La dificultad de minado de Bitcoin tuvo un incremento del 3,22% este jueves 18 de mayo, con lo que llegó a 49,5 T (trillions o, en español, billones). Pese a esto, la red no solo sigue funcionando con normalidad, sino que los bloques se minan en menos tiempo del promedio.
En las semanas anteriores, la dificultad para minar Bitcoin estaba en 48 T, según datos de Braiins. En tanto, el hashrate o capacidad de procesamiento de los mineros pasó de unos 364 EH/s a los 378 EH/s en ese periodo, lo que explica la subida en la dificultad, con el objetivo de regular el tiempo necesario para crear nuevos bloques. El ideal es 10 minutos de acuerdo a lo que establece el protocolo.
Pese a alcanzar un máximo histórico, la dificultad actual no supuso un problema para los mineros. Como muestra mempool.space, los últimos bloques al cierre de esta nota se minaron en un promedio de 7,7 minutos, casi un 25% más rápido de lo estimado.
La minería de Bitcoin tuvo semanas de mucho trabajo en lo que va del mes. Los mineros tuvieron que responder a una congestión muy grande, en pleno auge de los tokens BRC-20, facilitados por el protocolo Ordinals. Tal y como se espera de Bitcoin, no se registró ningún inconveniente en el procesamiento de las transacciones, más allá de un aumento de bloques huérfanos que no trajo ninguna consecuencia.
Su trabajo tuvo su recompensa, igualmente. Como se reportó en CriptoNoticias, los mineros disfrutaron de ganancias muy elevadas por un tiempo, aunque desde hace algunos días las cifras comenzaron a normalizarse de a poco tras una caída del 50% en una semana.