El presidente de El Salvador, Nayib Bukele, se muestra decidido a seguir diversificando el tesoro nacional después de que reveló, en marzo de este año, la dirección de una wallet de bitcoin (BTC) en la que se alojan más de 6.000 monedas pertenecientes a la nación centroamericana. Y mientras consolida su apuesta en la moneda digital pionera, también explora el yacimiento de oro que posee el territorio salvadoreño, el cual cataloga como «un gigantesco tesoro bajo nuestros pies».
La riqueza que posee el subsuelo de la nación centroamericana es tal que «podría transformar a El Salvador», como lo sostuvo Bukele en su mensaje. Se trata de 50 millones de onzas de oro, que al valor actual representarían más de 130 mil millones de dólares, equivalente al 380% del Producto Interno Bruto (PIB) del país. Sin embargo, el potencial total del yacimiento podría elevarse a más de 3 billones de dólares, que de concretarse elevaría las perspectivas económicas de la nación en aproximadamente 8.800%.
El gobernante ya hace planes con la explotación minera de ese yacimiento, ubicada en la rica y mineralizada zona conocida como el Anillo de Fuego del Pacífico, un conjunto de placas tectónicas, donde se produce la mayor parte de la actividad sísmica y volcánica del planeta. Y que por ello, es una zona rica en recursos minerales. Solo una pequeña porción de tierra de esta extensa área, pertenece a El Salvador.
Bukele cree que, con la explotación del área que corresponde a territorio salvadoreño, su gobierno tendría la posibilidad de crear miles de empleos, financiar infraestructura y fomentar el desarrollo de las economías locales. Todo ello apoyado con métodos de minería sostenible que proteja el medio ambiente. Sin embargo, la minería de oro es ampliamente rechazada por los habitantes de El Salvador, tanto así que incluso fue prohibida en marzo del año 2017, por considerarla «una amenaza para el desarrollo y bienestar de las familias».
El Salvador es actualmente el único país en el mundo que prohíbe la minería metálica, un hecho que Bukele considera «absurdo», mientras hace planes para eliminar la restricción que impide que el país centroamericano aproveche parte del potencial de sus recursos naturales para impulsar el desarrollo económico y social del país.
El gigante yacimiento de oro de El Salvador fue mencionado recientemente en el informe de la empresa de inversiones VanEck, y allí se afirma que Bukele describió a estas reservas sin explotar como «las más grandes per cápita y por milla cuadrada del mundo», aunque no hay estudios que lo demuestren.
En su documento, Mateo Sigel, Jefe de Investigación de Activos Digitales de VanEck, afirma haber sostenido una reunión con Bukele, en la que el mandatario expresó su intención de revertir la ley que prohíbe a la minería metálica.
«El presidente extendió una invitación a los geólogos de oro de VanEck para que investiguen los depósitos, lo que indica la voluntad de su administración de colaborar con expertos globales para desbloquear este recurso. Si tiene éxito, la minería de oro podría contribuir a la transformación económica de El Salvador, agregando otra capa a los esfuerzos de diversificación del país».
Mateo Sigel, autor del más reciente informe de VanEck sobre El Salvador.
Bitcoin y oro, las apuestas de Bukele para mejorar la economía de El Salvador
Un enorme yacimiento de oro representa otra capa de diversificación para las reservas nacionales de El Salvador, pero solo es una posibilidad, ante la prohibición de la minería de metales, de la cual poco se sabe sobre los avances para revertirla.
Sin embargo, una publicación del medio The Dial arroja una cifra inferior a la publicada por Bukele, señalando que según estimaciones anteriores hay 1,5 millones de onzas de oro debajo del suelo salvadoreño. Calculan una ganancia hipotética de más de tres mil millones de dólares para cualquier empresa que extraiga ese material, y por lo tanto, proyectan que el «enriquecimiento para El Salvador no estaría ni cerca de los tres mil millones de dólares. Adicionalmente, está lo que señalan los ambientalistas: «los costos de la minería serían enormes y potencialmente catastróficos».
«Las minas requieren grandes volúmenes de agua para funcionar, y El Salvador no tiene suficiente agua potable para las necesidades de su población», como señaló a The Dial, Andrés McKinley, especialista en agua y minería de la Universidad Centroamericana de San Salvador.
La minería de oro, según McKinley, representa una grave amenaza para el medio ambiente y las comunidades locales. La extracción de este metal precioso compite directamente con las necesidades humanas al agotar recursos hídricos esenciales. Además, el uso de sustancias químicas tóxicas como el cianuro en los procesos de extracción aumenta significativamente los riesgos de contaminación.
Un derrame, incluso de pequeñas dimensiones, podría tener consecuencias devastadoras para los ecosistemas acuáticos y la salud de las personas. Otro problema asociado a esta actividad es el drenaje ácido, un proceso que contamina los suelos y las aguas subterráneas con sustancias peligrosas, imposibilitando su uso para consumo humano, agricultura o pesca.
Sin tanto daño ecológico, El Salvador tiene la alternativa de seguir acumulando bitcoin, una estrategia con la que ya ha conseguido ganancias de más de 300%. Adicionalmente, está la minería de Bitcoin, con los que ya ha minado casi 500 bitcoins desde 2021.
Además, Bukele estaría estudiando la posibilidad de «alquilar un volcán para minar Bitcoin en El Salvador». Su idea surge de otra de las riquezas del país centroamericano, como es el potencial de su energía geotérmica. Se debe al hecho de que al encontrarse en el Cinturón de Fuego, El Salvador tiene un acceso privilegiado a las altas temperaturas del subsuelo, necesarias para generar energía geotérmica.
De hecho, ya El Salvador puso en marcha una ley de energía geotérmica para la minería de Bitcoin. Y ante ello, es de destacar que el país posee, actualmente, una de las regulaciones más favorables y amigables con el ecosistema de bitcoin. Quiere decir con ello, que ya tiene un camino avanzado para seguir potenciando su desarrollo de la mano de bitcoin, activo que aunque es utilizado ahora apenas por el 8% de la población, parece tener más aceptación en El Salvador que la minería de oro.
Mientras tanto, la mirada del mundo seguirá posada en las estrategias que utiliza Bukele para impulsar la economía de El Salvador, donde la minería de metales es un tema polémico que evoca oportunidades de desarrollo, pero también serias preocupaciones ambientales, Y a la par de ello, una estrategia con bitcoin que ya comienza a dar fuertes señales de que está funcionando.