tools For Humanity (TFH), la compañía a cargo de la marca.
Worldcoin comenzó a operar en julio del año pasado en Chile. La secuencia del lanzamiento de la compañía es similar en todos los países. Los stands se instalan en ciudades y centros urbanos, para ofrecer a los usuarios un puñado de tokens como recompensa, a cambio de registrar su iris a través de la tecnología ORB.
En Chile se vieron importantes filas de usuarios para efectuar el procedimiento. Lo curioso es que hubo adolescentes que decidieron registrarse. Y esto hizo estallar la polémica.
El abogado Rodrigo Lagos ingresó un recurso de protección en marzo pasado ante la Corte de Apelaciones de Santiago, al enterarse que su hija de 17 años pudo escanear su iris sin el consentimiento de sus padres.
Atenta a los reparos y prohibiciones en otros países sobre el escaneo de iris, las autoridades locales comenzaron a fiscalizar en abril estas tareas para “resguardar que los consumidores estén plenamente informados respecto de cómo serán utilizados sus datos”.
Pero también la propia Worldcoin recogió el guante de los planteos, para evitar que sucedan casos de chicos que decidan realizar el registro biométrico.
“Lo que no hacíamos y ahora hacemos es verificar la edad. Antes de que se ingrese en un sitio de verificación, tiene que mostrar su DNI. Y la razón por lo que no lo hicimos antes, es que uno de los pilares fundamentales del proyecto es la privacidad y la seguridad”, sostuvo Vasconcellos.
“No queríamos confundir; que la gente pensara que estábamos cruzando los datos personales con el código de iris, con la imagen que sacamos del iris. Queríamos mantenerlos muy apartados, pero hemos aprendido que sí necesitamos verificar que las personas que están entrando. No solo la palabra de las personas era suficiente”, explicó la representante de TFH, en una entrevista al medio La Segunda.
A tono con la explicación oficial de Worldcoin, Vasconcellos señaló que lo que hace la compañía es quedarse con el código de iris, y no con la imagen del iris.
“Cuando vas a un orbe a verificarte, se saca una foto de alta resolución de tu iris y del rostro. El orbe (esfera metálica que escanea iris), codifica la imagen, la textura de tu iris y patrones del iris en un código. Esto nunca sale del orbe. La inteligencia artificial hace esta codificación de iris”, aclaró.
“Lo que queda con Worldcoin es el código de iris y eso es lo que se almacena. La imagen del iris se borra automáticamente”, precisó.
Worldcoin ya echó raíces en varios países de la región, con más de veinte ubicaciones estratégicas a nivel nacional, incluyendo centros comerciales, discotecas, bares y otros puntos. Ya son 5 millones de usuarios a nivel mundial.
El atractivo son los tokens WLD, que oscila en torno a los 2 dólares, y luego se paga cada 15 días una suerte de renta básica equivalente a 3 unidades de estos activos. Como reportó CriptoNoticias, este ingreso se viene derrumbando desde hace meses y fluctúa en los 15 dólares.
El problema de la recolección de los datos biométricos es que no existe una legislación actualizada sobre el tema en la mayoría de los países. Tampoco hay precisiones sobre las formas de gestión de esos datos sensibles y privados almacenados con tecnología criptográfica, lo que alerta a los especialistas.
En Francia, Alemania, Reino Unido, Kenia, Nigeria, España, Portugal, México y Hong Kong Kong se abrieron investigaciones contra Worldcoin por esta presunta violación a la privacidad. En algunos países, incluso, se prohibieron las operaciones.
La representante de TFH para Latinoamérica aseguró que “los datos no se van a vender”, y que el sentido de Worldcoin es atender el avance de la IA en los próximos años, que requerirá un sistema de verificación de humanidad. ¿Cómo comprobar si tratamos con una persona o un chatbot que dialoga como un humano?
“El objetivo del proyecto es hacer una base de Humanidad, una red de humanos. Certificar quién es humano y quién no lo es”, consideró Vasconcellos. “Hay mucha desinformación y falta de educación sobre el proyecto. Que fue nuestra culpa, quizás. Porque es bastante novedoso y complejo”, concluyó.