Este artículo fue escrito por Adam Dubove, quien es columnista, consultor y divulgador acerca de Bitcoin. Es cofundador y director de Ichimoku Fibonacci, una empresa online orientada al asesoramiento financiero.
Un esquema Ponzi en Texas, con unos 700.000 bitcoin (BTC) acumulados por el estafador, decía el comunicado de prensa publicado en 2013. Ese fue el primer encuentro oficial entre la Comisión de Bolsa y Valores de Estados Unidos (SEC) y Bitcoin. En julio se cumplen 10 años de aquel día en el que la SEC mencionó por primera vez a Bitcoin en su web. Desde entonces, la relación ha pasado por distintos estados: indiferencia, rechazos, celos, escándalos, y, a veces, un poco de amor. La saga continúa.
En junio se abrieron dos capítulos importantes en esta historia. Uno fue la acusación contra Coinbase y Binance, aún no presentada en los tribunales, de violar varias leyes federales, decisión que despertó un fuerte rechazo entre la industria en torno a las criptomonedas. Menos de diez días más tarde, BlackRock solicitó un ETF spot de bitcoin, generando entusiasmo entre las comunidades de bitcoiners.
BlackRock, la gestora de fondos más grande del planeta, administra activos que suman unos USD 10 billones (trillions), equivalente al 40% del PBI de Estados Unidos. Un gigante, pero amigable.
La empresa está enquistada en el corazón del establishment financiero. Como gran institución financiera es una de las entradas/salidas de la puerta giratoria entre reguladores y regulados. Funcionarios de la SEC que pasan a trabajar para BlackRock, y de BlackRock al gobierno; campañas ambientalistas alineadas con intereses políticos (de las que ahora Larry Fink, cofundador y CEO de esta compañía, se arrepiente) y variados privilegios a lo largo de los años.
El potencial primer ETF spot de Bitcoin en Estados Unidos puede estar administrado por una empresa que es el epítome del capitalismo corporativista, que impera en el planeta desde la década de los años 30, tras estar en retroceso varios siglos con el ascenso del capitalismo de libre mercado. Con las conexiones que tiene, Fink no da paso en falso. ¿Qué significa este ETF para el futuro de Bitcoin?
La trama
A BlackRock nunca le rechazaron la solicitud para lanzar un ETF, excepto una sola vez en 2014. Las posibilidades de ser aprobadas son altas. Nate Geraci, director de ETF Institute, una firma financiera especializada en ETF, propone una teoría interesante. Uno de los flancos que tiene abiertos la Fed es con Grayscale, y particularmente el trust de Bitcoin (GBTC). La empresa que lidera Michael Sonnenshein, y que depende del conglomerado DGC de Barry Silbert, demandó a la SEC y pidió en un tribunal estadounidense que el fondo cerrado pueda convertirse en un ETF spot. La decisión que tome el tribunal, dice Geraci, definirá si la SEC aprueba o no la solicitud de BlackRock.
En caso de que Grayscale logre que la SEC deba aceptar la conversión, los funcionarios no estarán muy contentos de permitir que la empresa que los demandó sean los first-movers con los ETF de Bitcoin.
Elliot Z. Stein, un analista legal de Bloomberg indicó esta semana que, “tras los argumentos orales en el juicio de Grayscale contra la SEC”, las posibilidades de que Grayscale obtenga una decisión favorable y pueda convertir su trust en un ETF subieron del 40% al 70%. “La SEC y su presidente Gary Gensler podría estar preparándose para una derrota y suavizar la derrota o hacerla insignificante al aprobar una solicitud de un ETF de bitcoin antes de la decisión del tribunal”, escribió Stein. La SEC puede prorrogar su decisión comienzos de febrero de 2024.
La preocupación principal de la SEC y la razón por la que supuestamente rechazaba los ETF spot eran que no existían “fuentes confiables” para obtener un precio libre de manipulación. Por “fuentes confiables” hay que considerar a exchanges bajo supervisión del gobierno. Por eso, desde hace dos años, ya existen los ETF de bitcoin, pero con respaldo en futuros. Siguen el precio del mercado de derivados del Chicago Mercantile Exchange, bajo la supervisión de Comisión de Negociación de Futuros de Productos Básicos de Estados Unidos (CFTC). Para disipar las dudas de la SEC, BlackRock contempla un acuerdo de vigilancia del precio al que se negocia el ETF que involucra a Nasdaq, el mercado donde cotizaría el ETF.
Al mismo tiempo, Gensler, con las demandas contra Coinbase y Binance busca terminar con varios problemas: reducir la importancia de Binance, el exchange con más volumen, y poner a Coinbase bajo la órbita el Tío Sam.
Lo bueno
En el corto y mediano plazo la noticia de un ETF spot es positiva para el precio de bitcoin. Su cotización reaccionó con una suba del 23% durante las siguientes dos semanas al anuncio. Esta suba anticipa el flujo de capitales hacia bitcoin que generará un ETF spot, ya que BlackRock deberá comprar bitcoin (y no derivados) para respaldar la creación de nuevas unidades del iShares Bitcoin Trust, como reportó Criptonoticias..
El lanzamiento del ETF también permitirá verificar la narrativa de la “adopción institucional” en la que muchos bitcoiners ven la legitimización de bitcoin por parte de Wall Street. Un ETF puede formar parte de cualquier cartera institucional sin mayores problemas. Los administradores de las carteras no tienen que estar pensando en la custodia de sus monedas, y está dentro de sus estatutos y mandatos la posibilidad de invertir en un ETF.
La demanda no será toda de inversionistas institucionales. El ETF les dará a los asesores financieros la posibilidad de ofrecer productos que brinden exposición al precio de bitcoin a sus clientes. El ETF podríamos llamarlo bitcoin para baby boomers, salvo que no es bitcoin..
Sabemos que comprar un ETF no es lo mismo que comprar bitcoin. Los únicos que están adoptando realmente bitcoin con el ETF son el gestor, BlackRock y Coinbase, el custodio designado. Para el resto, son “papeles” que representan los bitcoin que compra BlackRock.
Con esta aclaración hecha, también hay que reconocer que, como primera aproximación a Bitcoin, puede ser una puerta de entrada, el paso inicial, para individuos e instituciones que comienzan su camino que los llevará, eventualmente, a tener bitcoin bajo su custodia.
Finalmente, es probable que BlackRock tenga competencia. El ETF de BlackRock va de la mano de la conversión del fondo de Grayscale también a un ETF spot. Y a estos dos se suman los solicitados por ARK, Fidelity, Invesco y Valkyrie Funds, entre otros administradores de ETF.
Lo malo
BlackRock se convertiría en una ballena de bitcoin. Si el ETF es aprobado y tiene éxito, la firma financiera comprará bitcoin a través de Coinbase para respaldar las participaciones del ETF (cada “acción” que compone el ETF representará una fracción de bitcoin que almacena, también, Coinbase).
Para bitcoin no es un problema que existan ballenas como MicroStrategy o BlackRock. Debido al diseño de Bitcoin, BlackRock no podrá ostentar de su poder político u obtener privilegios para obtener un trato preferencial por el protocolo. Al software no le interesa la política. En un futuro, sin embargo, BlackRock podría (volver) a convertirse en un enemigo y abrir un nuevo conflicto como durante la guerra por los tamaños de bloque.
No es un caballo de troya, pero algunos de los riesgos están bien explicados en la presentación ante la SEC. “En el evento de un hard fork de la red Bitcoin”, BlackRock “usará su discreción para determinar cuál considera la red apropiada para los propósitos” del ETF. En otras palabras, ante un fork de Bitcoin, BlackRock tendría que decidir cuál será la cadena que reconozca como respaldo de su ETF.
Esto es un problema para los tenedores del ETF, que podrían ser rug pulleados y convertirse, de un momento a otro, en tenedores de Bitcoin Fed, un fork amigable con los amigos de BlackRock en el gobierno. El documento que presentó BlackRock indica que probablemente no se honren “airdrops” o monedas derivadas de un fork.
Existen varios escenarios catastróficos potenciales, quizá conspirativos, pero lo cierto es que Bitcoin fue diseñado de forma tal que la principal capa de defensa son sus usuarios y los operadores de nodos. Durante su historia, la red ya ha visto cómo varios antiguos entusiastas se pasaron al lado oscuro e intentaron atacar la red. En el caso de que BlackRock tenga intenciones similares, las diferentes capas de defensa se pondrán en funcionamiento para repeler el ataque.
Lo inevitable
La pregunta no es sí habrá un ETF spot de bitcoin, sino cuándo. Puede ser dentro de seis meses, o dentro de un año, pero será una parte inevitable del proceso que atraviesa Bitcoin. El proceso de descubrimiento por parte del mercado como un activo con cualidades monetarias, pasando de ser un objeto de curiosidad para criptógrafos y libertarios a convertirse en dinero global sin fronteras.
Si existen derivados financieros vinculados con diferentes monedas y commodities, ¿por qué no habría de existir uno sobre bitcoin? El lanzamiento del ETF es una parte del camino que bitcoin deberá transitar para que la adopción global de bitcoin, y no de instrumentos financieros, siga creciendo.
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