Jun Du, cofundador de Huobi, ha comprado 10 millones de tokens Curve DAO (CRV) por USD 4 millones al fundador de Curve Finance, Michael Egorov, que busca disminuir su posición expuesta de préstamo.
En un tuit del 1 de agosto, Du reveló su intención de adquirir 10 millones de tokens CRV a la tasa de mercado vigente de USD 0.40, un valor establecido a través de varias transacciones extrabursátiles en las que participaron Egorov y varios miembros de la criptocomunidad. Un informe de The Block afirma que Du confirmó a través de un mensaje directo en X (antes Twitter) que había completado la compra y decidido bloquear los tokens como veCRV, lo que le otorgaba derechos de voto en la plataforma.
El cofundador de Huobi se dirigió a X y expresó su apoyo a Curve, destacando su ayuda anterior durante la crisis de liquidez de BendDAO. Du dijo que los retos existentes eran transitorios y que cree que el sector se beneficiaría del apoyo colectivo. Du es también CEO de New Huo Tech, una plataforma de servicios de activos digitales, y cofundador del fondo Web3 ABCDE.
Egorov obtuvo un préstamo de USD 100 millones en stablecoins utilizando su propia reserva de CRV como garantía. Sin embargo, el protocolo fue explotado el 30 de julio, lo que provocó un desplome del 30% en los precios de CRV.
Según Debank, Egorov ha conseguido devolver más de USD 17 millones en préstamos de stablecoins, lo que ha supuesto una mejora marginal en la salud general de los préstamos. Sin embargo, todavía se enfrenta a una importante carga de deuda, con aproximadamente USD 60 millones en stablecoins adeudados en Aave, USD 12 millones en Abracadabra y alrededor de USD 8 millones en Inverse. Para mitigar los riesgos asociados a su exposición a CRV, Abracadabra Money ha sugerido elevar la tasa de interés de sus préstamos pendientes.
Aave (AAVE), que sirve como token de gobernanza para el protocolo de finanzas descentralizadas (DeFi), Aave, experimentó una importante caída del 17% del 30 de julio al 1 de agosto, lo que situó su valor en USD 62. Este descenso se atribuyó, en parte, a la preocupación por las liquidaciones en cascada en los protocolos DeFi desencadenadas por el reciente exploit Curve.
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