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Fitch Ratings, calificadora de riesgo líder, mantiene a El Salvador entre los países con alta probabilidad de incumplimiento. La empresa mantuvo su calificación crediticia en CC (riesgo crediticio muy alto), a pesar de que el país pagó recientemente un bono externo por US$800 millones. Fitch argumentó que la liquidez fiscal de El Salvador está muy «restringida» y su acceso al mercado es «muy limitado», lo que aumenta las posibilidades de que el país no pueda pagar su deuda soberana. La reciente aprobación del marco legal para la emisión de valores en Bitcoin (BTC) también fue citada por Fitch como una de las razones para mantener la baja calificación. Sin embargo, la agencia señaló que el gobierno aún tiene que emitir el bono anticipado de mil millones de dólares para financiar el proyecto Bitcoin City. Además, Fitch destacó que la adopción de Bitcoin como moneda de curso legal ha sido mínima hasta el momento y no ha tenido un impacto relevante en la situación económica del país. La agencia también señaló que las fuentes de financiamiento para el país siguen siendo limitadas, con tasas implícitas en el mercado externo prohibitivamente altas, lo que hace que el gobierno dependa de la deuda interna a corto plazo.
El Salvador
Fitch destacó que los riesgos de refinanciamiento son significativos ya que el apetito y la capacidad de los bancos para expandir sus participaciones es limitado. Una calificación crediticia baja significa que un país enfrenta un alto riesgo de incumplimiento y puede tener dificultades para acceder a fondos del mercado internacional de bonos y atraer inversión extranjera directa. Las calificaciones de las agencias de calificación crediticia son cruciales para la toma de decisiones del mercado y reflejan la capacidad de un país para pagar sus deudas. El país se prepara para emitir bonos bitcoin basados en la minería con energía volcánica y pretende mostrar cómo funciona una fuente de autofinanciamiento que no depende de organismos internacionales como el Fondo Monetario Internacional (FMI) o el Banco Mundial.