Hace 50 años, Nixon eliminó el patrón oro y nació el dinero fiat: Hoy tenemos Bitcoin

Hoy se cumplen 50 años de la eliminación de la convertibilidad del dólar al oro. El 15 de agosto de 1971, el entonces presidente de Estados Unidos, Richard Nixon, eliminó el respaldo que tenía el dólar estadounidense en reservas de oro, naciendo así una forma de dinero cuyo respaldo es el decreto y el poder militar de la nación más poderosa del mundo: se trata del dinero fiat.

La decisión del presidente Nixon marcó el inicio de un nuevo sistema monetario internacional, ya que se trataba de dinero sin un valor real, y además, significó la devaluación del dólar. Este experimento económico, que no sólo ha sometido a los ciudadanos estadounidenses, sino al mundo entero, ha demostrado ser más que desastroso. Esto también marcó el inicio para que los demás países también emitieran dinero sin respaldo, pero el dólar dominaría la economía mundial. A continuación, las palabras del presidente Nixon cuando anunció la eliminación de la convertibilidad del dólar a oro:

En aquella época, Estados Unidos estaba en guerra con Vietnam que, por cierto, fue la única derrota militar de EE. UU. en el siglo XX. En ese contexto bélico, Estados Unidos imprimía dólares y los enviaba al extranjero, con el fin de financiar su participación en la Guerra de Vietnam, al igual que lo hizo en guerras previas, y lo continuó haciendo en guerras posteriores a esa. Asimismo, por primera vez en el siglo XX, EE. UU. presentó un déficit comercial.

BM y FMI apoyaron a Nixon en eliminar el patrón oro y devaluar el dólar

Esta desacertada e injusta iniciativa del presidente Nixon contó con el apoyo de sus aliados internacionales, como el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial (BM). Para entender un poco más lo que esto significó para el resto de los países, hay que repasar lo que sucedió en 1944, ya que el decreto de Nixon fue el quiebre del sistema monetario internacional que nació en los Acuerdos de Bretton Woods.

Entre el 1º y el 22º de julio de 1944 se celebraron en New Hampshire, Estados Unidos, los Acuerdos de Bretton Woods, específicamente en la localidad homónima. Estos acuerdos se dieron en el contexto histórico de la Segunda Guerra Mundial, con el fin de establecer un nuevo orden mundial, donde el dólar estadounidense fuese la moneda de referencia internacional.

Para garantizar que así fuera, en Bretton Woods también se acordó la creación del BM y del FMI, ambas organizaciones velarían por la dominancia mundial del dólar con respecto a otras monedas, fijando las tasas de cambio. Cabe destacar que las sedes de ambas instituciones están ubicadas en la capital estadounidense: Washington D.C.

En Bretton Woods tan sólo participaron 44 naciones; allí se estableció el Nuevo Orden Económico Internacional: el dólar estadounidense se fijó como moneda la dominante mundial, y que estaría respaldada en reservas de oro, con una equivalencia de 35 dólares por onza de oro. En dichos acuerdos, también se le otorgó a Estados Unidos el poder de convertir dólares por oro a dicha tasa, sin ningún tipo de limitantes.

Nixon pasó por encima de los Acuerdos de Bretton Woods cuando decidió eliminar arbitrariamente la convertibilidad del dólar. Cabe destacar que, como el dólar era la moneda que se iba a utilizar para el comercio internacional, Estados Unidos había dado dólares a cambio de reservas de oro del resto de países, por lo que este decreto significó para esos países que ya no podrían acceder al oro entregado.

Advertencia del presidente francés Charles de Gaulle en 1965

Uno de los motivos que impuls{o a Nixon a eliminar la convertibilidad del dólar a oro es que las reservas de Estados Unidos de este metal precioso se estaban agotando. Uno de los países que se había dedicado a cambiar el dólar que tenía por el oro bajo el poder de la Reserva Federal estaodunidense fue Francia, bajo la dirección del presidente Charles de Gaulle.

En 1970, De Gaulle devolvió el dólar a los estadounidenses para repatriar su oro, e incluso envió un carguero militar a Estados Unidos para recuperarlo. Esto representaba la pérdida de influencia del dólar a nivel mundial. Otro país que lo intentó hacer fue Alemania, pero lamentablemente no tuvo éxito, ya que Nixon eliminó la convertibilidad.

Es importante destacar que De Gaulle, ya en 1965 advertía al mundo entero acerca de por qué era necesario que a nivel internacional se usara una moneda que no fuera emitida por un país, criticando los Acuerdos de Bretton Woods.

Estas fueron las palabras de De Gaulle:

“El hecho de que muchos países acepten como principio que los dólares sean tan buenos como el oro, conduce a los estadounidenses a endeudarse de forma gratuita a expensas de otros países. Porque lo que EE. UU. debe, lo paga, al menos en parte, con un dinero que sólo ellos pueden emitir. Ante las graves consecuencias que se podrían desencadenar en caso de una crisis, creemos que se deben tomar medidas a tiempo para evitarla. Consideramos necesario que el comercio internacional se establezca sobre un patrón monetario indiscutible, y que no lleve la marca de un país en particular. ¿Qué patrón? La verdad es que no se puede imaginar otro patrón que no sea el oro”.

Charle De Gaulle, expresidente de Francia.

Las palabras de Gaulle no hicieron sino cumplirse. Cada vez que un país distinto a EE. UU. entra en déficit, suele pedirle prestado al FMI, incrementando su deuda internacional. Mientras tanto, cada vez que Estados Unidos necesita más dinero, lo que hace es imprimir más dólares, con el visto bueno de los organismos internacionales, devaluando cada vez más su moneda e impactando negativamente las economías extranjeras.

En el año 2020, se crearon más dólares que nunca. Tan sólo en el año pasado, la Reserva Federal imprimió el 22% del total de dólares en circulación desde el nacimiento de Estados Unidos. Tal como señala la fuente consultada, “Imprimir casi un cuarto de todos los USD en un solo año es más que alarmante“.

Hoy tenemos una alternativa: Bitcoin

El sistema implementado por Nixon sigue siendo vigente. Sin embargo, hoy en día tenemos una alternativa como la descrita por De Gaulle, una moneda que no es emitida por ningún Estado, “un patrón monetario indiscutible“: se trata de Bitcoin.

Bitcoin es un sistema monetario descentralizado con una política monetaria fija, que no puede ser alterada por ningún Estado. Sólo habrá 21 millones de BTC. No hay autoridad central que censure a Bitcoin, ya que su creador, Satoshi Nakamoto, se desvaneció en el anonimato.

Bitcoin ha marcado el inicio de un nuevo sistema monetario internacional, completamente digital, fuera de los Estados, sin líderes, resistente a la censura y cada vez más descentralizado. Desde su nacimiento, hace menos de quince años, se han impreso el 40% de todos los dólares, mientras que el precio de un bitcoin ha pasado, en el mismo periodo, de cero hasta un máximo histórico de 64.000 USD.

De esta forma, Bitcoin está logrando lo que el economista austríaco Friedrich Hayek, ganador del Premio Nobel de Economía en 1974, dijo en 1984 acerca de una “buena moneda”. A diferencia del dinero fiat, usado para el financiamiento de conflictos bélicos, Bitcoin es una moneda pacífica que le está devolviendo a sus usuarios el control sobre su dinero:

“No creo que volvamos a tener alguna vez una buena moneda antes de sacar el tema de manos del gobierno, es decir, no podemos arrancárselo con violencia, lo único que podemos hacer es introducir algo de alguna forma taimada e indirecta que no puedan detener”

Friedrich Hayek, Premio Nobel de Economía en 1974.

Cuando se cumplen cincuenta años de aquel día en que Nixon eliminó el respaldo y convertibilidad del dólar en oro, quebrando la confianza que los países extranjeros habían depositado en Estados Unidos, es imperativo recordar y contarle a las nuevas generaciones la historia económica que ha llevado al mundo hasta donde se encuentra hoy en día, para comprender el contexto actual, estudiar la alternativa que hay y evitar repetir la historia.