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Mientras sistema bancario tradicional y la inestabilidad económica dificultan la obtención de créditos por parte de los latinoamericanos, los préstamos en criptomonedas prosperan en la región.
Los latinoamericanos lo saben: no es fácil pedir dinero prestado a los bancos tradicionales en época de inflación descontrolada y tasas de interés por las nubes. Por ello, algunos en la región han recurrido a las criptomonedas para acceder al crédito necesario.
Ya en 2020, cuando la inflación inducida por la pandemia del coronavirus golpeó, los bancos centrales latinoamericanos fueron de los primeros en subir los tasas de interés, con nuevos aumentos en 2021 y 2022.
Como resultado, las tasas de préstamos de los bancos tradicionales crecieron exponencialmente, actuando como un detonante para el crecimiento de las plataformas de criptomonedas, que ofrecen tasas hasta un 50% más bajas y cero comisiones de mantenimiento.
A medida que la adopción de las criptodivisas creció en América Latina, la gente comenzó a vender sus bitcoins para gastar en su vida diaria. Ahí apareció el criptocrédito para ayudar a la gente a hacer crecer sus negocios o proyectos sin tener que vender sus criptomonedas.
En Argentina, por ejemplo, Buenbit comenzó a ofrecer criptocréditos en Argentina a través de NuArs, una stablecoin vinculada al peso argentino (ARS) que opera en la blockchain de Binance y debe ser colateralizada en la stablecoin DAI vinculada al dólar estadounidense.
Con una tasa de interés anual de aproximadamente el 69,5% (que puede cambiar a diario según las fluctuaciones de los mercados) compiten con ventaja con los bancos tradicionales de Argentina, cuyas tasas pueden superar el 200% anual.
Según Santiago Mignone, director general de Num Finance, “América Latina es una región que tiene muchas menos facilidades de crédito que países con ingresos similares, como Europa del Este o Sudáfrica. Hay un gran incentivo para los criptoproductos que traen nuevas modalidades para ayudar a expandir el crédito de varias maneras”.
En agosto, el banco central de México anunció una subida mensual de las tasas por décimo mes consecutivo, añadiendo 75 puntos básicos y llevando los tipos de interés a un máximo histórico del 8,5%.
Brasil, uno de los primeros países en endurecer su política monetaria en 2020, ocupa el segundo lugar en cuanto a tasas de interés, con un 13,75%. Pero el primer puesto, con diferencia, es para Argentina, cuyo banco central anunció en septiembre una subida de 550 puntos básicos, alcanzando un tipo de interés de referencia del 75%.
Los bancos privados son aún más reacios al riesgo a la hora de conceder un préstamo. En Brasil, el mayor banco privado, Itaú, ofrece préstamos personales con un tipo de interés anual que puede llegar al 172,85%, según su página web. En Argentina, el tipo de interés anual ofrecido por el mayor actor privado, el Banco Santander, puede alcanzar el 230%.
“Estas tasas hacen imposible que los ciudadanos devuelvan los préstamos mientras la inflación sigue aumentando”, expresó esta semana a CoinDesk Darian Yane, un economista argentino especializado en cripto.
América Latina tiene una de las inflaciones más altas del mundo, con un promedio de aproximadamente 11% año a año. Estas cifras han afectado incluso a los países más estables, como Chile y Perú, cuyos ciudadanos han empezado a adoptar recientemente las criptomonedas como cobertura contra la inflación.
Además, en América Latina la inclusión financiera sigue siendo baja. Hasta el 50% de su población activa trabaja en condiciones de informalidad y, por tanto, carece de la puntuación crediticia necesaria para solicitar un préstamo.
“Para alguien que vive fuera del sistema bancario, cuyos ingresos son en moneda local, que no puede acceder al crédito, no puede acceder a una cuenta bancaria, a una tarjeta de crédito, a nada… ahí es cuando el cripto se convierte en una solución”, añadió Yane.