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El caso de FTX sigue, y parece estar lejos de terminar. Un inversionista demandó formalmente en un tribunal de Miami al ex CEO de la fallida empresa, Sam Bankman-Fried (alias SBF), así como a una docena de celebridades del deporte y la actuación estadounidense.
La demanda fue presentada por los bufetes Moskowitz Law Firm y Boies Schiller esta semana, en representación de Edward Garrison, de 21 años, quien desembolsó dinero en FTX e invirtió en esa plataforma con la intención de obtener intereses.
Según la acusación, Garrison invirtió siguiendo las promociones de las celebridades demandadas sobre «la plataforma engañosa FTX», como le señalan en la querella. «Como resultado, el demandante Garrison ha sufrido daños por los cuales los demandados son responsables», estipula documento.
La demanda señala a FTX como un esquema de estafa tipo Ponzi, en el que las entidades pertenecientes a esa empresa repartían los fondos de los clientes entre sus filiales y usaban el dinero de nuevos inversionistas para pagar intereses a los más antiguos. «Y tratar de mantener la apariencia de liquidez», dice el documento.
¿Cuáles son las celebridades demandadas?
Además de SBF, la demanda va contra el ex grandeliga dominicano David Ortiz, así como el ex NBA Shaquille O’Neal, quienes hicieron comerciales para publicitar la inversión en FTX hace meses. También resalta la estrella del fútbol americano Tom Brady y la actriz Gisele Bundchen.
Los jugadores de baloncesto Stephen Curry, Udonis Haslem, y el propio equipo Golden State Warriors, también están dentro de la acusación. A ellos se les suman la tenista profesional Naomi Osaka y el jugador japonés de béisbol profesional Shohei Ohtani.
William Trevor Lawrence, jugador de fútbol americano, también fue demandado por Garrison, así como como el comediante estadounidense Lawrence Gene David (alias Larry David) y el empresario Kevin O’Leary, también conocido como «Mr. Wonderful».
Fueron ellos los que «controlaron, promovieron, ayudaron y participaron activamente» en la oferta y venta de valores no registrados en forma de cuentas rentables a clientes en Estados Unidos, a través de la plataforma de FTX, de acuerdo con la demanda.
La querella sostiene que algunas de las celebridades del deporte y entretenimiento han invertido en FTX o son embajadores de esa empresa, y que usaron su influencia para promocionar a la compañía entre sus seguidores en redes sociales. «Lo que impulsó la adopción de la plataforma engañosa FTX por parte de los consumidores minoristas», señala la demanda.
En otras palabras, las entidades de FTX necesitaban celebridades como los demandados para seguir canalizando a los inversores hacia el esquema Ponzi de FTX y para promover y ayudar sustancialmente en la venta de valores no registrados. Los demandados hicieron numerosas tergiversaciones y omisiones sobre la plataforma engañosa de FTX, para generar confianza e impulsar a los consumidores a invertir en lo que en última instancia era un esquema Ponzi, engañando a los clientes y posibles clientes con la falsa impresión de que cualquier criptomoneda en la plataforma estaba segura y no se invertían en valores no registrados.
Demanda contra celebridades del deporte y el entretenimiento que promocionaron a FTX.
Un gran desplome en apenas una semana
Como lo reportó CriptoNoticias, el que fue uno de los principales exchanges de bitcoin y criptomonedas del mercado se desplomó en cuestión de una semana. Esto fue a raíz de la crisis desatada tras conocerse la insolvencia de la compañía y la presunta apropiación indebida de fondos de los usuarios por parte del exCEO de FTX, Sam Bankman-Fried.
El viernes pasado, el Grupo FTX, conformado por unas 130 empresas, se declaró en bancarrota bajo el capítulo 11 del Código de Quiebras de los Estados Unidos. Más recientemente, la matriz de FTX en La Bahamas, también declaró su insolvencia, apegándose en el capítulo 15 del mismo reglamento.
La demanda contra SBF y las celebridades estadounidenses se da en el marco de investigaciones criminales que llevan adelante agencias federales de Estados Unidos y de Bahamas en contra del exchange FTX, cuya caída costó la pérdida de más de USD 8 mil millones de inversionistas y usuarios.