Un grupo de validadores de Solana (SOL) enfrentó sanciones financieras por presuntamente facilitar ataques económicos contra comerciantes de criptomonedas. Más de 30 operadores de validadores fueron expulsados del Programa de Delegación de la Fundación Solana durante el fin de semana, según una fuente familiarizada con el asunto. Aunque estos operadores permanecieron como validadores en la red, ya no fueron elegibles para recibir los pagos adicionales por validar transacciones en la blockchain de Solana. Otra fuente indicó que muchos de los operadores eran rusos.
La purga intensificó una guerra en la sombra que duró meses entre los pesos pesados del ecosistema de validadores de Solana y una economía subterránea de validadores que, se creía, explotaban a los comerciantes para obtener ganancias a través de lo que se conoce como “ataque sándwich”. Este tipo de ataque, una de las estrategias de valor máximo extraíble (MEV) más notorias, implicaba que bots adelantaran y retrasaran transacciones que aún no se habían ejecutado.
Aunque Solana no tiene un mempool nativo, el popular software de validadores desarrollado por Jito Labs solía tenerlo. En marzo, en el apogeo de la fiebre de las memecoins en Solana, Jito Labs desactivó la función de mempool porque exponía a los comerciantes a ataques sándwich constantes y costosos. El CEO de Jito enmarcó la medida como lo mejor para el ecosistema de Solana, aunque cortó una posible fuente de ingresos para los validadores, los operadores de servidores que mantienen la red descentralizada en funcionamiento.
En lugar de resolver completamente el problema, la acción de Jito empujó la actividad hacia la clandestinidad. Surgieron rápidamente rumores sobre mempools privados cuyos operadores ganaban, en ocasiones, cientos de miles de dólares al habilitar ataques sándwich. Una propuesta del operador de infraestructura DeezNode ofreció a los validadores que optaron por su mempool privado el 50% de las ganancias generadas por MEV, según documentos revisados por CoinDesk.
Un post de gobernanza de la Fundación Jito del domingo pasado indicó que el 10% del pool JitoSOL se estaba delegando a validadores que operaban mempools privados. La Fundación Jito propuso imponer sanciones económicas adicionales a esos validadores mediante la restricción de más SOL apostados.
La lista negra de delegación de la Fundación Solana era pequeña en comparación con el programa de delegación. Apuntaba a un total de 32 operadores que juntos tenían 1.5 millones de SOL, aproximadamente el 0.5% del stake del programa, según una fuente. “Las acciones de aplicación están en curso mientras detectamos operadores que participan en mempools que permiten ataques sándwich”, dijo un representante de la Fundación Solana el domingo.
Este conjunto de medidas y sanciones subrayó la continua lucha dentro del ecosistema de Solana para mantener la integridad de la red y proteger a los comerciantes de prácticas explotadoras.