Han pasado dos semanas desde el lanzamiento de GHO, la stablecoin emitida por el protocolo de finanzas descentralizadas (DeFi) Aave. Desde entonces, no ha conseguido tener paridad de precio con el dólar estadounidense, su moneda ancla.
Desde su lanzamiento el pasado 15 de julio, el precio de GHO ha fluctuado entre USD 0,99 y USD 0,98. De este modo, el token no logra aún el objetivo de USD 1 y se muestra en una tendencia bajista.
Sin embargo, esto no desalienta a sus defensores que creen que esta stablecoin podría ganar gran adopción si consigue una paridad sostenida con el dólar.
“Si la stablecoin nativa de Aave mantiene la estabilidad de precios, la eficiencia del capital y la verdadera descentralización a largo plazo, abordaría el trilema de las monedas estables y capturaría una parte significativa del mercado, convirtiendo a Aave en una plataforma DeFi de referencia”, sostuvo el trader y entusiasta del ecosistema de criptomonedas Mandela Amoussou.
Amoussou contrastó que “las primeras stablecoins, como Tether (USDT), se diseñaron con un enfoque directo de garantía fíat” desde un control centralizado. En cambio, mencionó que con el tiempo han surgido stablecoins alternativas que vinculan su valor a activos subyacentes y se emiten de forma descentralizada, como es el caso de GHO.
Cómo funciona GHO
Amoussou explicó que GHO es una stablecoin descentralizada, respaldada por garantías y vinculada al dólar. Esta funciona a través de facilitadores, que son entidades independientes que pueden acuñar y quemar sin confianza los tokens de stablecoin.
Detalló que a los facilitadores se les asigna un «pool «cubo» con una capacidad de acuñación específica, y pueden decidir qué estrategia de acuñación emplear para acuñar los tokens de stablecoin.
Por ejemplo, Aave V3 Ethereum Pool, uno de los facilitadores iniciales, emplea un modelo sobrecolateralizado para acuñar GHO. Mientras tanto, indicó que otro facilitador aprobado, como una entidad basada en DAI, podría decidir emplear una estrategia algorítmica de acuñación con sobregarantía.
“Estas diferentes estrategias ayudan a regular el suministro de la stablecoin”, resumió. Y agregó que, para mantener la descentralización, los facilitadores deben ser aprobados a través de votos de gobernanza en Aave DAO, y los límites de emisión también están sujetos a actualizaciones a través de votos de gobernanza.
Esta stablecoin, a su vez, tiene capacidad de ser emitida “rápidamente” mediante el concepto de FlashMinting. Esto es debido a que GHO se puede emitir (pedir prestado) y quemar (reembolsar) en una sola transacción, lo que se asemeja a los préstamos flash DeFi de Aave.
Asimismo, otros parámetros como las tasas de interés y de descuento también son decididos por la comunidad Aave a través de Aave DAO. Y las configuraciones de estas tarifas se proponen y ajustan en consecuencia para mantener la estabilidad de la moneda estable de Aave.
GHO posee riesgos de precio, exploit y regulación, dice especialista
Amoussou manifestó que las stablecoins, “aunque han sido diseñadas para ser seguras y estables en su precio, se han enfrentado a desafíos, incluidas las restricciones regulatorias”. Ha habido casos de depegs (perdida de paridad de precio con su activo subyacente), así como situaciones como GHO que aún no ha alcanzado su objetivo de USD 1.
El especialista desarrolló que los incidentes de desvinculación ocurren, en general, debido a exploits (hackeo) del protocolo, manipulación del mercado o mala gestión por parte del emisor de stablecoin, lo que resulta en el agotamiento de las reservas. Incluso, agregó, los depegs podrían ser causados por una falla del modelo o algoritmo sobre el cual se construye y ejecuta la moneda.
En el caso de GHO, indicó que Aave introduce nuevos conceptos de stablecoin, lo que resulta algo experimental y puede no funcionar según lo previsto, en sus etapas iniciales. “Tomará algún tiempo antes de que estos nuevos conceptos demuestren su capacidad para mantener la tasa de vinculación y la estabilidad de la moneda estable”, expresó.
Además, Amoussou dijo que “al igual que cualquier inversión de criptomonedas, invertir en una plataforma basada en DeFi conlleva riesgos inherentes”. “Un riesgo previsible importante es la posibilidad de exploit por parte de atacantes”, advirtió aclarando que se estima una pérdida de USD 400 millones por exploits en DeFi en la primera mitad del 2023.
El entusiasta del ecosistema añadió que, en lo que respecta a la regulación, los protocolos y emisores descentralizados de stablecoins aún no se han enfrentado directamente a sanciones. No obstante, algunos centralizados han recibido escrutinios, como Paxos, el emisor de Binance USD (BUSD) al que se le ha prohibido continuar con su emisión.
Ante este escenario, sugirió que las stablecoins descentralizadas también podrían sufrir sanciones regulatorias en el futuro. Esto además podría tener lugar si la nueva definición de “exchange” establecida por la SEC, ya reportada por CriptoNoticias, incluye a protocolos de DeFi como Aave, aclaró.