A tres años de la entrada en vigor de la Ley Bitcoin en El Salvador, el país ha acumulado 5,865 BTC, en lo que se ha convertido en un experimento audaz que ha captado la atención internacional.
Sin embargo, este hito se presenta en medio de un escenario complejo, donde la criptomoneda enfrenta críticas intensas por parte de sectores opositores y, en muchos casos, su adopción ha sido vista como limitada o puramente especulativa.
Bitcoin como reserva nacional: Una idea emergente en la región
Algunos critican que el precio de BTC no termina de despegar y no se cumplen las previsiones de sus promotores de que ya debería estar su valor cerca de los 100 mil dólares.
Y es que aún en caso de hacerlo, el papel de Bitcoin en el Gobierno de El Salvador parece haberse reducido mucho a un carácter puramente especulativo, y ya no tanto de transformación, educación y desarrollo local como se promocionaba antes. Esto a pesar de haberse fundado la Bitcoin Office y de haber institucionalizado “Mi primer Bitcoin“.
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Por otra parte y en un análisis de aspecto puramente chartista, las ganancias no realizadas del portafolio de Bukele a menudo se colocan en el otro lado de la balanza.
El precio de Bitcoin no ha alcanzado las cifras que algunos pronosticaban—cercanas a los 100 mil dólares—y, aunque su valor ha mostrado cierta recuperación desde mínimos históricos. A todo ello, las ganancias no realizadas del portafolio del gobierno también siguen siendo objeto de escrutinio.
Continúa la oposición a la idea de Bitcoin como reserva nacional en El Salvador
La oposición política, encabezada por figuras como Marcela Villatoro de la Alianza Republicana Nacionalista (Arena), insiste en que la ley ha sido un fracaso rotundo. Villatoro, en declaraciones recientes, llegó a calificar la iniciativa como “el peor fracaso del gobierno”, argumentando que, a pesar de la promoción, en la práctica “nadie lo usa”.
Las voces opositoras también señalan que, aunque la ley está vigente, su aplicación ha sido mínima, lo que refuerza la idea de que debería derogarse.
Por otro lado, las críticas de los opositores no se limitan al aspecto especulativo. El diputado Francisco Lira ha cuestionado abiertamente los beneficios que Bitcoin ha traído al país como moneda de curso legal, llegando a afirmar que, lejos de aportar a la economía, podría fomentar la evasión fiscal y el mal manejo de fondos públicos.
Estas preocupaciones también se tornaron en el caballo de batalla del Fondo Monetario Internacional (FMI), que -previo a finalmente lograr un acuerdo en 2024 con El Salvador– advirtió por más de un año sobre los riesgos de la volatilidad de Bitcoin y su impacto en la estabilidad financiera de El Salvador.
La visión de Bukele sobre Bitcoin: ¿Una reserva nacional para el futuro?
A pesar de las críticas, el gobierno mantiene su postura firme. Nayib Bukele y su partido, Nuevas Ideas, que cuenta con una mayoría en la Asamblea Legislativa, han sostenido que Bitcoin es una apuesta a largo plazo.
La adopción de la criptomoneda, según la retórica oficial, está pensada para traer prosperidad a los salvadoreños. Esto sería así especialmente a aquellos que carecen de acceso a servicios financieros tradicionales.
El 4 de Septiembre de 2024, BeInCrypto reportó que la Agencia Administradora de Fondos Bitcoin de El Salvador (AAB) había sumado ingresos por 212 millones de dólares, los cuales no formaban parte del presupuesto de la entidad. La estrategia de Bitcoin crecía en el país, que en ese momento holdeaba 5,862 BTC y cuyos holdings superaban los 323 millones de dólares.
Uno de los principales argumentos a favor de Bitcoin es su potencial para reducir los costos de las remesas. El tema es aspecto crítico en una economía que depende en gran medida de los envíos de dinero desde el extranjero.
No obstante, recientemente un informe del Grupo de Acción Financiera de Latinoamérica (GAFILAT) ha revelado que el sistema financiero salvadoreño había convertido 6,6 millones de dólares en Bitcoin. Valor que representaba solo el 0,03% de los activos manejados por los grandes bancos. Además, las remesas a través de monederos de Bitcoin eran inferiores al 1% del total.
Otros Gobiernos se suman a la idea de El Salvador sobre Bitcoin
A pesar de las críticas, el gobierno salvadoreño sigue convencido de que el futuro del país está vinculado a Bitcoin. Sin embargo, la falta de consenso y las acusaciones de falta de transparencia ponen en duda el éxito de este proyecto. Todo esto a tres años de su implementación.
Por otra parte, en la región, otras figuras políticas comienzan a contemplar Bitcoin como una posible solución a las crisis económicas. En Venezuela, la líder opositora María Corina Machado propuso recientemente que Bitcoin sea parte de las reservas nacionales. Esto para según ella para combatir la hiperinflación y reconstruir la economía.
Esta postura muestra el interés en Bitcoin como una herramienta no solo de resistencia, sino también de estabilización económica. De manera similar, el expresidente estadounidense Donald Trump sugirió que Bitcoin podría ser clave para reducir la deuda nacional de Estados Unidos. Cifra que ya ha superado los 35 billones de dólares.