El mercado de las stablecoins se contrajo más de 2.000 millones en el mes de junio. La economía de las stablecoins se compone de tokens vinculados a las monedas fiduciarias, como el dólar estadounidense. Las monedas estables se utilizan a menudo para facilitar el comercio de otras criptodivisas, ya que ofrecen una alternativa más estable a criptomonedas volátiles como bitcoin o ethereum. Al cierre de este post, la capitalización del mercado de monedas estables es de 128.462.122.793 US$
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Hubo algunas excepciones. TrueUSD fue la stablecoin ganadora, con un incremento del 49,5 % respecto al mes anterior. USDT subió un 0,1%. USDC perdió un 5,5 %, DAI, un 5,7%. BUSD fue la que sufrió mayor perdida: un 20,2%.
Implicaciones de la contracción
La contracción del mercado de las stablecoins ha tenido varias implicaciones. En primer lugar, redujo el volumen de operaciones en el mercado de criptomonedas. Recordemos que las stablecoins se utilizan a menudo para facilitar el comercio de otras criptomonedas, por lo que la disminución de su oferta ha provocado un descenso de los volúmenes de negociación.
En segundo lugar, la contracción de la economía de las stablecoins ha provocado un aumento de la volatilidad en el mercado de criptodivisas. Las stablecoins se utilizan a menudo como depósito de valor, por lo que una disminución de su oferta ha provocado un aumento de la volatilidad en el mercado de criptomonedas.
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En tercer lugar, la contracción de la economía de las stablecoin ha suscitado preocupación sobre la estabilidad del mercado de criptodivisas. Algunos emisores de stablecoins han sido acusados de no disponer de reservas suficientes para respaldar sus stablecoins, lo que ha suscitado inquietud sobre la posibilidad de una corrida de stablecoins.
Soportando posiciones
No obstante, la economía de las stablecoins sigue representando una parte significativa del mercado de criptomonedas. A fecha de 2 de julio de 2023, los tokens indexados en dólares seguían representando la mayoría de los pares comerciales totales del mercado de criptomonedas. De los 26.80 mil millones de dólares en volumen de comercio en toda la criptoeconomía, un total de 15.86 mil millones de dólares en operaciones involucraron activos de stablecoins.
Estas cifras ponen a las principales criptomonedas en una posición ventajosa, pese a las pérdidas sufridas. El retroceso de las grandes stablecoins también significa una oportunidad de crecimiento para el resto de stablecoins. De hecho, esta realidad es más palpable cuando revisamos el resto de proyectos stablecoins que se han construido en el sector. Por ejemplo, Celo Dollar (CUSD) se ha recuperado en los últimos 30 días, acumulando una capitalización de 42,9 millones de dólares, aunque aún muy lejos de su máximo en 2021: más de 120 millones de dólares.
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Otros proyectos, por el contrario, siguen cayendo. Es el caso Reserve (RSV), una stablecoin muy anunciada en América Latina. En su mejor momento, esta stablecoin llegó a tener una capitalización de más de 30 millones de dólares y perspectivas de crecer aún más. Sin embargo, actualmente no llega a los 450 mil dólares, incluso pese a las inversiones del proyecto en DeFi y la reciente adquisición de una licencia OFAC, por parte del proyecto matriz de Reserve, para operar de forma regulada en Venezuela y expandirse en América Latina.
Un futuro pendiente del regulador
La contracción de la economía de las stablecoins ha tenido una serie de implicaciones para el mercado de las criptodivisas y los proyectos que las impulsan, pero su futuro es incierto, ya que dependen de los reguladores. BUSD ha sido la más afectada debido a la restricción de la SEC que impide que Binance y Paxos puedan seguir emitiéndola. USDT y USDC se han atado fuerte a las regulaciones debido a que la operativa de las mismas está en territorio estadounidense y son un objetivo claro de los reguladores. DAI, por su naturaleza, se mantiene a salvo del torbellino, pero la mayoría de su emisión está relacionada con la compañía AAVE (deFi), donde ya existen ciertos controles de emisión.