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¿Es posible que las DeFi alcancen el uso masivo?

source-logo  elpaisfinanciero.com 16 Agosto 2022 08:46, UTC
  • Las finanzas descentralizadas irrumpieron en el mundo de las inversiones como una forma revolucionaria basada en la tecnología blockchain.
  • La parte más atractiva de estos nuevos ecosistemas reside en la no necesidad de un tercero, lo que facilita la inclusión de miles de personas no bancarizadas.
  • Pero la complejidad y los riesgos son dos de los factores que mantienen alejadas a las personas de estos protocolos digitales.

Las finanzas descentralizadas (desde ahora DeFi) alcanzaron su máximo apogeo desde mediados de 2020 hasta finales de 2021. En ese período fluyeron hacia ellas decenas de miles de millones de dólares de miles de inversores. ¿Por qué se detuvo abruptamente lo que parecía un imparable crecimiento? ¿Es posible que vuelvan con más fuerza?

Existen numerosos factores que llevaron al desinterés en esta nueva forma financiera. El principal de ellos es el mercado bajista en el mundo de las criptomonedas, lo cual impacta todos los activos, tokens y aplicaciones relacionadas. Más allá de eso, existen otros factores menos circunstanciales que impedirían la adopción masiva de las aplicaciones descentralizadas (Dapps).

En este trabajo se repasarán los más importantes obstáculos en el camino de la masificación de esta forma financiera basada en la blockchain. También se evaluarán posibles alternativas para quienes no pierden la esperanza de explorar alguna de las fascinantes aplicaciones y juegos. A pesar de los problemas que puedan tener estos protocolos ahora, lo que es innegable es que representan el futuro del sector financiero.

El auge de las DeFi que cogió a muchos por sorpresa

El hecho de que las DeFi alcanzaran un alto nivel de desarrollo en poco tiempo se convirtió en una de las mayores sorpresas del mundo cripto. Para mediados de 2020 el desarrollo de esta forma financiera comenzaba a asomarse y los analistas eran optimistas sobre el futuro de los protocolos descentralizados. Pero no se esperaba una explosión de grandes dimensiones en el corto plazo.

De hecho, en ese entonces se esperaba que en un plazo de un año, es decir, para principios de 2021 se dieran importantes avances. En ese sentido, analistas proyectaban a que el valor total bloqueado (TVL) para enero de 2021 o incluso para finales de 2020 se ubicara cerca de los $5 mil millones de dólares.

La firma de análisis Polymarket proyectaba que el TVL ($2000 millones en julio de 2020) podría duplicarse hasta los $4.12 mil millones. Sin embargo, en el transcurso de una semana el mismo subió de $2000 a $3000 millones y la plataforma aumentó la apuesta de predicción hasta los $5000 millones para finales de año o para enero de 2021.

Lo que vino después en el mundo de las DeFi fue un maremoto que arrasó con todos los pronósticos. Decenas de miles de millones de dólares se dirigieron a los principales protocolos y exchanges descentralizados (DEX). Según el portal Defillama, a pesar del invierno cripto, las DeFi superan ahora los $65.5 mil millones en TVL. Para noviembre de 2021 triplicaban la actual suma.

Así estaban los principales protocolos para mediados de 2020 en cuanto a TVL:

  • Maker: $654 milllones de dólares.
  • Compound: $553.1 mdd.
  • Synthetix: $513.4 mdd.
  • Aave: $488 mdd.
  • Curve Finance: $306 mdd.

El valor total bloqueado (TVL) de las DeFi se encuentra en uno de los momentos más preocupantes debido a la caída del interés en los protocolos de estos ecosistemas. Al momento de redactar, el TVL de todas las cadenas en su conjunto es equivalente a $66.3 mil millones de dólares. Imagen: Defillama.com

La explosión de las DeFi en 2020 y 2021

Los pronósticos para el crecimiento de las finanzas descentralizadas se quedaron cortos en 2020. Para finales de ese mismo año, el TVL de los protocolos en general ascendió a $14 mil millones de dólares y ese fue apenas el comienzo de una carrera que les llevó a más de $170 mil millones.

El estancamiento del precio de Bitcoin en menos de $10.000 dólares por moneda luego del halving volcó a las ballenas hacia las Dapps. Luego, incluso con los altos históricos de la principal criptomoneda, el crecimiento del TVL no se detuvo gracias a los altos rendimientos. El florecimiento del mercado de tokens no fungibles o NFT y los juegos play-to-earn vinieron a reforzar la tendencia.

En mayo de 2021, las DeFi llegaron a los $122 mil millones en TVL, lo que lucía como un pico inimaginable. Sin embargo, el mismo fue superado en noviembre. Incluso, para mayo de 2022 se colocaba en más de $160 mil millones. Luego llegó el declive provocado por el colapso de Terra y los temores de los inversores por el invierno cripto.

A esos problemas se suman otros como los constantes hackeos a los bugs de las aplicaciones. En consecuencia, las vulneraciones a los protocolos permitieron el drenaje de más de $2000 millones de dólares en un corto período de tiempo. Los robos equivalen al TVL de mediados de 2020. Se trata de un fenómeno que ha llevado a que las principales Dapps se hundan en los actuales momentos.


Desde mediados de 2020 hasta finales de 2021, las principales aplicaciones descentralizadas (Dapps) experimentaron un exponencial crecimiento que las llevó de $2.000 millones a $177.000 millones de dólares en TVL. En 2022 ese límite se desinfló considerablemente. Imagen: Coinsfera.com

¿De qué se tratan las DeFi?

Las DeFi, como su nombre lo indica, son un ecosistema que ofrece servicios y productos financieros de manera descentralizada. Esto quiere decir que no están reguladas o controladas por bancos u otras instituciones que generalmente hacen el papel de intermediarios. Esa naturaleza es una de las más valoradas por parte de los inversores del mercado de criptomonedas.

“Las DeFi representan una revolución en el mundo de las finanzas y planean destronar al viejo modelo basado en los entes financieros centralizados”

Con esta nueva forma de finanzas, las personas que no poseen cuentas bancarias o el acceso al mundo de las inversiones pueden hacerlo sin obstáculos. Básicamente, lo que un inversor necesita para entrar en ellas es una suma determinada de capital en criptomonedas y un dispositivo con conexión a internet. Desde cualquier parte del mundo se pueden operar los protocolos de ese ecosistema.

Para sustituir a los terceros de confianza centralizados, las aplicaciones que existen en las DeFi se basan en programas automatizados. Estos últimos son conocidos como contratos inteligentes y son parte de las redes blockchain que entran en la categoría de “redes de propósitos múltiples”. Con esos contratos inteligentes, se configura el funcionamiento para servicios de todo tipo. En cuanto a las finanzas, los contratos ponen en movimiento los tokenomics de las distintas Dapps.

De esa manera, la economía de tokens no es manejada por humanos, lo que garantiza un alto porcentaje de seguridad para los inversores. Entre los protocolos más utilizados de las DeFi se cuentan los DEX, las aplicaciones de préstamos, staking, liquidity pools, farming y juegos. Entre los juegos se combinan algunos o todos los servicios de las finanzas descentralizadas.

Los obstáculos principales para la masificación

Con todas las ventajas que tienen estos ecosistemas, también se mezclan las desventajas y los riesgos. Algunos de estos problemas son un freno considerable para que la masificación de estos proyectos se concrete. Los especialistas en el tema advierten que el crecimiento podría estancarse dejando los ecosistemas a la saga de otros mercados criptográficos.

De allí que se hable de nuevos conceptos para hacer a las finanzas descentralizadas más seguras y de fácil acceso. Lo último es de gran importancia dado que esta nueva forma financiera fue creada precisamente para evitar las complicaciones de las finanzas tradicionales. Sin embargo, se necesitan ciertos conocimientos previos que son indispensables para operar en las DeFi.

La mayoría de los usuarios de estos ecosistemas cuentan con un recorrido en el mercado de criptomonedas, lo que les permite desenvolverse en las Dapps. De tal modo, el principal obstáculo para la masificación es la complejidad para operar en estas aplicaciones. Colocar dinero en algo que no se entiende no es un comportamiento muy popular entre los inversores, los cuales tienden a ser conservadores por razones más que comprensibles.

Pero la complejidad para acceder no es el único de los problemas que se interpone entre las aplicaciones descentralizadas y el uso masivo. El miedo a los robos es otro de considerable peso. A lo anterior se suma la poca claridad regulatoria sobre estas formas financieras en todo el mundo. Desde ciertos gobiernos se las ve con recelo y algunos entes llaman abiertamente a que las mismas sean sometidas a férreos controles.

La dificultad para no expertos en el área

Como ya se remarcó arriba, las aplicaciones de esta nueva forma financiera son usadas principalmente por personas con experiencia en el mercado cripto. Hasta ahora, el mercado DeFi está reservado para estos usuarios que tienen pleno entendimiento. Por su parte, las personas con poca experiencia previa son incapaces de desenvolverse dentro de los protocolos de una manera segura.

La compleja experiencia de los uso (UX) se constituye como un elemento que causa pánico entre los inversores no familiarizados. El entramado mecanismo de manejo de carteras, puentes y los raros tokenomics puede llevar a muchas personas no familiarizadas a perder sus fondos por errores. Por ejemplo, una transferencia a una wallet de un token envuelto de una red a la wallet de un token similar de otra debe ser manejada con mucho cuidado usando adecuadamente los puentes en caso de incompatibilidad.

A los oídos de un inversor tradicional que quiere probar algo distinto con las DeFi todo esto le suena igual a alguien cantando rap en mandarín. Por ejemplo, el complejo mecanismo de las comisiones de gas en la red de Ethereum, se debe manejar con sumo cuidado y una persona sin experiencia puede terminar pagando mucho dinero en comisiones sin darse cuenta. Incluso los inversores expertos tienden a cometer estos errores que muchas veces se dan por cansancio mental o equivocaciones con el teclado.

De tal manera, para que las aplicaciones y todo su entorno sean masivas, deben simplificar los procesos y adaptarlos a las personas corrientes. La idea de operar sin terceros es atractiva para millones de tenedores de capital que están habituadas a las viejas formas de finanzas. No obstante, la complejidad les mantiene al margen.


La complejidad de funcionamiento de las DeFi es uno de los principales candados en la puerta de acceso de millones de personas que desean invertir en esta nueva forma de servicios financieros basados en la descentralización y la tecnología. Imagen: Poweruentrepreneur.com

La poca seguridad que ofrecen los protocolos DeFi

Otro factor que es mucho más importante que la complejidad a la hora de mantener alejadas a las personas, es la inseguridad. Los robos en las aplicaciones descentralizadas son una constante que cada vez se hace más escandalosa. Muchas veces los contratos inteligentes son redactados sin tomar las mayores precauciones, lo que deja las puertas abiertas a los hackers.

Debe destacarse que los piratas informáticos no descansan y sus métodos de vulneración de posibles bugs son cada vez más sofisticados. Tal como reportó EL PAÍS FINANCIERO, durante la primera mitad de 2022, los hackers robaron el equivalente a $2000 millones de dólares de distintas blockchains de propósitos múltiples. Los robos se hicieron principalmente contra DEX, juegos y aplicaciones de lending y liquidez.

En la red DeFi más importante que existe, Ethereum, se operó aproximadamente el 50% de todas las vulneraciones del primer semestr de 2022. Pero otras cadenas como Solana y BNB Chain no se escaparon de las acciones delincuenciales de los piratas informáticos. Las vulneraciones se convierten en algo frecuente, incluso entre Dapps firmemente consolidadas.

Casi todas las semanas se producen robos en las aplicaciones descentralizadas. Como ejemplo de ello, se destaca que hace pocas horas se produjo el más reciente robo en la aplicación Acala de la red Polkadot. El robo fue de aproximadamente $1.200 millones de dólares y sería probablemente el mayor en la historia de las DeFi superando los $600 millones sustraídos del Ronin del juego Axie Infinity.

Acala es un pool de liquidez recientemente lanzado en la mencionada red. Los encargados del protocolo asumieron la responsabilidad por una “mala configuración” del protocolo en el par iBTC/aUSD. Lo cierto del caso es que la moneda estable del pool perdió su paralelo de 1 a 1 con el dólar debido a la magnitud de la extración, lo que llevó a Acala a suspender sus servicios en línea.


Los piratas informáticos se mantienen en constante movimiento y perfeccionan sus técnicas de vulneración de los contratos inteligentes. Eso ha permitido que los robos en distintos protocolos sean cada vez más comunes, lo cual aleja a muchos inversores. Imagen: Olhardigital.com.br

Las preocupaciones vinculadas a los reguladores

El último de los problemas, que depende mucho del anterior, es de las medidas de los reguladores para poner a las DeFi bajo el zapato. Aunque las regulaciones podrían mejorar muchos de los problemas con respecto a la seguridad, su entrada significa una ruptura con la filosofía original de esta novedosa forma financiera.

El asunto con esto, es que los reguladores no tendrán una tarea fácil para controlar todos los aspectos de las finanzas descentralizadas. Por ejemplo, dentro de los DEX, al no existir una autoridad central, los comercios de pares se realizan con los fondos que los usuarios colocan en las piscinas de liquidez. En palabras más sencillas, el inversor coloca dinero en un par y lo pone al servicio de los comerciantes en los exchanges. Por hacerlo recibe una recompensa con parte de las comisiones.

Algunos actores maliciosos colocan grandes sumas para inflar los tokens y luego retiran dejando con grandes pérdidas a los inversores minoristas. El carácter descentralizado que tienen las DeFi impide a los reguladores tomar medidas contra estos actores que bien pueden ser externos (como una ballena) o pueden ser los propios creadores del protocolo.

En el segundo de los casos, un grupo anónimo de personas crea una Dapp, infla el token y luego vende y se retira con los fondos. Esta modalidad se denomina rug-pull y es una de las más dañinas de la confianza. Mientras tanto, los reguladores tienen pocas probabilidades de castigar a quienes operan con ella. Al no poder contar con un control, los entes centralizados de los gobiernos podrían optar por prohibir ciertas modalidades de las DeFi.

Se trata de una batalla que no ha comenzado, pero las autoridades de países como Estados Unidos ya insinúan que se disponen a tomar medidas muy serias.


La propuesta de las DeFi 2.0 busca reforzar la seguridad, la centralización, el acceso a la información y, sobre todo, tarer una mejor experiencia de uso para las personas menos familiarizadas con las inversiones en el mundo de las criptomonedas y la cadena de bloques. Imagen: iproup.com

Las DeFi 2.0

Mientras se espera la arremetida de los reguladores, algunos actores dentro del ecosistema proponen reformas internas. Con ellas pretenden crear protocolos de seguridad estándar para que los desarrolladores y programadores de contratos inteligentes tengan mejores propuestas. Asimismo, buscan eliminar los obstáculos entre los usuarios inexpertos y el ecosistema con modelos de acceso más fáciles y seguros.

Para conquistar esa nueva etapa, estas propuestas se basan en una mayor escalabilidad, seguridad, centralización y liquidez. Además, el acceso a la información es una de las piezas claves de ese cambio de paradigma. De tener éxito, las propuestas eliminarían gran parte de las barreras entre los inversores y sus miedos a poner capitales en los proyectos DeFi.

Algunas plataformas centralizadas como los principales exchanges ofrecen acceso sencillo a modalidades DeFi que generalmente son más complicadas en su forma original. De cualquier manera, se trata de una propuesta que apenas está naciendo y los primeros pasos han sido recibidos con el invierno del mercado de criptomonedas.

Hasta ahora, el mercado de las finanzas descentralizadas se enfrenta a grandes problemas mientras las pérdidas se profundizan. La confianza parece minada debido a los hackeos y la presión de los reguladores. Pese a ello, la frescura del concepto se mantiene frente a una necesidad urgente de tener alternativas a las viejas formas de finanzas representadas por los bancos y otras instituciones financieras centralizadas.

Esto último deja la esperanza de que el desarrollo que se está llevando a cabo con Dapps 2.0 permitiría que vuelva la fortaleza con el próximo bull-run del mercado de criptomonedas.

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