Anthony Pompliano, inversor y fundador de Pomp Investments, volvió a encender el debate sobre el rol del oro frente a Bitcoin como reserva de valor. En una publicación reciente en X, afirmó que el oro ha sido una «inversión desastrosa» desde 2020, perdiendo el 84% de su poder adquisitivo frente a la principal criptomoneda del mercado.
Gold has been a disastrous investment since 2020.
— Anthony Pompliano 🌪 (@APompliano) October 12, 2025
It has lost 84% of its purchasing power compared to a finite sound money asset like Bitcoin.
Bitcoin is the hurdle rate.
If you can't beat it, you have to buy it.
(Chart: @philrosenn) pic.twitter.com/OJx1RbQvdc
De activo refugio a lastre financiero
Pompliano sostiene que el oro, históricamente considerado un escudo frente a la inflación, ha quedado obsoleto en la era digital. «Ha perdido 84% de su poder adquisitivo comparado con Bitcoin», escribió, enfatizando que los metales preciosos ya no cumplen la función que durante décadas justificó su tenencia en las carteras de los inversores conservadores.
Según datos de Bloomberg y CoinMetrics, desde 2020 el precio del oro subió alrededor de 25%, mientras que Bitcoin multiplicó su valor por más de 12 veces, incluso después de las fuertes correcciones intermedias. El diferencial refleja un cambio estructural: los flujos de capital institucional migran hacia activos escasos, líquidos y programables.
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Bitcoin es la tasa de referencia
Pompliano concluyó con una idea que condensa su tesis: «Bitcoin es la tasa de referencia. Si no puedes superarlo, tienes que comprarlo».
La frase apunta a un nuevo paradigma de medición del rendimiento: en lugar de comparar inversiones contra el dólar o el S&P 500, el estándar pasaría a ser Bitcoin como unidad de poder adquisitivo estable en el largo plazo.
En un contexto de inflación persistente, devaluaciones y creciente desconfianza en las monedas fiduciarias, las palabras de Pompliano refuerzan una narrativa que gana adeptos: el oro sigue siendo dorado, pero el futuro del dinero brilla en código.
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