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Parque nacional congolés sale adelante gracias a la minería de Bitcoin

source-logo  elpaisfinanciero.com 14 Enero 2023 09:50, UTC
  • Diversos hechos provocaron la caída del 40% de los ingresos del parque nacional Virunga en la República Democrática del Congo.
  • Los secuestros, el ébola y la pandemia del covid-19 anularon el turismo en el parque.
  • Las autoridades de este centro de preservación del ambiente apostaron por Bitcoin como un proyecto salvador.

A pesar del fuerte invierno en el mercado de criptomonedas, el mismo no deja de brindar oportunidades a los inversores. Uno de los casos más emblemáticos tiene que ver con el parque nacional Virunga en la República Democrática del Congo, un reservorio de especies amenazadas. Durante los últimos años, el parque pasó por terribles episodios, pero la minería de Bitcoin le permitió mantenerse a flote.

Entre las especies en peligro de extinción que habitan en el parque se cuentan los gorilas, uno de los primos cercanos de la especie humana. Junto con esta, existen numerosas especies de animales y de plantas que requieren protección. Sin embargo, la fortuna no ha sido la compañera de la reserva durante los últimos años. En consecuencia, los problemas de ese país provocaron la extinción del turismo en la zona.

Desde entonces, la directiva del parque lucha de manera desesperada por reunir los recursos que le permitan brindar protección a ese rico ecosistema. Fue entonces cuando se reconoció la oportunidad que brinda el negocio minero de monedas digitales. Tal como explica Alan Popescu de MIT Technology Report, desde el parque se considera a la criptomoneda pionera como una oportunidad ideal para cumplir con las necesidades económicas.

¿Por qué el parque nacional Virunga abrazó la minería de Bitcoin?

Las razones de que la directiva del parque Virunga apostara fuerte por la minería de Bitcoin para alcanzar sus metas económicas son variadas. Según el mencionado informe, el turismo reportaba un 40% de los ingresos totales de la reserva de vida vegetal y animal. No obstante, los problemas comenzaron a golpear de manera fuerte en 2018.

En la región abundan los grupos criminales y las milicias, las cuales practican las más diversas acciones hostiles. La violencia, la deforestación y el saqueo de recursos son algo cotidiano desde hace años. Pero en 2018 se llegó hasta un límite cuando las milicias intensificaron los secuestros contra los turistas que visitaban el más antiguo de los parques africanos.

Como consecuencia de la deforestación prolongada, algunos peligrosos virus dieron saltos entre diversas especies y entre los más peligrosos se cuenta el ébola. Una epidemia Kivu de ébola en algunas de las regiones periféricas al enorme reservorio provocó que se restringiera en mayor medida el acceso al parque. Como si eso no fuera suficiente, en 2020 la pandemia del covid-19 se convirtió en el tercero de los grandes obstáculos.

Todos estos problemas, a los que se unió el menguante apoyo gubernamental, llevaron a la directiva del centro a entrar en fase de alarma. Fue en ese momento cuando la minería de Bitcoin se convirtió en la salvadora de miles de especies que habitan en la reserva de 7,769 kilómetros cuadrados.

Con esta iniciativa se derrumban gran parte de los mitos sobre la inutilidad de las criptomonedas para ayudar a los países pobres. Pero probablemente lo más importante de esto es que la mina que opera el parque funciona con energía 100% limpia, la cual se genera gracias a los caudales que hay dentro de las fronteras de Virunga.

En orden de magnitud, el parque nacional Virunga es solamente superado por la amazonia. Además, en su interior se conserva un tercio de los gorilas salvajes que quedan en el mundo, así como el 50% de todas las especies que habitan en el continente africano. Imagen: Seeafricatoday.com

El Bitcoin al rescate

Los ríos de Virunga convierten la zona en un potencial para la generación de energía limpia y barata. Precisamente, ese fue uno de los proyectos de la directiva antes de que iniciaran los problemas descritos arriba. El director del parque, Emmanuele de Merode, expresa que luego de dar los primeros pasos, los factores negativos se volcaron contra sus planes.

“Construimos la planta de energía y pensamos que construiríamos la red gradualmente. Luego tuvimos que cerrar el turismo en 2018 por los secuestros. Más tarde, en 2019, tuvimos que cerrar el turismo por el ébola. Y 2020, el resto es historia con el covid. Durante cuatro años, todos nuestros ingresos por turismo colapsaron. No es algo que esperábamos, pero teníamos que buscar una solución”, comenta.

Fue con eso en perspectiva que el equipo que dirige el parque decidió dar el paso hacia la alternativa de las monedas digitales. Para ello, destinaron $200,000 dólares a la compra de equipos mineros de segunda mano. Con eso se logró dar uso a la generación de energía y, al mismo tiempo, generar ingresos que sirvieran al reservorio para cubrir los gastos operativos.

Con la ayuda de inversores en el área de las monedas digitales como Sèbastien Gouspillou se instalaron los rigs que darían vida a la primera mina administrada por un parque nacional. Otro tanto destacable es que el impacto ambiental de las operaciones de minería de Bitcoin tienen una magnitud mínima en la estabilidad ambiental del parque.

“Bitcoin no suele asociarse con la conservación o el desarrollo comunitario. A menudo, se conoce por lo contrario. Pero aquí es parte de un plan más amplio para convertir los codiciados recursos naturales de Virunga, desde la tierra hasta la energía hidroeléctrica, en beneficios tanto para el parque como para los lugareños. Si bien las operaciones como esta mina pueden ser poco convencionales, son rentables y ecológicas”, expresa el citado reporte.

El director del parque nacional Virunga, Emmanuele de Merode, (izquierda) lleva adelante la iniciativa de utilizar la minería de Bitcoin como una solución salvadora para obtener los recursos que se perdieron durante los últimos años con la caída del turismo hacia la reserva natural ubicada al este del Congo. Imagen: Technologyreview.com

La volatilidad es lo menos importante

Desde inicio de 2022, el precio de las criptomonedas en general y de Bitcoin en particular ha sido de caídas constantes. Desde los $69,000 dólares alcanzados por la criptomoneda pionera en noviembre de 2021, ahora se cotiza en poco más de $19,000, según Coingecko. Las grandes quiebras, como la de FTX y Terra, con todas sus consecuencias, evaporaron miles de millones de ese mercado.

En la economía de Estados Unidos, las tasas de interés están en pleno ascenso como medida para detener la inflación. Esa política monetaria fuerte por parte del banco central de ese país tiene un impacto directo en el precio de los activos financieros. En consecuencia, el mercado de criptomonedas se encuentra firmemente vinculado a las acciones de riesgo del Nasdaq. De allí que el peligro de una recesión en EE.UU. se traduce en que el desplome de Bitcoin podría continuar.

Este escenario ha causado pérdidas de millones a muchas empresas vinculadas a este sector. Por ejemplo, las grandes firmas mineras como Marathon están en grandes problemas y otras como Core Scientific entraron en bancarrota en diciembre de 2022.

Ante semejante prospecto, los inversores huyen de ese mercado, lo que aumenta la incertidumbre entre los poseedores de capital de inversión. Por sorpresivo que luzca, ese terrorífico escenario parece no preocupar a de Merode. Para él, cada día de minería es “pura ganancia” y da lo mismo la volatilidad del precio de Bitcoin, puesto que, “siempre que sea positivo, es rentable”.

Para las grandes empresas dedicadas a la minería de Bitcoin, el factor principal es el costo de la energía y otros gastos operativos. En cuanto a la directiva de Virunga, por el contrario, gran parte de esos costos ya están cubiertos, lo que arroja ingresos pasivos mayores o menores, pero nunca negativos.

Las críticas al cripto experimento de Virunga

No todos están felices con el proyecto que lleva adelante de Merode para obtener recursos que beneficien la reserva natural de Virunga. Entre las críticas más activas se resalta que la energía debería usarse de manera más productiva en lugar de mantener una red contaminante. En los alrededores del parque habitan unas 5,000 personas y dentro unas 80,000 y la mayoría de ellas no cuenta con servicio eléctrico, expresa el reporte.

Peter Howson, de la Universidad de Northumbria, afirma que la idea de proyectos en la reserva es que brinden empleo y asistencia a la comunidad. A su entender, la minería digital no garantiza mejoras en ninguno de esos sentidos. “Incluso los grandes centros de minería de Bitcoin emplean solo a un puñado de personas. Y esos son trabajos muy precarios con contratos inseguros. Entonces, ¿es bueno este modelo? No, deberían utilizar la energía hidroeléctrica para algo útil”, expresa.

Otros especialistas apuntan en direcciones similares en contra de las acciones de la directiva de la reserva. Según datos prestados por de Merode, el último año, la generación de Bitcoin por medio de la minería reportó a Virunga unos $500,000 dólares. Asimismo, otros $1,2 millones llegaron en forma de NFT gracias a grupos vinculados a la conservación de los gorilas.

De esto se puede interpretar que los ingresos que aporta el mercado de criptomonedas para proteger uno de los mayores pulmones del mundo no habrían llegado de no ser por esta controvertida iniciativa.

Gouspillou, apodado “el Indiana Jones del Bitcoin”, responde a las críticas reafirmando que Bitcoin es una “fuerza para el desarrollo”. Asegura que el proyecto de Virunga es un modelo de desarrollo: “algunos dicen que es malo para el medio ambiente, pero hay energía limpia. Es una fórmula que podría replicarse”.

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